--¿Entonces?-- Hermione se sentó en su cama cruzando las piernas y mirando a Ginny, quien se esforzaba en que su cabello se viera bien frente al espejo
--¿Entonces qué?-- preguntó la pelirroja sin darle mucha importancia, recogiendo su cabello en una media coleta para saber si le quedaba bien
--¿Te quedaste hablando anoche con Harry?-- preguntó la castaña con una sonrisa pícara, que sonrojó a su amiga
--Sí, pero solo charlamos-- respondió ella intentando no parecer nerviosa, aunque estuviera diciendo la verdad
--¿Y de que charlaron?-- cuestionó de nuevo Hermione divertida --¿De su futura vida? ¿De cuando sean esposos? ¿O novios? ¿Seré la madrina de la boda? ¿También seré la madrina de su primer hijo?...--
Ginny miró sorprendida a su amiga mientras esta seguía preguntando cosas, que solo le parecían locas.
--¡HERMIONE!-- exclamó ella callando a la castaña y provocando que la mirara con sorpresa --¡Harry no... me gusta! ¡Ni me gustará!-- declaró aunque en el fondo sabía que no estaba siendo muy sincera
Hermione rodó los ojos, con una sonrisa.
--¡Si claro! ¡Ya me dijiste anteriormente que te gustaba!... además si tú y Harry no se gustan, entonces nosotras no estudiamos para ser brujas-- dijo cruzándose de brazos y Ginny también rodó los ojos
--¡Estas exagerando todo!-- la pelirroja volvió a mirar su reflejo concentrándose en cómo se veía su uniforme y cabello (decidiéndose por fin de usar la media coleta)
--Si estoy exagerando, ¿Entonces para quien te arreglas tanto?--
Ginny terminó su peinado y bufó, para después voltearse y mirar mal a Hermione.
--¡No le digas a nadie!-- le dijo con dureza y Hermione saltó de la cama emocionada mientras chillaba de felicidad
--¡LO SABIA!-- gritó y Ginny rió un poco
Era una suerte que ninguna de sus compañeras de cuarto estuviera, pues ya se habrían enterado de todo gracias a los gritos que pegaba Hermione.
--¡LO SABIA! ¡SON DEMASIADO OBVIOS! ¡YA LO SABIA!-- siguió diciendo la castaña con una sonrisa
--Si bueno, ya vámonos-- le cortó la pelirroja sonrojada --Que llegaremos tarde al desayuno--
--Vámonos, así ves de nuevo a tu príncipe azul-- respondió Hermione en un tono soñador que provocó que Ginny le lanzara otra mala mirada --¡Era una broma!-- se rió la castaña
--Más te vale-- murmuró Ginny un poco enojada
Las dos amigas salieron de la habitación y bajaron con mucha rapidez las escaleras, llegando a la sala común, en donde se consiguieron a Harry y Ron, que las esperaban para desayunar. Los dos al principio tenían un rostro muy triste pero las chicas se encargaron de animarlos. Aunque Harry se animó con solo ver a Ginny llegar con un nuevo peinado.
El cuarteto se veía mucho más animado a medida que caminaban por los pasillos, los cuales estaban extrañamente vacíos, pero decidieron no prestarle mucha atención pues todos debían estar ya en el GC.
Cuando estuvieron allí, se detuvieron en el umbral de las grandes puertas y todo el lugar quedó en un completo silencio. Los estudiantes dejaron de conversar y comer, para ver a los niños con sorpresa, mientras intercambiaban pequeños murmullos al respecto, incluso los profesores estaban un poco cohibidos.
Ginny de inmediato (tambien por los pensamiento sueltos que lograba atrapar) se dio cuenta de que su hallazgo con la moto de Sirius se habían hecho muy famosos, pues no creía que muchos estudiantes recorrieran el camino hacia Hogwarts en una moto voladora, tal vez ellos eran los primeros y por esa razon tanta sorpresa.
