Capítulo 11

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Capítulo 11

Desde el día en que mi padre se marchó no tuve el valor para volver a interpretar siquiera la estrofa de una canción, cada vez que intentaba y escuchaba un sonido salir de mi voz, podía sentir la presencia de mi padre y mi corazón se hacía pedazos de nuevo. Mi madre sin saber que hacer estuvo llevándome a un psicólogo durante varios meses, este decía que solo era un evento o tragedia que me llevaba a la depresión constante pero que ya pasaría, yo solo estaba sobrecogida por el fuerte impacto de haberlo perdido y que las costumbres de toda una vida no se van así como así. Bueno, empezaba a creer que aquel hombre se había equivocado, porque si la persona que hizo que notaras esa nueva parte de ti se va, en mi caso es casi imposible que vuelva a salir a flote. Luego de un año de incansables intentos de mi madre por regresar la luz que había perdido a mi vida, comencé a creer que esa parte de mí que me llenaba de fascinación se había marchado con mi padre y que no existiría poder humano que me lo regresara.

Fue entonces cuando me dí cuenta que la música no era necesariamente un sueño que yo quería cumplir, no era un anhelo ni un plan a futuro. Era simplemente la cosa mas maravillosa que habíamos compartido juntos, solo el y yo, los mejores momentos que tuvimos fueron con música de por medio, con una guitarra un piano o mi voz de por medio y en cuanto el desapareció de mi vida, lo que tanto me alegraba perdió el significado

Me di cuenta que estaba totalmente alejada de mi hogar, caminaba sin rumbo por un lugar al que jamás había ido ni del cual había escuchado hablar nunca. Comencé a sentir ganas de regresar, después de todo andar sola por ahí en un lugar desconocido y cuando se empieza a poner el sol, no es del todo saludable para ninguna persona, mucho menos para una chica de dieciséis a la cual no se le dan del todo bien las artes marciales. Me abracé a mi misma paseando mis ojos por todo el lugar, intentando encontrar algo que me resultara conocido, pero no había nada. El frío me recorrió toda la nuca lo cual me hizo estremecer. Agarré una liga y até mi cabello con fuerza para luego meter las manos en los bolsillos de mi suéter

Estaba a punto de dar vuelta y regresar cuando escuche unos gritos de auxilio, lo pensé dos y tres veces antes de correr hacia el lugar de donde provenía, me sentía como idiota corriendo directo al peligro, pero me sentiría peor si dejaba a una persona indefensa sola, al fin de cuentas no tenía nada con que defenderme pero haría el intento o eso esperaba. Me pare un segundo cuando deje de escuchar a ver si obtenía otra pista del lugar exacto <<suéltenme>> escuché...


Avancé frenética, era la voz de un hombre, un chico tal vez. No quería llegar y encontrarme con una masacre, al menos podía quedarme allí y llamar a la policía. Llegue a la esquina de un callejón oscuro donde dos hombre golpeaban a otro que se hallaba en el suelo, le propinaban constantes patadas y puñetazos que le sacaban uno que otro quejido a la víctima. Lentamente me acerque siendo curiosa como siempre, trate de esconderme detrás de unos botes de basura que se encontraban allí. Apoye mis manos sobre una de las tapas y me incline hacia adelante para escuchar lo que hablaban.

-ojala esto te sirva de lección y no te vuelvas a meter con mi hermana.- decía uno de los agresores mientras el otro reía.- eres un sinvergüenza y un vividor.


-déjalo Jackson creo que ya aprendió- grito el otro deteniéndose y tomando aire.



Decidí llamar a la policía, pero en cuanto quise buscar mi teléfono mis manos se resbalaron por una de las tapas en la que estaba recostada y esta cayó al suelo creando un gran estruendo. Me quede paralizada por nos instantes, para luego ver como los tres hombres incluidos el que estaba en el suelo voltearon a verme.

puntos suspensivos  #Wattys2016Where stories live. Discover now