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ALEJÁNDOTE DEL AGARRE DE YUSHIRO, SALISTE CORRIENDO....
Tenías que salir de aquí, tenías que irte lejos de aquí y encontrar el camino de vuelta a la finca.
-T/n, ¿por qué huyes de mí? ¿No sabes que aquí estarás más segura conmigo? Si sigues huyendo así a la intemperie, lo más probable es que Muzan vuelva a capturarte.- la voz de Yushiro se oscureció, manteniéndose a una distancia cercana detrás de ti, sin siquiera romper a sudar con el rápido ritmo que habías establecido.
No respondiste y te limitaste a seguir corriendo, esperando que alguien te proporcionara ayuda.
-¿Intentas escapar de mí? No lo permitiré, volverás a casa conmigo T/n.
El tono de Yushiro era frío y sin emoción, no tenía nada de la calidez que alguna vez poseyó.
No tardaste en quedarte sin resistencia, sintiendo que te morías sólo por tu baja energía. Nunca fuiste la persona más atlética del mundo, preferías moverte lo menos posible a la hora de luchar.
Yushiro te tenía apresada en sus brazos venosos, la piel se sentía fría mientras te rodeaba el cuello.
Sus muñecas se curvaron y sus frías manos se posaron sobre tu rostro manchado de lágrimas, sus largas uñas se clavaron ligeramente en tu piel mientras te susurraba al oído:
-¿De qué creías que iba a servir huir? Los humanos sólo tienen un límite de energía, por suerte no tendré que preocuparme de que te escapes de mí, no duras mucho y tampoco eres muy rápida. No puedes correr mucho antes de caer en mis garras otra vez, muñeca.
-¡Ayúdadme!-gritaste fuertemente, sollozando en el proceso mientras tus gritos eran amortiguados por una de las manos de Yushiro.
-No sirve de nada gritar muñeca, aunque me encanta escuchar tu voz, es mejor saber cuándo rendirse.
Las lágrimas siguieron fluyendo al encontrarte de nuevo en una situación en la que no podías hacer nada.
Su agarre era demasiado fuerte, y una vez más esto demuestra lo débil que eres realmente como cazadora de demonios. Ni siquiera tienes tu espada, e incluso si la tuvieras no estabas segura de que tuvieras el corazón para matar a Yushiro.
Se oyó un rápido golpe de espada, y el asfixiante agarre que Yushiro tenía sobre ti vaciló y cayó sin fuerzas.
La cabeza de Yushiro había sido cortada, una mirada de sorpresa estaba presente en sus orbes grises mientras la sangre goteaba de su cabeza cortada.
Viste su cuerpo desplomarse con los ojos muy abiertos, y te llenaste de muchas emociones a la vez.
Alivio, miedo, preocupación, tristeza y algunas otras. No estabas segura de cómo reaccionar ante este giro de los acontecimientos.
-No puedo creer que realmente haya confiado en ti Yushiro, es bueno que esta vez estés muerto de verdad para que no vuelvas a tener tus sucias manos sobre T/n.
-¿Tanjiro?-tartamudeas, tus sentimientos estaban todos mezclados y confundidos mientras Tanjiro solo se quedaba sonriendo como si no acabara de matar a Yushiro con su espada negra ahora ensangrentada.
-De repente había captado tu olor T/n, y Zentisu había escuchado tu grito de ayuda. Fui más rápido en llegar y simplemente me encargué del problema.-Tanjiro sonrió, sus ojos carmesí parecían oscuros y algo muertos, sin vida.
Permaneciste en silencio ya que algo en tus entrañas te decía que huyeras. A pesar de que Tanjiro acababa de salvarte de Yushiro, eso no hacía más seguro estar cerca de Tanjiro.
-¿Estás llorando mi dulce T/n? ¿Necesito cortar la cabeza de ese demonio en rodajas finas y preparar una comida con ellas? Sólo di la palabra y con gusto me aseguraré de que ese demonio reciba la muerte que realmente merece.
Tanjiro sonreía con la cabeza ladeada, algunos de sus mechones carmesí cayendo delante de su cara mientras Tanjiro parecía estar aturdido, mirándote con las mejillas sonrojadas.
Empezaste a retroceder lentamente, sacudiendo la cabeza mientras sentías que el agua embalsamada volvía a salir de tus ojos.
Estabas demasiado cansada para correr, y sentías como si el mundo te diera vueltas y la cabeza te diera náuseas.
-Mi dulce T/n... no hay necesidad de llorar.-comenta Tanjiro, aún sonriendo de una manera enfermiza mientras se metió en tu espacio personal y te jaló en un fuerte abrazo, alborotando tu cabello y luego colocó su cabeza encima de la tuya.
"SHHHHH ESTÁ BIEN AHORA. ESTÁS A SALVO. TE HE SALVADO, NUNCA MÁS TE HARÁN DAÑO....."
