3: El ultimo.

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—¿Que tal Madrid??—Emily esta tirada en mi cama mientras yo deshago las maletas—¿Los chicas son guapas?

—Solo estuve una semana, estuve muy ocupada trabajando, así que lamento decirte que no tuve tiempo de comprobar si las mujeres estaban guapas—en su cara se refleja decepción.

—Se que los mujeres no son de tu interés pero al menos podrías haberlo hecho por tu mejor amiga—hace un puchero.

—Los hombres tampoco me interesan—rodeo los ojos—Ademas llevas un mes saliendo con esta chica Marvin, Merlina...

—Molly—me corrige cuando ve que no le atino al nombre.

—Molly, llevas un mes saliendo con ella y las cosas parecen ir bien, ¿para que te interesa saber como son las chicas al otro lado del mundo?

—En esta vida hay que tener opciones chiquitita, uno nunca sabe—enseguida rodeo los ojos.

—Piensa como quieras.

—Te perturba la idea de que salga con muchas personas solo porque tu no lo has experimentado... Hay algo entretenido en tener muchas parejas y dejarse conquistar.

—Lo siento pero sabes que no soy de ese team. No creo en los hombres. Pero si llega uno que me haga cambiar de opinión, tiene que ser alguien con mis mismos ideales.

—Ruego a Dios porque ese hombre venga pronto y te ponga todo de cabeza—comienza a sacar ropa de mi maleta y a doblarla—Se que alguien te va a conquistar.

—Nadie va a conquistarme, los hombres que quieran una relación duradera y una familia bonita no existen, los hombres solo ven a las mujeres como un objeto para satisfacer sus deseos sexuales.

—No lo sabes, no todos los hombres son iguales.

—Lo dice la lesbiana—me burlo.

—No sea ridicula, soy lesbiana porque me gustan las mujeres, no porque tenga algo en contra de los hombres—me lanza uno de mis peluches—No puedes tener tanto resentimiento, querida han pasado casi 10 años. Esa ira acumulada no te hace bien, conoce a alguien por favor, solo trabajas y cocinas, tu vida no puede ser tan vacía.

—Ya habrá tiempo Emi, no me desespera encontrar a alguien.

—Mils, lamento decirte que estas en tu años más cogibles y nadie te está cogiendo.

—¡Emily! Ya basta ¿okey? Se que piensas que es fácil pero no lo es, no puedo confiar en los hombres, no se me da, además odio a la gran mayoría de ellos.

—Tienes demasiado odio a un género solo porque uno de ellos fue un hijo de puta contigo, hasta podrías ser la asesina de hombres con toda esa ira en tu cuerpo.—dice entre risas, y yo me tumbo a su lado en la cama, ella permanece doblando mi ropa.

—¿Quien es la asesina de hombres?—pregunto como si tuviera curiosidad.

—Es una sicaria, ha tomado mucha popularidad estos días por la muerte de varios hombres del gabinete del Rey, dicen que es hermosa y viste muy sexy, que nadie ha visto su cara jamás y vivido para contarlo. Joder ¡Que sexy!

Suelto una carcajada.

—Suena a un personaje de Anime... ¿Estas segura de que ella es real?

—No se si ella es real, tampoco quiero averiguarlo, pero de seguro no eres tu, no puedes ni matar a las cucarachas en el baño, además es imposible que seas tu con estas ropas feas de monja—me muestra una de mis faldas favoritas que acaba de sacar de la maleta—Hay que botar esto por favor.

—¡No! Es mi favorita.

—Es una abominacion Amelia.

...

Emily esta dormida a mi lado, me levanto con cuidado en busca de mi portátil, ha sido una larga noche de conversaciones, de ponernos al día.

Mi mayor preocupación desde hace años es que Emi descubra mi verdadero trabajo, pero ya he ahorrado suficiente para irnos a otro lugar, uno donde nadie pueda encontrarnos, estoy cansada de hacer el trabajo sucio por los demás, y esto también supone un riesgo, porque aunque trabajo para el servicio secreto, la mayoría de las personas no lo saben, así que existen otras entidades que me buscan para entregarme a la justicia, así que soy muy clara cuando escribo un email a Carter enviando adjunto todos los documentos de España y al final del email, le específico que este ha sido mi último trabajo para ellos y que estoy oficialmente retirada.

Envió el email y doy por finalizada esta jornada, apago la laptop y me acurruco junto a Emily perdiéndome en el mas profundo sueño de libertad.

Asesina de Hombres || Matt Smith & Milly AlcockWhere stories live. Discover now