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NADIE PERDIÓ EL TIEMPO PARA IR A BUSCARTE DESPUÉS DE RECIBIR LA NOTICIA....
Buscaban un rastro, cualquier rastro que pudieran encontrar para poder ponerte a salvo y hacerte preguntas una vez que todo empezara a calmarse.
Los Pilares, que no te conocían realmente, se sentían mal por ti, habías pasado por muchas malas cosas y no había duda de que estabas más que traumatizada.
Te darían tiempo para recuperarte y te curarían lo mejor que pudieran.
Sin embargo, no había mucho que pudieran hacer para curarte mentalmente.
Si hubiera una forma de quitarte todo el dolor mental, sin duda te ayudarían.
Tanjiro estaba muy familiarizado con los dos olores que permanecían en el aire. Aunque eran tenues, estaba claro a quién pertenecían.
Uno de los olores era el suyo, y el otro era el familiar aroma de Rui.
Tanjiro no podía entender por qué Rui actuaba de repente ahora y te llevaba, pero Rui no tenía ninguna importancia para él.
Solía tener simpatía por los demonios, incluso le gustaban Yushiro y Tamayo....
Pero todos esos demonios que te apartaban de él o te hacían daño, y las cosas que dañaban lo que le pertenecía no merecían el derecho a su simpatía.
Sin embargo, Tanjiro seguía amando a Nezuko, después de todo, era su hermana, y el único demonio en el que valía la pena confiar.
Tanjiro era un hipócrita. Un enorme hipócrita.
Pero no le importaba, en absoluto.
El único objetivo dentro de su mente era devolverte a sus brazos, donde pertenecías.
Devolverte a la seguridad.
Tardaron mucho tiempo, pero cuando finalmente te encontraron, se detuvieron al ver a un chico de pelo negro rezando ante múltiples tumbas.
- Me disculpo madre, padre, hermana, hermano.... Siento haber puesto a todos en peligro al irme... pero T/n es mi novia y eso la convierte en familia también ¿no? No podía dejarla atrás... tenía que traerla de vuelta... y la traje de vuelta... ¿Estás orgullosa de mí, madre? Espero haberte hecho sentir orgullosa...
- No entiendo...- se dijo Tanjiro al ver que el chico que tenía delante no se parecía casi en nada a Rui.
- ¿Qué quieres decir Tanjiro?- le pregunta Shinobu.
- Ese chico no se parece en nada al Rui que conozco, y sin embargo tiene el mismo aroma, y algunos rasgos son similares...- responde Tanjiro.
- Debe ser un arte demoníaco. No hay escasez de artes demoníacas por ahí, así que no me sorprendería que hubiera una que pudiera cambiar y alterar el aspecto.- comenta Giyuu, y sus ojos azules se posan en tu figura envuelta en telas de araña.
- Un demonio es un demonio, pero como no podemos estar cien por cien seguros de que se trate realmente de un arte demoníaco, dejaremos al chico tranquilo.- añade Giyuu, mientras va rápidamente a buscarte.
- ¡Las telas de araña deberían ser una prueba más que suficiente para demostrar que se trata de un arte demoníaco!- grita Zenitsu en señal de protesta.
- Aun así, prefiero no correr riesgos innecesarios.- responde Giyuu.
Te agitabas en los brazos de Giyuu, queriendo huir y escapar de esa gente.
- ¡Suéltame! ¡No puedo confiar en ti! ¡No puedo confiar en nadie! Dejadme en paz y dejadme huir antes de que cause más prob...- tus palabras de desaprobación se cortaron cuando Shinobu te dio un golpe de karate en un punto vital del cuello, dejándote inconsciente.
- Mis disculpas~ pero con todos esos gritos es como si quisieras que te atraparan de nuevo~.- Shinobu sonríe juguetonamente.
- Cuando volvamos a la finca...- Rengoku dice de repente, captando la atención de todos.
- HAY MUCHAS COSAS QUE QUIERO PREGUNTARLE UNA VEZ QUE SE CALME.
