Era increíble lo lento que para Ginny salió el sol, sentía que todo la noche se había ralentizado de alguna extraña forma para torturarla, pero la verdad es que ella era la única que lo veía así, la emoción la tenía muy estresada.
No había podido pegar el ojo en toda la noche, debido a las ansias que tenía de que fuera su cumpleaños, aunque también se sentía en parte muy nerviosa, ya que Sirius últimamente no le había respondido las cartas al igual que Harry, incluso intentó escribirle a Remus y a Lily, pero ninguno le respondió, cosa que la extrañaba.
No sabía si Sirius la iba a ir a buscar a ella y a Ron, o a qué hora, y eso también la tenía muy estresada. Para distraerse un poco se puso a ver los regalos que había recibido en la navidad anterior, como el kit de bromas que le había regalado Sirius, la bufanda que le dio Remus, incluso el álbum de fotos que le dio su hermano Charlie, pero la verdad es que eso solo la hacía sentirse más ansiosa.
Ni siquiera había dejado de jugar con el collar que le había regalado Harry, como si de esa forma él pudiera saber que ella necesitaba noticias suyas. Lo único que si sabía era que debían ir a buscar a Hermione a una plaza en Londres, ella le había escrito a Ron para hacerle saber que sus padres la habían dejado ir con ellos a pasar las vacaciones en la casa de Sirius, a partir del cumpleaños de él y Ginny.
Su único consuelo era saber que al menos Hermione si se preocupaba por ellos.
Se preguntarán, ¿Y el plan de hablar con Harry por su mente? Pues ya no funcionaba, con el tiempo que habían estado separados ella perdió esa conexión con él y por mucho que trataba de volver a recuperarla no podía y solo lograba que le doliera la cabeza, pensaba que si lo llegaba a ver tal vez volvería a hacer la unión de nuevo pero ni siquiera sabía si lo iba a ver.
Lo cierto es que ella empezó horriblemente su cumpleaños, ni siquiera bajó a desayunar cuando su hermano Ron la llamó, felicitándola en el proceso. Los gemelos y su padre también fueron a su cuarto a felicitarla y preguntarle si se sentía bien, ella les aseguró que sí, aunque su rostro reflejaba lo contrario.
A cada momento miraba la pulsera que le regaló Sirius pensando en si la iban a salvar o si la iban a ir a buscar, quería salir de aquella casa lo más pronto posible, no quería seguir aguantando a Molly.
Poco después de que no asistiera al desayuno, pudo escuchar como todos le cantaban cumpleaños a Ron y eso la hizo sentirse peor.
"¡Claro!" pensó con amargura "¡Cómo Ron es el favorito!".
El silencio por parte de Harry y Sirius la hacía sentirse amargada y desolada, de nuevo pensaba que a nadie le importaba y eso sentimientos fuertes desataban sus poderes. Aunque solo unas cuantas cosas se cayeron solas y otras simplemente levitaron por unos segundos para después caerse al suelo.
Ginny ni siquiera se molestaba en ver si esos objetos que ella levitaba sin querer estaban rotos o algo por el estilo, simplemente se puso a mirar por la ventana, con la esperanza de que una lechuza blanca como la nieve apareciera en el paisaje, pero no fue así.
Soltó un suspiro de tristeza y se volvió a acostar en su cama, en posición fetal y cerró los ojos, repitiéndose una y otra vez que todo iba a estar bien, que la irían a buscar y que pasaría un excelente cumpleaños.
Sin pensarlo, se quedó completamente dormida.
-----
--¡GINEVRA WEASLEY! ¡BAJA AHORA MISMO!--
Ginny escuchó los gritos lejanos de su madre, pero solo se dio la vuelta cómodamente en su cama y siguió durmiendo, no tenía ganas de lidiar ese día con su pésima actitud.
