Capitulo 25:

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--¡¿Segura que Snape no vio a Parkinson?!-- le preguntó por millonésima vez Ron a su hermana, y esta lo miró mal

--¡Estoy muy segura!-- exclamó algo harta y queriendo golpear a Ron

--La verdad, si mi tío hubiera encontrado a un estudiante noqueado en un armario hubiera dado aviso de inmediato, y más si Ginny estuvo tan cerca. Ya la hubiera llamado-- Harry apoyó a Ginny y Hermione suspiró

--No podemos estar demasiado seguros, pero tampoco podemos retrasar los planes para hoy-- comentó la castaña y los demás asintieron --Ya está la poción lista, solo nos queda echarle los cabellos-- se adentró en uno de los cubículos, en donde estaba puesto el caldero de la poción de color marrón como el barro, que botaba humo y burbujeaba

--Se ve asquerosa-- Ron hizo una mueca y Hermione lo miró mal

--¡No tenemos opción!--

Sin dejar que el pelirrojo respondiera, tomó los cuatro vasos de vidrio que ya anteriormente había buscado, y les echó una considerable suma de poción, para después repartirla entre sus compañeros, quedándose con uno ella.

El cuarteto intercambió miradas, y al mismo tiempo sacaron de sus túnicas los cabellos de quienes se transformarían. Ginny comenzó a arrepentirse de aquello cuando al echar los cabellos de Pansy, la poción que antes parecía barro, se convirtió en un rosa chillón que parecía vómito de unicornio (aunque no estaba segura de que color era el vómito de un unicornio).

--Huele a jabón y... a colonia barata-- Ginny también hizo una mueca y Harry rió

--Al menos no tienes que tomarte esta, no quiero ni siquiera descifrar a que huele-- le dijo él, un poco divertido

Ron y Hermione solo se mantuvieron en silencio, muy impresionados por el olor que sus pociones emanaban.

--Mejor metámonos cada quien en un cubículos, con eso aprovechamos para cambiarnos tambien de ropa-- sugirió Harry y lo demás asintieron, asqueados

Ginny se encerró en el primer cubículo que vio, y sin pensarlo dos veces se bebió la poción, casi vomitando a la mitad, pero se resistió a las punzadas. Cuando por fin acabó, sintió como sus tripas se removían, así que un poco asustada dejo caer el vaso provocando que se hiciera pedazos en el suelo.

Luego, tocándose el estómago, se sentó en la tapa del retrete, sintiendo como un cosquilleo o más bien incomodidad recorría sus hombros hasta llegar a los dedos. Podía sentir como toda su piel cambiaba y se transformaba, pero lo más horrible era por lo que su estómago tenía que pasar.

De momentos, le daban arcadas pero cuando se inclinaba hacia el retrete, no vomitaba nada, también podía sentir un ligero dolor en los brazos, como si estuviera cansada, además de que poco a poco, ya no fue sintiendo su cabello caer por su espalda.

Después de unos minutos, Ginny ya no sintió más los síntomas, pero si sentía demasiado cansancio, así que se quedó cinco segundos más sentada en la tapa del retrete tratando de controlarse, y controlar sus nervios, mientras en el fondo escuchaba los sollozos de Myrtle la Llorona. Aunque en general, no sentía que hubiera cambiado demasiado su aspecto.

Hasta ahora, no había querido ver sus manos, pero la curiosidad fue mucha, así que se las miró, notando impresionada como estas eran mucho más pequeñas y suaves, sus uñas parecían de porcelana. Y mucho más curiosa, se llevó un mechón de cabello hacia su frente, viendo con sorpresa como este ya no era de color rojo casi anaranjado y largo hasta la cintura, sino negro y corto hasta los hombros. Su transformación había sido exitosa, lo que era un gran alivio.

Ya mucho más calmada, se cambió de ropa con sus poderes (sin quitarse el broche que le regaló Sirius, solo escondiéndolo entre su cabello para que no se notara) y más que lista, abrió la puerta del cubículo y salió, al mismo tiempo que alguien salía del cubículo de al lado.

Nuevo Comienzo (2 Libro) (Hinny)Where stories live. Discover now