Jackson, la sirena que abandonó todo para buscar la cura de su letal maldición antes de que esta lo destruya.
Taehyung, el Taoxiû que deberá enfrentar un largo proceso de sanación y aceptación para poder ser el Dios terrenal.
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TAEHYUNG'S POV
La forma que su cuerpo reaccionó ante mi cercanía mató todas aquellas inseguridades que taladraban mi cerebro, esas que me aseguraban que Jackson Wang ya no sentía nada por mí y estaba seguro que si ponía empeño podría conquistarle. ¿Sería fácil? Para nada, era evidente que la sirena no daría brazo de torcer fácilmente como en nuestro primer encuentro. Así que debía usar todos mis recursos, para empezar, tenía entendido que al castaño le encantaba que lo sacaran de su zona de confort, y eso me lo confirmó los gemelos cuando en nuestras charlas nocturnas recibí algunos consejos de estos. De este modo que ponerle nervioso sería una de las primeras tareas que debía hacer, no sería algo imposible porque era bastante bueno en eso. Empecé a llevarlo a cabo durante los días siguientes con pequeñas acciones como ayudarle con las cajas que solía cargar donde rozaba "accidentalmente" alguna parte de su cuerpo, marcaba mi acento tornando mi voz grave cada que conversábamos respecto a una escena y dejaba pequeños dulces en su área de trabajo.
Verle tan nervioso y sonrojado hacía que mi día no fuera tan monótono, por lo que le metía bastante empezó a mi labor como actor, y aunque era adorado por todo el elenco siempre buscaba impresionar a una persona en específico, a él. Pero del mismo modo debía apreciar la manera que su salud empeoraba, en algunos ocasiones donde el uso de inhaladores era más constante por ello evitaba que hiciera esfuerzo físico. A veces lo veía correr antes del amanecer por la cuadra antes de ir al trabajo y mi lado protector me exigía salir a cubrirlo con una manta para que no se resfriara.
Hasta que un día decidí dar el siguiente paso. Quería arriesgarme más por lo tanto me levanté temprano esa mañana dispuesto a llegar antes que este. Me esmeré a mejorar mi apariencia y al hacerlo ayudé al personal que se encontraba allí mientras aguardaba a que el castaño apareciera. Algo que no tardó en ocurrir aunque en condiciones que no me gustó para nada. Su piel lucía muy pálida y tenía grandes ojeras. El castaño mencionó que se había quedado esa noche editando en el estudio por lo que se ganó varias riñas por parte de sus compañeros. Aproveché que estaba en su pequeño despacho para entrar haciendo que diera un pequeño respingo, me acerqué a este y le extendí lo que le compré antes de ir a buscarle.
—Mocaccino con crema y sándwich de jamón con doble queso —informé, este recibió las cosas mirándome con una ceja levantada.
—¿Cómo sabes...?
—Son muy pocas las cosas que no sé de ti, Jack, ahora come —exigí.
Para mi sorpresa obedeció después de dar un suave agradecimiento, me apoyé en la pared para asegurarme que se lo comiera todo en silencio. A pesar de que tenía un peso saludable me preocupaba verlo delgado a como lo recordaba.
—¿Qué? —articuló con la boca llena al notar que no me iba.
—¿Qué de "qué"? —ataqué.
—¿Qué es lo que quieres? ¿por qué tu cambio abrupto de actitud? —expresó con un deje de molestia.
—Solo quiero hacer las cosas bien. —Escuché un pesado suspiro de su parte.
