37. El interrogatorio.

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Estoy sentado en mi oficina con la cabeza pegada al escritorio.

Desde que he llegado no dejan de felicitarme. Me atribuyen el exito de la misión, que la asesina de hombres este detenida en una de las celdas preventivas del NCA es un logro para todos.

Y quizas lo seria para mi sino estuviera enamorado como un tonto.

Milly no volvera a ver la luz del Sol, vivira el resto de su vida en una celda.

Solo pensarlo me parte el alma, me hace querer llorar.

Toda su vida la ha pasado mal por culpa de los demas y creo que ahora es mi culpa que se haya entregado.

Pero no hay nada que hacer, nunca podremos estar juntos otra vez.

Rhys me ha pedido que le haga el interrogatorio y la verdad es que no se si estoy preparado para verla.

Los minutos pasan volando, el interrogatorio es inminente.

Me levanto de mi asiento y me tiemblan un poco las manos.

Tomo mi portafolios con todos los datos del caso y me voy a las celdas de prision preventiva.

Habra un juicio pronto y Milly estara detenida hasta entonces.

Bajo en elevador y cuando me encuentro en uno de los sotanos donde estan las celdas comienzo a sentirme nervioso.

Quiero reclamarle a Milly.

Decirle que ha sido una tonta por no irse cuando pudo, por no aprovechar la libertad que le di.

Y entonces pienso que podria sentirme peor si la hubiera entregado cuando planeaba hacerlo.

Es ella quién ha decido hacer esto, no yo, aunque eso no evita que me sienta responsable.

Quizas no ha soportado vivir con la culpa y en parte lo entiendo, pero me cuesta vivir sabiendo que ella pasara el resto de su vida en una prisión de Londres.

La pena de estos crimenes por lo general es cadena perpetua y yo no podré hacer nada para impedirlo.

—Tienes máximo 12 horas para lograr que te dé los datos de todos los asesinatos y las razones por las que lo hizo—advierte Rhys abriendo la puerta que lleva a las celdas.

—Bien—atravieso el umbral algo nervioso.

No quiero sucumbir, no puedo abrazarla, ni tocarla, ni besarla, eso no seria etico ni profesional.

He venido ha hacer mi trabajo.

Me repito eso una y otra vez para no caer en debilidad ni en sentimentalismo.

Me pongo de pie frente a la celda numero dos, el carcelero la abre para mi y siento miedo.

No temo por mi vida, sé que Milly jamas me haria daño, temo de mis sentimientos y emociones que no pueden controlarse cada vez que la tienen cerca.

Entro a la celda y mi miedo incrementa al no ver a Milly dentro.

Es una mujer bastante mayor, delgada y de baja estatura, sus cabellos son entre rubios y blancos, esta sentada en la cama de metal que hay en la celda.

Me mira y sonríe, ella parece haber estado esperando por mi

Debe haber una equivocación, me giro pero el carcelero ya ha cerrado la celda.

—Hola Oficial Smith—saluda desde atrás, ella me conoce evidentemente—Juré decir la verdad, pero solo si usted me interrogaba.

Me giro sobre mis talones para mirarla otra vez.

Asesina de Hombres || Matt Smith & Milly AlcockWhere stories live. Discover now