Alguna vez te has preguntado ¿Qué pasaria si tu corazón se divine entre dos personas?
Nada es lo que parece, todos parecen estar ocultando algo.
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Historia omegaverse.
-+18
-Mención de...
La luz del sol se colaba por la pequeña ventana de mi habitación, el olor a café inundaba mis fosas nasales.
-Buenos días Minnie - Me saluda Hoseok con su brillante sonrisa mientras estira su mano dándome mi taza favorita.
-Buenos días Hobby.
-Valla parece que no dormiste mucho...
-Llegué un poco tarde anoche.
Llevé la taza a mis labios, saboreando mi bebida favorita.
-¿Cómo te fue con el otro alfa?
-Buenoooo - Respiré profundamente poniendo en orden mis ideas.
-No es lo que pensé que sería pero su olor es realmente parecido a el de Taehyung.
-Talvez por eso lo confundiste con otro predestinado Minnie.
-No Hobby, hay una conexión con los dos, los dos son mis predestinados y no se porqué, ni como va a acabar esto, lo único que se es que quiero a los dos en mi vida.
-Dudo que ellos piensen lo mismo sobre todo por ser alfas, sabes lo territoriales que son.
-Lo se además hay algo en Jungkook que no me logra convencer.
-¿Qué?
-Creo que oculta algo.
Mi mejor amigo siempre me escuchaba sin presionarme ni cuestionarme, amaba esa conexión que teníamos, nos conocíamos desde el jardín de infantes y era la persona en la que mas confiaba.
-Lo llevé a P- Le dije mientras una gran sonrisa se dibujaba en su rostro.
-De seguro la pasó mal.
-Al contrario... Se divirtió, es más estoy seguro que llamará en 5...4...3...2...
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El sonido de mi teléfono sonando interrumpió mi conteo.
-Te lo dije...
-Hola Jungkook- Saludé bajo la atenta mirada de mi mejor amigo y su sonrisa socarrona.
-Yo también la pasé bien...
-Mejor en mi casa, te envío la ubicación...
-Adiós...
-Esa es la señal para que me valla - Mi mejor amigo me daba una leve sonrisa de malicia en su rostro mientras se paraba de mi cama.
-Solo viene a recogerme!
-Si, si lo que tu digas! - Escuché como cerraba la puerta del apartamento.
Tomé un último sorbo de café levantándome de la cama para darme un baño y organizarme.
Decidí vestirme con un pantalón negro acerado con una camiseta ancha de color blanco, zapatos negros y una chaqueta de cuero, miraba por última vez mi reflejo en el espejo cuando recibí una llamada.
"Ya llegué"
"Ya bajo"
Me sorprendí al no ver el gran auto de la noche anterior aparcado en la entrada de mi edificio, en su lugar había una motocicleta Harley color roja y recostado en ella estaba Jungkook.
-Ey - Saludé recibiendo un casco negro con decorado rojo en mis manos.
-Espero no te den miedo las motos - Dijo con una gran sonrisa.
Me incliné hacia su cuerpo sin despegar mis ojos de los suyos, acercándome peligrosamente a sus labios, quedando a escasos centímetros de distancia.
-¿Miedo? Para nada.
Le di un pequeño beso donde solo nuestros labios se rosaron por dos segundos, separándome rápidamente para ponerme el casco.
-¿Vamos?
Su sonrisa se hacía cada vez más amplia, realmente se estaba divirtiendo.
"Alfa"
Su hermosa sonrisa hizo temblar mi corazón.
-Ahora que lo pienso ¿A dónde vamos? - Pregunté inclinándome hacia su cuerpo, recostándome en su espalda, sintiendo su calor contra mi pecho.
-A un lugar secreto - Podía imaginar su sonrisa coqueta justo en el momento de pronunciar esas palabras.
-¿Vas a vender mis órganos? O ¿Eres un secuestrador?
-Jajajajaj eso debiste pensarlo antes de subirte en la moto.
"Touche"
Una carcajada salió de lo mas profundo de mi garganta, este alfa era divertido.
Llegamos a un hermoso restaurante parecía sacado de un cuento de hadas, podía jurar que saldrían ninfas a atendernos y nos cocinaría algún elfo.
-Este lugar es hermoso,parece sacado del señor de los anillos - Dije recibiendo un ligero asentamiento con la cabeza de Jungkook.
-Me alegra que te gustara.
Entramos en el lugar, me decepcioné un poco al no ver ninguna ninfa o elfo en el lugar.
-Oye precioso si sabes que los seres fantásticos no existen?
Una pequeña risa salió de mi, ahora podía leer mi mente, realmente se había convertido en el mejor compañero de juego.
-¿Cómo sabías que estaba pensando en eso?
-Tus ojos te delatan.
Comimos entre risas, compartiendo nuestra comida como si fuéramos una pareja, estabamos tan inmersos en nosotros que no nos dimos cuenta en que momento oscureció.
