--Sigan a las arañas-- exclamó alguien, al que Ginny aún adormecida y con los ojos cerrados escuchó perfectamente --Nunca perdonaré a Hagrid. Estamos vivos de milagro. ¡Miren como está mi hermana!--
En su mente, ella se dijo que solo podía ser su hermano Ron, pero aun así, se cuestionó dónde estaba y que había pasado.
--¿Puedes callarte, Weasley? Me duele la cabeza, tus gritos pueden despertar al resto de los leones y Ginny se ve bien. Tiene pulso y dentro de poco volverá en sí. Relájate--
Esa otra voz muy reconocible, le pertenecía a Draco.
--¡Tú no me dices que hacer, Malfoy!-- respondió su hermano, en un mal tono y seguramente mirándolo mal
--Ya cállense los dos--
Una tercera voz se escuchó muy cerca, y Ginny pudo sentir como acariciaban su mano, a la misma vez que jugaban delicadamente con su cabello. Su corazón se aceleró y sonrió aun dormida, pensando que se trataba de Harry.
Queriéndolo ver, hizo el intento de abrir los ojos, y aunque le costó un poco, logró hacerlo. La luz del lugar en donde se encontraba la cegó, pero después de unos segundos, pudo acostumbrarse y para alegrarla mucho más, lo primero que vio fue una hermosa sonrisa de Harry.
--¿Cómo te sientes, Princesa?-- le preguntó el azabache dulcemente, y Ginny rió un poco
--Bien... aunque cansada-- fue lo único que respondió con una voz algo ronca, causándole risa a Harry
--¿Segura que estás bien, hermanita?-- Ron se le acercó preocupado, y ella lo miró con una sonrisa
--Claro Ron, solo estoy cansada--
Decía la verdad, pero el tono que ella usaba, hacía parecer que no le daba importancia a aquel cansancio, cuando en realidad sentía como si se hubiera caído de su escoba a 13 metros del suelo. Creyó por unos segundos, que tenía los huesos destruidos y sus manos temblaban un poco, por el exceso de magia que había utilizados.
--¿Puedes levantarte, Pelirroja?-- le cuestionó esta vez Draco, también mirándola con preocupación desde otro sofá
Ginny se encogió de hombros y Harry aun tomando su mano, la ayudó a incorporarse. Por primera vez, ella miró a su alrededor para ubicarse, notando que se encontraban en la sala común de Gryffindor. Ya no había bosque, arañas gigantes carnívoras, ni mucho menos algún otro peligro. Estaban a salvo.
--¿Qué fue lo que pasó?-- preguntó la pelirroja aturdida
Entre su hermano y Draco, le comenzaron a explicar que había pasado después de que ella se desmayara, mientras Harry permanecía en silencio, abrazándola protectoramente y acariciando sus manos. Ginny se dio cuenta, de que aquel era un reflejo para que el azabache se asegurara de que ella estaba bien, y por supuesto que no le incomodaron aquellos gestos, al contrario le encantaron.
Después de que Ginny hubiera usado sus poderes con las arañas, y se desmayó, los chicos con ayuda de Fang salieron del bosque apresuradamente, Harry cargando a Ginny. En un principio pensaron pedirle ayuda a algún maestro, porque estaban demasiado preocupados por la salud de la pelirroja, pero después se dieron cuenta de que si lo hacían, debían explicar muchas cosas, así que mejor se cubrieron con la capa y regresaron a la sala común, dejando a Fang en la cabaña.
En la sala, Harry le tomó el pulso a Ginny, confirmando que aún continuaba viva y se dispusieron a esperar a que despertara, aunque en ese tiempo se desataron unas cuantas discusiones, pero ese es otro tema.
--¡No puedo creer que le hicimos caso a Hagrid!-- exclamó Ron después de que terminaran de contar la historia --¡El que nos dio tantos problemas el año pasado, con un Dragón y un perro de tres cabezas!--
