Capítulo 6

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 Mientras caminaba por la calle hacia su nuevo hogar junto a Gael, la rubia repasó su día en el instituto. Ese día había estado completamente ausente. Frankie le había preguntado si se encontraba bien unas cuantas veces y Peter le había ofrecido unos chocolates buenísimos a opinión suya pero ella les había sonreído agradeciéndoles su preocupación y los tranquilizó diciéndoles que solo se encontraba agotada. También estaba el encontronazo que había tenido hacía unos minutos con Lachlan mientras había subido corriendo hacia su clase. Una situación embarazosa, el chico iba a pensar que Adele no era normal y que siempre tenía que armar alguna buena. Primero la cafetería y ahora la caída. La culpa era del rubio, él la ignoraba.

 En clases había fingido, mirando al profesor y a su cuaderno alternativamente cada cinco o diez segundos, que atendía durante todas las clases que había tenido, al principio empezó a leer las primeras líneas del tema que estaban comenzando. Nada.

 Su mente le mostraba una y otra vez el momento en que esa chica de cabello castaño la había rodeado con sus brazos en un abrazo y después como ella y el otro muchacho fueron voluntarios para llevarla a su hogar. El rostro alegre de Kako, la mirada de preocupación, las leves sonrisas de ellos cuando ella bajó del auto despidiéndose. Esas imágenes llegaban a su mente y cuando terminaban era como si le volviera a dar al botón de reproducir y la película comenzaba de nuevo. Puede que estuviera agradecida con ellos por haberla ayudado cuando perdió el conocimiento y su mente se encargaba de rememorar cada minuto pero ya no podía dar las gracias, era muy poco probable que se volviera a encontrar con ellos. Mientras iban en el auto Adele se dedicó a prestarle atención a cada uno de sus rasgos y dedujo que serían más o menos de su edad pero que ella supiera no iban a su instituto, Gael los habría reconocido.

 Cuando se despidió del morocho, cruzó las calles y giró siguiendo camino, abrió sus ojos sorprendida al verlos ahí, en la puerta de su edificio.

 Sus comisuras, inexplicablemente, se elevaron un poco mostrando una sonrisa.

 -Hola-Saludó cuando estuvo cerca de ellos.

 Kako y Joshua alzaron sus miradas a la rubia que estaba parada frente a ellos, vestida con un uniforme de color azul oscuro y con una mochila en sus hombros. El rubio reconoció inmediatamente el uniforme, "del Instituto Broadbent", se dijo. Había jugado partidos de fútbol contra ese instituto tantas veces como para reconocer el uniforme, además de que se parecía al suyo, con diferencia de que el de Adele era azul oscuro y el de él y los demás negro.

 -Hola-Dijeron los chicos al unísono.

 Adele les sonrió.

 -Eh...-Comenzó Joshua algo nervioso. Hablar con Adele como si ella no fuera nadie, se le hacía una locura-Nos dejaste preocupados el otro día...

 La rubia, por primera vez en todo el día, sintió un leve dolor en la cabeza ¿Era su imaginación o había escuchado ese tono de voz en algún lugar?

 -Muchas gracias por preocuparse-Agradeció ella ignorando la molestia-Aunque no nos conozcamos-Dijo sin percatarse como ellos se habían tensado ante esas palabras-Agradezco que se preocupen por mí.

 Kako la miró sin contestar. Era real, mierda, era completamente real. Adele estaba frente a ellos, hablándoles como si fueran unos desconocidos ¿El mundo se había vuelto loco de un día para otro? No entendía nada.

 Adele los miró, primero a uno y después a otro.

 -Está bien...-Habló Joshua ante el pesado silencio.

 La rubia hizo un gesto con la cabeza.

 -Yo...tengo que irme...-Comunicó Adele.

 -Bueno-Empezó a decir Kako odiando el pensamiento de que se iría, se iría y no tendrían más excusas para verla y saber qué es lo que pasaba-Suerte.

Los Recuerdos de AdeleWhere stories live. Discover now