30. El culo de la sirena.

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—¿Que haces aqui?—me habla.

Levanto la vista para mirarle, no tengo mas opcion que enfrentar la situación.

Estoy resignada, lo miro a los ojos, estoy a punto de responderle, cuando veo una mano pasar por encima del hombro de Matt y ponerle un pañuelo en la boca.

Gracias a Dios por Emily.

Matt intenta darse vuelta, pero yo pongo mis manos atadas detras de su nuca, para que no se mueva, la mano que ahora identifico como la de emily sigue presionando la boca y la nariz de Matt, pero este sigue forcejeando con nosotras hasta que al fin la droga lo vence, Emily quita el pañuelo y Matt cae al suelo sentado, mi cuerpo cae sobre el de él al estar amarrada.

Estoy en una posicion rara y extraña, al estar amarrada de manos y pies no puedo moverme.

Mis rodillas flexionadas quedan entre las piernas abiertas de Matt y mis brazos siguen atados alrededor de su cuello.

Siento su respiración cerca de mi cuello, su mirada perdida, drogado e indefenso, me rodea con sus brazos aferrandose a mi en un ultimo intento, pero yo conozco los efectos de la escopolamina, no va a poder resistir mucho más.

—¿Que carajos?—Emily me mira desde arriba—Levantate, tenemos que irnos.

—Milly—habla con dificultad—No te vayas—pide casi en un susurro—No te vayas otra vez.

Mi corazón se rompe un poco al escuchar eso, Matt en medio de su estado de drogas me ha pedido que no me vaya.

Quisiera poder complacerlo en eso, pero ahora es mucho mas complicado.

—No puedo quedarme—lo miro ya no esta en si, su mirada esta dilatada y perdida, sus brazos ya no se aferran a mi, y esta despierto pero no esta consciente.

Me duele verlo así y no quiero dejarlo, las lagrimas se escapan por mis mejillas y no tengo el valor de alejarme, lo miro, miro su piel, sus ojos estan negros, y su boca cada vez mas seca, efecto de la droga. No quiero irme, no quiero dejarlo, pero Emily me da un golpe de realidad cuando corta la cinta de mis manos y estas quedan libres.

—Ni se te ocurra besarlo o voy a tener que arrastrarte hasta el hotel y ya hemos llamado demasiado la atención—advierte Emi.

—No iba a besarlo—respondo fastidiada.

Pero ganas no me faltan.

Emily corta la cinta de los pies y soy libre de nuevo.

Libre para irme, pero no me muevo.

—Amelia, hora de irnos—Emily me habla pero yo no puedo irme, no quiero dejarlo así.

Lo amo mucho, y se que si me voy ahora no volvere a ver esa sonrisa o esos ojos verdes, y yo no se si quiera vivir sin el.

Lo abrazo en un impulso pero el no me corresponde, solo esta ahi existiendo, y es mi culpa que este asi, es mi culpa que todo se haya ido a la mierda.

Estoy llorando desconsolada,  no puedo irme, no quiero hacerlo, no quiero dejarlo aqui, no quiero vivir lejos de la unica persona que he sido capaz de amar.

Me duele el corazón.

—Milly, cariño—Emily pone sus manos en mis hombros intentando separarme—No me hagas esto, debemos irnos antes de que alguien mas llegue—la miro y en su cara solo veo dolor y preocupación—Tu lo entiendes, tu lo sabes—insiste—Debemos irnos.

—Pero amo a Matt—respondo sollozando—Lo amo, y no quiero dejarlo.

Emily se agacha a mi lado y me abraza.

Asesina de Hombres || Matt Smith & Milly AlcockWhere stories live. Discover now