Capitulo 23:

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Al día siguiente, Ginny se había despertado con todas las pilas cargadas para empezar un buen día, contrastando con la actitud de Harry, quien amaneció mucho más decaído de lo normal. Por supuesto que cuando se acercó a Ginny en la sala común, esta movió cielo, mar y tierra para que él al menos sonriera un poquito, cosa que logró con mucha facilidad a tan solo cinco minutos de haber empezado.

Ron se quejó un poco, ya que él había intentado desde el principio de la mañana, alegrar a Harry, y le molestó que Ginny con solo un abrazo, un beso en la mejilla, y una caricia en el cabello lo haya logrado, aunque gracias a Hermione, entendió que así funcionaba el amor.

Lo malo y bueno a la misma vez, es que no tendrían clase la primera hora, ya que durante la noche cayó una extrema tormenta de nieve que les impedía trabajar en los invernaderos la Herbología, la materia que veían junto a los Hufflepuff. Así que con todo eso, se cancelaron las clases, y el cuarteto vio por última vez a la profesora Sprout cubriendo las mandrágoras con suma delicadeza, ya que no se podía permitir perder esa cosecha porque con ella, revivirían a Colin y a la Señora Norris.

Ron y Hermione, quisieron invertir ese tiempo jugando un aburrido partido de ajedrez mágico, pero como Harry y Ginny no participarían en el juego, optaron por mejor pasear por el castillo. Aunque no sin antes que la pelirroja se cubriera por casi cinco capas de jerseys, a petición de Harry para que no se resfriara.

--¡No te entiendo, Cuatro Ojos! ¡Con tanta ropa encima me voy a azar!-- exclamó la chica mientras caminaba por los pasillos de la mano de Harry

--Así no te refriarás, no quiero que te enfermes-- le sonrió el azabache y Ginny rodó los ojos

--Casi nunca me enfermo, para tu información. Y un poco de nieve no hace daño a nadie--

Después de que se aseguró que nadie los veía, con sus poderes desapareció dos capas de Jerseys de las cinco que llevaba encima, con eso pudo respirar aliviada.

--Bueno pero si te enfermas yo no te cuidaré-- aseguró Harry un poco disgustado

--Eso no te lo crees ni tú mismo-- se rió Ginny y Harry bufó, sabiendo que tenía razon

Las conversaciones fueron fluyendo entre los dos, y es que con el paso del tiempo, entre los dos ya no existía la desconfianza, y mucho menos la incomodidad. Ginny aún no descifraba el porqué de aquello, pero le gustaba la sensación.

Muchos alumnos de grados superiores tenían clases, así que por eso se les hizo un poco extraño ver como unos cuantos grupos de alumnos paseaban al igual que ellos, pero después, supieron que en realidad la nieve no solo detuvo sus clases, sino las de muchos más.

El lado malo, es que cada vez que le pasaban a un lado a cualquier estudiante, estos se apartaban tal y como habían hecho el día anterior en el duelo, después de que Harry habló Pársel. El azabache de inmediato se dio cuenta que era por él, además de que aquellas miradas que le lanzaban eran muy obvias.

Ginny hacía lo posible por sonreírle a Harry, y decirle que todo estaba bien, a la misma vez que le lanzaba una mala mirada a todos aquellos que repudiaban con la mirada a Harry, aunque esto solo aumentó las miradas en ellos.

--¡¿Por qué estas con él?!--

--¡Es peligroso!--

--Ella será la siguiente--

--Seguramente de esta noche, Weasley no pasa--

--Estoy seguro de que atacará a sus propios amigos--

--Granger también está en peligro--

Esos eran unos de los pocos comentarios a su alrededor, que Ginny pudo captar, cosa que la enojó mucho más.

Nuevo Comienzo (2 Libro) (Hinny)Where stories live. Discover now