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USSR- De...déjame explicarte. - La expresión del alemán no le ayudaba en absoluto a calmarse para dar una explicación, así que le ponía nervioso pues no sabía si le tenía miedo por aquella revelación.

TR- No, no, no estoy enojado ni asustado solo...sorprendido. - Había captado el tono de voz del mayor, estaba preocupado por su reacción y lo que diría ahora, pero por más que quisiera calmarlo no podía. Es extraño que un país mate a su propio padre, normalmente dejan que las cosas transcurran y la muerte por disolución llegué. - Creo que solo tengo que procesarlo.

El soviético solo agachó la mirada al no querer seguir viendo los gestos de su pareja. Con un poco de esfuerzo se levantó y tomo el tazón y la batidora para seguir con su labor de cocinero en un intento de disipar aquella escena de su mente, cosa que no funcionó.

TR- ¿Por qué?

USSR- Él me obligó. - Prendió la estufa, colocando una sartén con mantequilla. Está vez trataba de controlarse, no quería decir cosas de más que solo le ocasionaban más problemas, aún así seguía temblando por el miedo y retención de emociones. - Aquella noche que llegue para derrocarlo tenía planeado desterrarlo y que muriera solo, pero comenzó a insultarme y decirme...lo que yo era para él, después solo...- Escucho los pasos detrás de el y pararon justo a su lado, pero siguió sin mirar. - Solo guío mi arma a su cabeza para dispararle, no quería, enserio yo... él no fue... me llamo cobarde y...y...

TR- Solo no querías. - Tomo la espátula que el soviético tenía en la mano, ayudándole a voltear los intentos de circulos que estaban en el sartén. - No necesitas una razón importante para no querer algo así. - Tomo el mentón del mayor para que lo voltear a ver, notando su aún desesperada expresión por el esfuerzo que significaba. - Tampoco fuiste un cobarde, solo fuiste un buen hijo para un mal padre.

Las lágrimas del soviético caían por sus mejillas, sentía que una parte de él se había liberado por hablar con R3ich de como mato a su propio padre, aunque no sabía si eso era hablar, aún faltaban muchas cosas que no podía decir abiertamente.

Sin pensarlo mucho abrazo al menor con fuerza, sintiendo como su cuerpo brinco por la repentina acción, fue correspondido de inmediato con unas pequeñas caricias en la espalda en un intento de consolarlo.

Su padre se había muerto pero ahora tenía a su alemán junto a él y haría cualquier cosa para que se quedará a su lado.

TR- Los malditos hot cakes se queman, imbécil.























Es la 1 am aproximadamente y ya estoy muy vieja pa estar despierta a esta hora pero me siento mal y no puedo dormir.

Me gusta mucho, pero mucho la relación de estos días, y nunca me había dado cuenta de que mi USSR parece como un perro viejo que ocupa cariño y R3ich un gato huraño que te da cariño cuando quiere y el resto del tiempo te ataca, lo curioso es que a USSR le gustan los gatos y R3ich los perros. Que bonito.

El siguiente capítulo de este libro va a ser interesante, espero les guste por qué trabaje mucho en el por qué necesitaba sacarme lo de la cabeza, solo diré que es un ¿Que pasaría? Que creo que esperaban.

vale madre Место, где живут истории. Откройте их для себя