TWO ALPHAS (VKOOKMIN)

💜 Cap 22 💜

🐰

Al cabo de unos cuantos minutos llegamos a un edificio, no era una mala zona pero tampoco era la mejor, un barrio de clase media en donde habían varios edificios y casas, nos adentramos en el enorme bloque de apartamentos.

-Espero que les guste la pizza - Dijo mientras subíamos en una ascensor al piso 4.

-Si.

Íbamos a su casa justo en este momento, maldecía por haber invitado a Nam, era mi oportunidad de estar a solas con el sexy rubio y hacerle toda clase de cosas pervertidas, que demonios se me pasó por la cabeza.

"Soy un idiota"

Llegamos al apartamento 401 eran alrededor de las 11pm, abrió la puerta dejando ver un pequeño pero cómodo apartamento, constaba de una sala con un par de muebles grandes negros, al lado un comedor de 6 puestos también de color negro, una amplia cocina con gabinetes blancos, un pasillo en donde podía ver 3 puertas.

-¡Minnie! - Una estruendosa voz dejo ver a un chico de cabello rojo, delgado, un poco alto, con una gran sonrisa brillante.

-¡Hoseok!... Me asustaste, pensé que estabas dormido.

-Jajajajaja estaba viendo una película con - Decía mientras se dirigía a la cocina, Nam y yo ya habíamos tomado asiento en la sala.

-Minnie... Hola - Un chico de cabello rosado nos miraba, yo lo recordaba del día anterior.

-¿Jin cierto? - Le Pregunté.

-Tu eres el chico de ayer... ¿Jungkook?

-Si, mucho gusto - Estiré mi mano en modo de saludo mientras el tomaba la mía.

-Esté es mi hermano- Volteé a mirar a Nam viendo como sus ojos se encontraron, pude ver el momento exacto dónde sus ojos se convirtieron en su propio universo.

Cenamos pizza mientras compartíamos una que otra historia, Nam y Jin no despegaban sus ojos del contrario por más de un par de minutos.

-Bueno debemos irnos, el camino a Busan es largo - Dijo Nam parándose del mueble, no sin antes pedirle de forma disimulada el número de contacto a Jin.

-Precioso... ¿Podemos hablar un momento? - Le pregunté a Jimin ganándome la mirada curiosa de los demás.

-Ven conmigo.

Nos adentramos en el pasillo yendo a la última puerta, dejando ver su habitación totalmente organizada, una cama doble con sábanas azul celeste, una pequeña ventana que daba hacia la calle, un pequeño tocador y un televisor empotrado en la pared.

-Dime - Su sonrisa coqueta mirándome, me hacía olvidar hasta el mas mínimo detalle de mi existencia.

Me acerqué quedando a solo centímetros de distancia, mis manos se apoderaron de su cintura, nuestros ojos empezaron una batalla por ver quien cedía primero ante los labios del contrario.

Mis manos sosteniendo su cintura, sus pequeñas manitos sobre mi pecho, el calor y nuestros olores mezclándosen, al parecer yo sería el perdedor.

Mis labios buscaron los suyos, uniéndolos en un beso desesperado y profundo, sus brazos se enredaron a mi cuello, empujé suavemente su cuerpo hasta acorralarlo contra la pared.

Mi mano izquierda se escabulló debajo de su camisa sintiendo su suave piel con mis dedos, mi pierna derecha se interpuse entre las suyas sintiendo nuestros palpitantes miembros.

Lo deseaba, me encantaba su olor, su brillante sonrisa, sus pequeños ojos de mirada angelical, su descaro al mirarme, estaba llegando a mi limite.
Su mano entró en mi pantalón, tocando mi erección por encima de la ropa interior, jadeábamos en los labios del contrario.

-Kook...

Su voz jadeante y suplicante, su respiración caliente en mi boca, su temperatura subiendo y su aroma haciéndose cada vez mas fuerte, me estaba volviendo loco.

Tomé sus piernas entre mis manos levantándolo del suelo, haciendo que sus piernas se enredaran a mi cadera llevándolo hacia la cama, dejándolo caer sin dejar escapar sus labios mientras me acomodaba entre sus piernas.

Por alguna extraña razón sentía que no tenía el control de la situación, dándome la razón cuando de un giro su cuerpo se quedo encima del mío.

La sonrisa en su rostro coqueta mientras me miraba, sus manos desabrochando mi pantalón.

-Quítate la camisa - Ordenó y yo solo pude obedecer.

"¿Quién es el cazador y quien es la presa?"

Sus manos quitaron tanto mi pantalón como mi ropa interior dejando ver la enorme erección.

"Mío"

Mi lobo reclamaba que lo tocara, que lo sintiera, que lo mordiera y lo reclamara como mío, miré a sus ojos tan oscuros y consumidos por el deseo que una corriente eléctrica atravesó mi espina dorsal impidiéndome tomar el control de la situación.

"Esos ojos me dominan"

Su boca reclamó mi pene, sus paredes bucales me tomaban como si fuera el mejor dulce del mundo, su lengua paseándose desde la base hasta la punta, haciendo que en mi cuerpo se estremezca de placer.

Su vaivén mucho mas rápido, su mano en la base de mi pene masturbándome mientras su boca me daba el mejor sexo oral de mi vida.

-Jim... Ya me..

Su boca reclamó con mas entusiasmo mi miembro, llevándolo mas profundo, haciendo que fuera inevitable soltar toda mi esencia en su garganta.

Se separó de mi pene tragando todo mi semen dándome un último chupón antes de sacarlo suavemente de su boca.

-Ya es hora de que te vallas - Dijo con una expresión de tranquilidad mientras pasaba su lengua en sus labios saboreando.

-Pero - No me dejo terminar de hablar abrió la puerta saliendo dejándome completamente solo en su habitación.

"Mierda"

-A lo mejor Nam tiene razón, estoy perdiendo mi toque.

Refunfuñé mientras me vestía acomodando mi ropa y mi cabello.

Me dirigí a la sala en donde reían alegremente mientras tomaban una cerveza.

-¿Vamos? - Le hablé a mí hermano.

Le di un pequeño beso en los labios a Jimin en señal de despedida, mientras me despedía con la mano de los otros dos saliendo de aquel apartamento.