Capitulo 30:

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Una vez más le dio vuelta a la inicial de su collar con las yemas de sus dedos, mientras continuaba mirando el suelo totalmente perdida. Hace mucho que había llegado Sirius, y ahora mismo él estaba en una reunión con el director para discutir toda la situación. Debido a que los padres de Ginny no atendieron al llamado, el pelinegro estaba tomando el puesto de tutor no oficial.

Por supuesto, que a Ginny no le permitieron entrar a dicha reunión, y se había quedado sentada en el suelo, junto a la gárgola de la oficina del director, mientras intentaba luchar contra sus pensamientos y recuerdos.

Tenía una sensación horrible en el estómago, como si estuviera esperando a que la sentenciaran a muerte. Ni siquiera Harry se había podido quedar con ella, debido a que Mcgonagall lo despachó a él, a Hermione y a Ron a la sala común, para que la dejaran respirar un poco.

Eso obviamente, causaba más ansiedad en Ginny, pero ella trataba de calmarse para no explotar de la forma en la que lo había hecho anteriormente. Si era sincera consigo misma, no recordaba demasiado de lo que había pasado, solo aquel horrible sueño y luego esa voz siseante en su cabeza, que le daba órdenes.

Ginny se abrazó a si misma con fuerza, sin dejar de jugar con su collar. La ansiedad en su pecho aumentaba, con la simple idea de volver a escuchar esa voz, ¿Qué pasaría? ¿Se lograría controlar? ¿Dañaría a alguien?

No entendía nada de lo que pasaba, y eso solo la frustraba más.

La gárgola a su lado se abrió, pero ella ni siquiera se movió, claro que estaba escuchando todo lo que pasaba a su alrededor, pero como que la preocupación no la dejaba reaccionar demasiado.

Pasos comenzaron a escucharse bajando las escaleras, y posteriormente, en su campo de visión (el suelo) aparecieron dos pies, que se detuvieron frente a ella. No tuvo que pensar demasiado para saber que se trataba de Sirius, además de que aquellos zapatos clásicos súper caros y perfectamente pulidos, solo podían ser de él.

Ginny lo escuchó suspirar, y volvió a recordar lo que había pasado, todo el desastre que había causado en la enfermería, y que ahora todo el profesorado estaba al tanto de su poder, de lo diferente que era de los demás, pero también de lo peligrosa que podía llegar a ser. Estaba segura de que ahora, muchas personas más le tenían miedo, y es que hasta ella misma se tenía miedo.

Sirius se sentó lentamente frente a ella, y tomó su mano libre, intentando darle una sonrisa tranquilizadora, pero Ginny siguió sin mirarlo. Lo que le preocupó visiblemente.

--No fue tu culpa lo que pasó allá-- le dijo él, guardando mucha calma para transmitírsela

Ginny no respondió, y continuó jugando con el collar.

--Pequeña, ¿Me estás escuchando?-- Sirius quiso levantarle la cara pero ella la bajó más, provocando que su cabello le sirviera como cortina

El pelinegro suspiró, y pasó a sentarse a su lado, para abrazarla con fuerza. Ginny correspondió el abrazo, porque se le hizo demasiado reconfortante y de alguna forma, aún dentro de su shock, sabía que lo necesitaba.

Un nudo se formó en su garganta, y por fin se permitió soltar un sollozo ahogado, que Sirius escuchó perfectamente, y la abrazó con mucha más fuerza, acariciando su cabello para darle su apoyo.

--No fue tu culpa. Todo está bien. No fue tu culpa. Y sé que no te volverá a pasar-- continuó Sirius en un tono cálido

Ginny no escuchó ni una sola de esas palabras, y continuó aferrándose al pelinegro, mientras más lágrimas se desbordaban por sus ojos. En su mente, solo se repetía una y otra vez, una frase que no le ayudaba para nada.

Nuevo Comienzo (2 Libro) (Hinny)Where stories live. Discover now