Capítulo 1

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 Se quedó parado en la entrada del instituto durante unos minutos, mirando hacia un punto pero a la vez no mirando nada, decidió caminar y entrar; aunque lo intentaba, no podía evitar mirar cada uno de los lugares que formaban los alrededores del instituto: los bancos, los campos de fútbol, el camino que daba hasta la parte trasera del edificio donde se encontraba el gimnasio, al igual que todos y cada uno de los pensamientos que había intentado reprimir aparecían ahora conforme avanzaba hacia su clase. Cuando llegó al salón, entró viendo que era el primero en llegar, así que colocó su mochila en una de las mesas que se encontraba en el centro y se apoyó en ella. Poco a poco el aula empezó a llenarse de alumnos, los cuales Mason saludaba con un leve asentimiento de cabeza.

 -¡Mason!

 El morocho de ojos celestes solo atinó a levantar la cabeza para ver como una mancha marrón se le tiraba encima abrazándolo.

 -Su...suéltame...-Se quejó Mason al ver que Kako lo abrazaba aún más.

 La chica castaña de pelo corto soltó una risa y se separó para sonreírle alegremente, unos pasos más atrás, Joshua lo miraba con una sonrisa.

 -Joshua-Le sonrió al chico.

 -Hola Mason-Dijo el muchacho rubio.

 -Yo también te he echado de menos-Sonrió la chica mostrando sus dientes y luego riendo.

 -¿Has ido a algún sitio?-Le preguntó a la castaña.

 -Fui unos días a la playa con mis padres y Bridget, pero por lo demás estuve todo el tiempo aquí en Whyalla-Se remangó un brazo enseñando su piel-Estoy más morena-Presumió.

 -Y has subido un poco de peso-Intervino Joshua bromeando-Seguro no has hecho nada de ejercicio y te quedaste en cama comiendo helado.

 Kako se sonrojó.

 -¡¿Cómo que estoy gorda?! Eso es mentira-Habló haciendo reír a Joshua y sonreír a Mason, pasado unos segundos le preguntó a Mason-¿Qué tal tus vacaciones?

 -Increíble-Contestó simplemente mientras se arreglaba la chaqueta.

 -¿Sólo increíble? ¿Fuiste al pueblo de tu abuela, no? Intenté llamarte pero tu abuela me confundió con una de sus amigas y empezó a soltarme los chismes del pueblo-Rio Kako.

 Mason sonrió levemente, el alejarse de la ciudad, de todos los recuerdos que había vivido ese último año, había conseguido despejarlo. Aunque Mason sabía que tarde o temprano tendría que volver y seguir enfrentándolos, porque por muy lejos que se fuera, esos recuerdos iban a perseguirlo durante toda su vida.

 -Mason.

 El chico miró al suelo.

 -Estoy bien-Habló sentándose en su sitio.

 Kako abrió la boca para decirle algo pero Joshua la agarró del brazo y susurró algo, diciéndole así que era mejor dejarlo solo, a la chica no le gustaba ver a Mason sufrir, claro que sabía que aún no había superado lo que pasó, ni ella misma aún terminaba de creerse que la joven no estaba con sus amigos, y seguramente Mason lo estaría pasando aún peor; relajó su cuerpo y fue a sentarse en su sitio, detrás de Mason, cuando el profesor entró en el aula dictando la clase.


 Adele bajó del auto y miró detenidamente el edificio que se alzaba al frente de ella, mientras el camión de mudanzas que ya llevaba unas horas ahí estaba abierto y unos cuantos hombres bajaban muebles y cajas. Había dejado atrás casi toda su vida, a su novio, su instituto, todo, les había suplicado a sus padres quedarse un año más aunque le quedaran dos para terminar el instituto y luego mudarse, pero su madre se había negado explicándole que la empresa de su padre se iba a trasladar aquí y tenían que viajar obligatoriamente.

Los Recuerdos de AdeleWhere stories live. Discover now