A este hombre le debe encantar aprovechar cualquier oportunidad para hacer una broma sobre que está ciego.
"Esta va a ser una larga noche".
Oíste un ruido de crujido junto a un pequeño parche de flores, así que siendo la persona curiosa que eras, fuiste a investigar.
Kagaya no sabía que te habías alejado de su lado por un momento, así que continuó hablando,
-T/n... me acabo de dar cuenta... si estás aquí entonces eso significa que caminé hasta la finca mariposa... pensé que era extraño cuando sentí que me tomaba más tiempo de lo que pensaba para llegar a mi habitación. Normalmente tengo dos gemelos que me enseñan el camino, pero estaban cansados y pensaron que podía arreglármelas solo.-Kagaya estaba hablando más o menos al aire cuando dijo esto.
Kagaya se rió para sí mismo mientras seguías buscando entre las flores, y encontraste un pequeño conejito.
-¡Pero mira lo que ha pasado! ¡Me he perdido de camino a mi propia habitación! Jaja.
Por fin te diste cuenta de que Kagaya seguía hablando contigo cuando terminaste de jugar con el pequeño conejito, y sentiste que te frustrabas más y más por segundos.
"Este tipo... con lo guapo que es... necesita una ayuda seria. ¿Por qué en el mundo confiarías en este hombre para volver a su habitación cuando es ciego?"
-Bueno T/n, me lo he pasado muy bien hablando contigo, pero debo volver. Espero que podamos volver a cruzarnos.-Kagaya sonrió mientras te saludaba.
O al menos, saludó a lo que creía que eras tú...
Pero en realidad era un árbol.
No pudiste evitar encontrarlo totalmente adorable. Te sentiste horrible ya que una parte de ti quería reírse.
-Adiós T/n.-Kagaya se inclinó hacia el árbol y trató de caminar en la dirección de la que venía, y entonces procedió a tropezar con una tabla suelta y caer al suelo.
-Oh Dios, lo siento mucho. Espero no haberte hecho daño.-Kagaya se disculpó con la tabla del suelo, luego se levantó, se sacudió el polvo y procedió a chocar con una pared.-Oh, mis disculpas señor. Que tenga una buena noche.
"Oh, Dios mío..."
-Kagaya, por favor, espera.-dices, incapaz de ver a este hombre andar por sí mismo durante mucho más tiempo.
-Oh, T/n. ¿Todavía estás aquí? Pensé que había llegado mucho más lejos. ¿Qué pasa?
Kagaya estaba confundido mientras ladeaba la cabeza al escuchar tu voz. Imitando la de un cachorro. Pero una vez más, no estaba frente a ti.
Estaba frente a otra pared.
-"POR EL AMOR DE DIOS, KAGAYA, DÉJAME GUIARTE A TU HABITACIÓN".
