TWO ALPHAS (VKOOKMIN)

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-¡NAM HYUNG!.. Estoy aburrido -
Di un fuerte bostezo desplomándome sobre el escritorio.

-Jungkook apenas son las 10am... Llevas 2 horas trabajando - Lo escuché resoplar de forma cansada.

-Este trabajo es tan poco interesante.

-Entonces ¿En qué quiere trabajar su alteza?

-No se.. Tal vez de idol o modelo jajajaja

-Bueno la cara y el cuerpo ya lo tienes, pero... - El sonido de un teléfono nos sacó de nuestra plática matutina.

-Hola Jinnie.

-En la oficina y ¿Tú?

-¿En serio?

-Por cierto... ¿Cómo te fue en el cumpleaños?

-Genial, dile a Jimin que le debo el regalo.

-¿Qué? - Dije y Nam me ignoró.

-Esta bien, nos vemos el fin de semana.

-¿Qué quien estaba cumpliendo años? - Me apresuré a preguntar sin esperar que colgara la llamada.

-¡Dios! ¿Puedes tener un poco de paciencia?

-No.

-Jimin cumplió años el sábado.

-Me estas jodiendo.

-No tendría porque hacerlo.

-¡Mierda! ... Soy un idiota.

-No te lo niego.

-Si no me vas a ayudar... No opines.

-Uy!.. Que delicado.

Lo escuché reír de forma burlona mientras salía de mi oficina.

-Tch.

Estaba molesto conmigo mismo se suponía que estaba "Saliendo" con Jimin o talvez no?, no sabía que teníamos pero había algo, lo mínimo que podía hacer era saber de su cumpleaños.

Terminé los pendientes que tenía para liberar mi tiempo, quería salir lo mas pronto posible de la oficina.

-Ey ¿A dónde vas tan temprano?

-A Seúl - Fue lo último que dije antes de cerrar las puertas del ascensor.
Era una calurosa tarde de miércoles cuando me adentré a mi auto con destino a Seúl.

"Quiero verlo"

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Jimin estiraba su pierna derecha subiéndola en la barra de baile estirando sus músculos, como era de costumbre después de dar clase matutina trabajaría en una nueva coreografía para su último grupo de idols.

-¡Minnie! - Hoseok le llamaba desde la puerta elevando su mano haciendo gestos, haciéndolo reír pensando en lo tonto que era su amigo.

Siempre hacía lo mismo iba lo molestaba y seguía su camino, realmente le gustaba trabajar con el en la misma compañía.

Desde que habían salido de casa a los 13 y 15 años respectivamente, se habían empeñado en ser bailarines, llegando a ser parte de una de las compañías mas importantes de Seúl.

"Mierda"- Pensó Jimin mientras se reincorporaba frenando sus movimientos.

Cogió rápidamente su teléfono móvil marcando el numero de Hoseok.

-Minnie... ¿Qué pasa?

-Hobby.. Ayúdame - Dijo en un susurro cayendo al suelo sintiendo su temperatura subir de golpe.

Hoseok salió corriendo de la cafetería al encuentro de su mejor amigo, abriendo rápidamente la puerta del estudio de baile dejando escapar el mar de feromonas.

-Mierda Jimin, vamos.

Se apresuró hacia su amigo recogiéndolo del piso, pasando el brazo del más bajo por su cuello para ayudarle a tener estabilidad.

-Tus celos son de los peores.

Jimin jadeaba con cada toque del mayor, en su celo perdía todo control de su cuerpo, se sentía como gelatina en las manos de los demás.

-Hobby...

-Tranquilo ya vamos a llegar - Decía Hoseok mientras pisaba el acelerador.

Llegaron en menos de 15 minutos, bajando rápidamente del auto, adentrándosen en el departamento, como pudo llevó a Jimin a su habitación cerrando todas las ventanas del pequeño apartamento.

Lo último que querían era tener problemas con algún alfa del sector.
Jimin jadeaba en su cama, los dos primeros días de su celo se volvía extremadamente sensible y caliente.

"Alfa.. Alfa... Alfa"

Su mente no dejaba de llamar a sus alfas, quería a alguno o a los dos en ese preciso momento.

Llevó su mano a su camiseta de baile retirándola lentamente sintiendo sus dedos fríos sobre su piel caliente, haciéndolo contraer sobre su cama.

-Minnie voy a ir por supresores.. ¡NO SE TE OCURRA SALIR! - Escuchaba decir a Hoseok mientras tocaba sus pezones erectos sobando su gran erección contra el colchón.