Asesina de Hombres || Matt Smith & Milly Alcock

32. La naturaleza

Me despierto sobresaltada, asustada, temblando, con el corazón acelerado y con un nudo en la garganta.

Que sueño de mierda.

Los ojos se me llenan de lagrimas.

Exijo que esto solo haya sido un sueño, pero tengo la boca completamente seca y las manos me hormiguean, tengo taquicardia e intento recordar que paso después de mi conversación con Matt pero todo esta demasiado borroso.

Intento sentarme pero no puedo, no tengo fuerzas o al menos mi cuerpo no responde a las señales que envia mi cerebro.

《¿Que carajos?》.

Intento analizar la situación, pero mi vision borrosa no me permite hacerlo por completo.

Una parte de mi aun sigue dormida y la otra esta luchando porque mi cuerpo le obedezca.

Cierro los ojos, estoy exhausta y un poco mareada.

De pronto siento algo humedo impactar contra mi mejilla y una respiración fuerte bastante cerca, abro los ojos y es un enorme perro negro.

Es Thunder.

Me lame la cara intentando despertarme.

¿Que hace thunder aqui?.

Debo seguir soñando... o ¿Esto es real?.

Thunder pone su cabecita al lado de la mía sobre las sabanas grises y ahi es cuando caigo en cuenta.

Mierda.

Estoy en casa de Matt.

Intento enfocar mejor y asi es, estoy en su habitación, en su cama y me invade ese olor tan característico de él.

Matt me ha traido a su casa.

¿Como no me di cuenta antes?.

Tengo mucha sed, e intento sentarme sobre la cama pero no puedo.

—Matt...—mi voz sale a penas como un susurro—Matt—intento llamarlo con todas mis fuerzas pero nada sucede.

Nadie viene, nadie me escucha, solo somos Thunder y yo y una desesperación enorme porque mi cuerpo no responde.

Cierro los ojos de nuevo, no tengo fuerzas, me duelen los ojos y estan secos.

Siento a Thunder subirse por fin a la cama pone su cabeza en mi hombro.

—Cuidame Thunder—le hablo con la poca voz que me queda—Y si alguien viene... avisame.

Cierro los ojos de nuevo y simplemente me dejo vencer.

...

Oigo ladridos, y voces.

—Ya calmate Thunder—la voz de Matt que reconoceria en cualquier lugar se hace presente en la habitación, el perro ladra en respuesta, yo abro por fin los ojos y veo a Thunder a mi lado gruñendole a Matt, amenzandolo—No voy a hacerle daño Thunder.

El perro no cede, miro a Matt, esta completamente vestido de negro, su habitual uniforme del NCA solo que sin el chaleco.

Hacemos contacto visual, y ahora puedo ver mucho mejor.

—¿Me puedes decir que le hiciste a mi perro que ahora todo su amor y lealtad esta puesto en ti?—me habla.

Yo intento sentarme en la cama y mi sorpresa es que consigo hacerlo, me siento con cuidado, un poco mareada y Thunder se sienta a mi lado.

Justo ahora tengo mas consciencia me doy cuenta de que estoy vestida, y tengo las manos atadas.

—¿Mejor explicame tu que me hiciste?—lo miro enojada, no entiendo que me paso.