Timido

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*Alemania antes de hablar con Polonia*

En una junta, poco después de la muerte de RDA. Alemania parecía estar más serio que en antigua reuniones, ni siquiera se inmutó cuando Japón se acercó para saludarlo a intentar animarle, sólo hizo que la japonesa se sintiera incómoda por la ausencia de respuesta y la mirada vacía y cansada del alemán.

Cuando fue hora de retirarse, Alemania se levantó rápidamente, sabía de antemano que todos se quedaban para convivir en un pequeño almuerzo organizado por la organización, pero también sabía que algunos se acercarían para darle el pésame, y no estaba de humor como para escuchar falsas palabras de apoyo. Se dirigió a la salida ignorando el grito de Japón para que la esperará. Estiró el brazo para alcanzar la perilla, pero una mano se le adelantó, y terminó tomando dicha mano.

Fruncio el ceño, sabiendo que tendría que hablar con el país que estaba a lado, y vendría una incómoda plática que terminaría con un comentario cruel y sarcástico de parte de él para poder liberarse. Volteó dispuesto a decir sólo un par de palabras e irse, pero su sorpresa hizo que las palabras se quedarán en su garganta y su ceño pasaba a ser uno de preocupación.

Justo a su lado estaba el polaco, con su semblante tímido que siempre tenía cuando se acercaba. La mirada estaba sobre la perilla, dándose cuanta de que la mano que sostenía era la del polaco.

¡ESTABA SOSTENIENDO LA MANO DE POLONIA!

Aparto rápidamente la mano, dando unos pasos para atrás. Podía sentir las mejillas calientes y sus piernas temblando. Quiso disculparse pero de su boca salía un balbuceos ininteligible.

El polaco soltó una pequeña risita, cubriendo parte de sus labios con su mano.

¡POLONIA LE ESTABA SONRIENDO A ÉL Y NO ERA UN SUEÑO!

Sintió su corazón acelerarse a un ritmo peligroso, su rostro ahora estaba hirviendo, y la mirada atenta de Polonia no ayudaba en nada.

Pol- O...oye, Alemania, me preguntaba si...

Ale- ¡T...te...tengo que irme! - Abrió la puerta rápidamente y salió corriendo sin mirar por donde iba, terminando por caer de las escaleras.

El polaco corrió para asegurarse de que estuviera bien, pero este ya se estaba levantando como si nada para volver a empezar a correr.

vale madre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora