Jackson, la sirena que abandonó todo para buscar la cura de su letal maldición antes de que esta lo destruya.
Taehyung, el Taoxiû que deberá enfrentar un largo proceso de sanación y aceptación para poder ser el Dios terrenal.
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TAEHYUNG'S POV
Bajé a la alberga donde se encontraba los demás disfrutando de una soleada mañana, Kek permanecía bajo la sombra mientras leía unas cuantas cosas en su computadora, por lo que supuse que estaba trabajando. Sunhee y los gemelos se encontraban en la piscina jugando con una pelota y Eunwoo junto a Hyesung estaban pescando algunos aperitivos que el personal había dejado a su disposición. El ambiente contrastaba con la noticia que tenía conmigo, por lo que soltando un pesado suspiro me dispuse a llamar a cada miembro presente. Una vez fui rodeado por estos miré el teléfono que estaba en mis manos tratando aún de procesar la llamada que había recibido esa mañana.
—Chicos. Mi hermana falleció ayer, por lo que fui contactado por su esposo para que asistiera a su funeral... —informé mirando las reacciones de cada uno—. En Ananta.
Un incómodo silencio se manifestó entre todos.
Éramos conscientes que Ananta era el "lugar prohibido", aquel país donde seríamos los últimos seres vivos en pisar como una opción. Pero el hecho de que no pude asistir a los funerales de mis abuelos y mis padres me hizo considerar que debía hacerlo esta vez con mi hermana. Ya había sanado las heridas que ese país había causado en mí, por ese motivo ignorar la oportunidad de volver al país donde todo inició no fue una opción. Y tenía un punto a favor, iría con toda mi familia —incluyendo mis padres—, de forma que el enfrentar los recuerdos de aquel lugar no sería tan difícil si fuera solo. Jamás sería lo suficientemente valiente para ir por mi cuenta, o al menos, me tomaría demasiado tiempo para llevarlo a cabo.
—Lamentamos la perdida, Papá —murmuró Badir, en respuesta sonreí débilmente ante la caricia que brindó este en mi espalda.
—Quería informarles que nuestro vuelo sale en la madrugada, así que preparasen —completé.
Ellos afirmaron sin preguntar más al respecto antes de entrar a la mansión quedando de este modo solo con Kek quién permaneció en silencio mirando mis facciones. Detalle que había notado desde que estaba hablando respecto sobre nuestro regreso a Ananta.
—¿Puedes venir con nosotros? —Mi pregunta sonó más a una suplica.
—Sabes que no me lo perdería, será divertido ver a esos idiotas de nuevo. —Rodeé los ojos ante sus palabras—. ¿Crees que aún haya la misma mierda allá? Ya sabes...
—La verdad no tengo idea, Kek, ha pasado mucho tiempo...
—¿Hyesung vendrá con nosotros? —Asentí.
—Todos vendrán. —Hice una pausa vacilante—. O al menos esa es la idea.
—Genial. Un viaje familiar al pasado —ironizó, mientras apagaba la computadora—. Bien, si vamos a volver al infierno debo verme bien por lo menos ¿No?
—¿No te sientes incómodo ante la idea de volver a ese lugar? —pregunté al verle tan relajado.
—No. Como dijiste, ha pasado mucho tiempo. Por lo que quizás la mierda haya cambiado... —Me dio una rápida mirada de burla—. Para mal.
