Capítulo 22

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 En uno de los tantos pasillos que formaban el hospital un silencio sepulcral reinaba a pesar de que Mason y los demás lo ocupaban.

 Hacía una hora que habían llegado al hospital tras el desmayo que Adele había sufrido, el morocho todavía tenía en mente el rostro pálido de Adele cuando la había agarrado a tiempo de que su cuerpo cayera contra el suelo, habían intentado que despertara pero al fallar la camarera del bar había llamado a la ambulancia.

 Sabía que la rubia estaba en buenas manos porque Amelia, la hermana de su amigo la había atendido en cuanto habían entrado por la puerta pero estaba empezando a impacientarse al ver que nadie pasaba por ahí y les decía qué pasaba.

 El sonido de la puerta al abrirse les hizo a todos alzar la vista hacia la hermana de Benny que salía de la habitación.

 -Hermana-Benny fue el primero en hablar-¿Cómo está?

 Amelia miró a su hermano y a los demás y dirigió su mirada hacia la carpeta que llevaba entre las manos y arqueó una ceja mirando al morocho que estaba nervioso.

 -Bueno, está fuera de peligro. Solo fue un gran desvanecimiento ¿Recibió...-Miró al final del pasillo para comprobar que no había nadie-...alguna noticia que la alterara?

 -Discutió con su madre-Dijo Mason apretando los labios.

 -Entiendo-Asintió la doctora-Puede ser por eso por lo que su mente se alteró de esa manera, al volver a revivir una situación que no fue buena para ella. Los recuerdos trágicos suelen ser más intensos y dolorosos. Ahora solo tiene que descansar y en unas horas podrá ir a casa.

 -¿Podemos verla?-Preguntó Gabriel formando una fina línea en sus labios.

 -Claro, pero no la atosiguen mucho, aún está un poco débil.

 -Muchas gracias.

 -Vamos-Kako puso su mano en el hombro del chico-Entra.

 El morocho no dudó y abrió la puerta del cuarto.

 Adele se encontraba acostada en una cama en el centro del cuarto, con una fina sábana tapándola, tenía los ojos cerrados y su rostro orientado hacia la ventana pero en cuanto oyó el sonido de la puerta sus ojos se abrieron y giró su rostro, encontrándose con los ojos azules del morocho que tenía una sonrisa en su rostro pero lo notaba preocupado por ella.

 -Hola-Se reincorporó un poco haciéndole un hueco a Mason, pero él se sentó en la silla que estaba al lado de la cama mientras ella miraba sus pies que sobresalían de la sábana y estaban cubiertos con medias bordó a rayas azules, llevaba una sonrisa de lado.

 -¿Cómo estás?-Preguntó Mason mirando a la chica.

 -Bueno, quiero irme, aunque la doctora Bianchi dice que en unas horas me darán el alta, estuve mucho tiempo inconsciente. Gran susto ¿Dónde están los chicos?

 -Están en el pasillo.

 Adele asintió, su mirada no se desvió de la del morocho y frunció el ceño al ver algo en sus ojos que le preocupaba.

 -Oye...-Susurró ella-...no pasa nada, ya pasó-Sonrió.

 Y él sabía que tenía razón. Sí, todo ya había pasado pero ¿Y si volvía a tener otro recuerdo y volvía a perder el conocimiento durante más tiempo? Temía que la próxima vez no se quedara en un simple desmayo y le afectara de manera más grave.

 Salió de sus pensamientos cuando notó que Adele intentaba incorporarse parándose a su lado.

 -No deberías levantar...-Pero la chica lo hizo y unió sus labios con los suyos. Colocó sus manos en el rostro de Mason y tiró de él mientras volvía a recostarse en la cama.

Los Recuerdos de AdeleWhere stories live. Discover now