Capítulo 16

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 En cuanto abrió la puerta de su casa el olor a vainilla llegó a sus fosas nasales en unos segundos.

 -¿Cómo prefieres el café?-Comentó Adele entrando por la puerta.

 -¿Negro, sin azúcar?-Preguntó Lachlan mientras recibía un vaso de gaseosa por parte de la rubia y se quedó observándola confundido.

 -Bien. Ten algo fresco, pondré el agua a hervir, tú solo ponte cómodo.

 La merienda fue normal. Adele le contó algunas historias que había vivido en Nueva Zelanda y el rubio comentó algún que otro entrenamiento que tenía que hacer pero siempre explicaba todo con las palabras justas.

 Adele después de un tiempo, se mantuvo callada mientras tomaba su café. Miró de reojo a Lachlan. No parecía tener ánimos de estar en su casa. Normalmente tenía la misma expresión vacía en su cara y ella ahora se sentía muy débil por lo que eso reflejaba su cuerpo, aunque también era comprensible que había estado al borde de la muerte y la mayoría de las veces que participó en clases dio respuestas equivocadas. En ese momento de silencio sentía más interés por Lachlan. No quería preguntarse por su vida, Adele no tenía ningún motivo para meterse en la vida del muchacho que ya de por sí era demasiado reservado. Pero siempre tenía en la cabeza el "Y si..." que la hacía pensar que valía la pena saber más de una persona, por lo que siempre se animaba a acercarse y averiguar más de todo su entorno.

 -¿Todo en orden?-Preguntó Lachlan y se acercó acariciando su cabello-Tenías una hoja, debe ser de cuando estabas en el parque-Agregó el rubio mostrándole la hoja pequeña y marrón.

 -Sí, no me di cuenta, siempre estoy llevándome cosas en el pelo por distraída-Sonrió Adele-Sí, estoy bien-Se llevó la taza a la boca y bebió un sorbo. Cuando tragó el líquido miró al rubio-Lachlan ¿Cómo te caigo?

 Automáticamente Lachlan se tensó en su silla. Miró a Adele a los ojos pero ella se quedó en silencio. Ya hacía varios días que había formado una opinión y a Lachlan ya le estaba pareciendo agradable. Se sintió muy cercano a ella en lo del atropello pero no quiso mencionarle lo de su pensamiento hacia ella porque al mencionar que tenían una buena idea las personas usualmente se volvían engreídas, seguramente le habría pedido ser su mejor amiga y que besara el piso por el que pasaba y Lachlan no tenía ganas de al día siguiente sentirse como si no importara, además de que se encontraba bien en compañía de Adele pero no lo diría en voz alta.

 -Bien, solo eres un poco molesta-Comunicó Lachlan.

 -Eso no es del todo cierto-Le dijo Adele soltando una carcajada con cariño.

 Lachlan siguió mirando a Adele.


 Caminó por los pasillos vacíos de la escuela y cerró los ojos relajándose, apoyándose en una máquina de café en la cual luego insertó un billete.

 No podía con esa situación, era imposible y no aguantaba más porque llevaba días huyendo de ella y poniendo excusas tontas cuando proponían reunirse, sabía que no podía seguir toda la vida de esa forma pero cuando conseguía tener valor en el preciso momento de salir se acobardaba y retrocedía, no podía y no podía mirarla a la cara sabiendo que todo lo que había pasado con ella había sido completamente una farsa. En esos momentos se arrepentía por no haber huido de Jayden y Megan cuando lo pararon en el pasillo.

 -Joshua.

 El corazón del rubio dio un vuelco y el chico palideció, quiso levantarse pero cuando lo hizo ya la tenía encima.

 Kako lo miró a los ojos mientras él los tenía puestos en otro sitio, algo le pasaba al chico y eso estaba más claro que el agua. Ella nunca había entendido muy bien el comportamiento humano pero Joshua era su amigo y ella sabía cuándo le pasaba algo y cuando no y evadirlos a todos, confirmaba que algo andaba mal con el rubio, al principio quiso preguntarle pero el chico siempre se escabullía con una excusa. Le preguntó a Bridget, a Gabriel, a Mason pero ninguno sabía nada y eso solo lograba ponerla más nerviosa ¿Tal vez era culpa suya? No recordaba haber hecho nada que molestara al rubio para no hablarle y escaparse, quería hablar con él y si había hecho algo, pedirle perdón.

Los Recuerdos de AdeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora