POV - ABRIL SALVAT

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UN MES DESPUÉS 

Es jueves por la tarde

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Es jueves por la tarde. Son las cuatro, y tengo mi atención enfocada en una piedra que pateo a medida que avanzo. Trato de hacer caso omiso a la presencia de Thiago que camina a pocos metros de nosotras. Todavía sospecho que ha sido el responsable del incidente en el bosque, pero desde ese día, he repasado una y otra vez, la manera de demostrarles que no me intimidan y devolverles cada uno de sus golpes.

—A partir de hoy se decidirá quién va a ser el nuevo presidente de Renacer —dice el director Scortza caminando hacia nosotros—. Están a punto de iniciar la fase decisiva en las elecciones presidenciales. Cada uno debe escoger a tres personas que conformarán su equipo. Con ellos se adentrarán en el bosque donde los están esperando una serie de obstáculos que medirán su valía —puntualiza.

—¿Cómo dice? —pregunta Shantal.

—El ganador tendrá un setenta por ciento de los votos de los profesores que, como ya saben, valen tres veces más —explica Scortza, ignorando a Shantal y sobándose la barbilla con los dedos.

—No entiendo —contesta Shantal en tono de protesta—. Se suponía que los debates eran la forma de probar nuestras capacidades, ¿cómo van a exponernos a la intemperie?

—Los debates probaron su inteligencia, pero ahora probaremos sus aptitudes físicas y su manera de reaccionar ante la presión o la competencia. Con este experimento pretendemos conocerlos de verdad —afirma—. Cada persona puede llevar un bolso con lo que considere necesario.

—¿Qué necesitamos para ganar?

—Buena pregunta señorita Salvat. La psicología los ayudará

a ganar, como también el cumplimiento de la misión asignada. Recuerden que dependen de ustedes y de su equipo, de nadie más. ¡Buena suerte! —dice, y un jeep de lujo llega a buscarlo. Aaron y Thiago toman caminos distintos, dejándonos solas.

—¡Es ridículo! ¡No es justo! —se queja Shantal.

—Sé que te preocupa tu resistencia física, pero no te preocupes, voy a ayudarte.

—¡Soy tu competencia! —alza la voz.

—Eso da igual.

—No Abril, no da igual. Vamos a internarnos en el bosque y no tienes idea de lo que eso significa. Te juro que te quiero, pero para mí es mucho lo que está en juego y mis sentimientos no van a detenerme. ¡Necesito ganar!

—¿Te estás escuchando? Otra vez no suenas como tú.

—¿Y qué coño importa? Todos cambiamos y deberías acostumbrarte, porque ya no soy la misma que te recibió en Renacer y no voy a permitir que nadie se interponga en lo que tengo que hacer, ni siquiera tú —responde Shantal, alejándose de mí.

Se ha estado comportando extraño. En lo que respecta a nosotras, ha ido todo de ensueño, perfecto, mejor de lo que me imaginaba. Pero con el resto ha estado hostil. El jueves pasado abofeteo a Verónica por un comentario. Ayer le dijo al profesor Gabriel que solo buscaba "adoctrinar" a las personas. En clase de combate físico, Peter la golpeó más duro de lo permitido, y perdió el control dislocándole el hombro y sin una gota de arrepentimiento, se rió en su cara. Después de ese día me prometió que controlaría su ira, pero de vez en cuando se le hace imposible. Sé que algo le sucede. Cada noche tiene pesadillas y se despierta con ataques de ansiedad. Los últimos tres días ha dormido pocas horas, como si algo la perturba.

Quinientas veces tu nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora