Alguna vez te has preguntado ¿Qué pasaria si tu corazón se divine entre dos personas?
Nada es lo que parece, todos parecen estar ocultando algo.
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Historia omegaverse.
-+18
-Mención de...
Los días pasaron rápido, otro fin de semana había llegado a su fin, conducía como ya era costumbre hacia mi “casa”, extrañamente sentía que dejaba mi hogar cada vez que salía de la casa de mi hermoso rubio.
El clima frio anunciaba la llegada del invierno, estábamos a mediados de noviembre, aún no reclamaba a jimin como mi omega, primero debía solucionar el tema de mi “prometido”.
Mi estómago gruñó al frente de mi restaurante favorito, decidí bajar de mi auto para comer antes de llegar a mi supuesta casa.
-Buenas noches señor Kim… ¿Misma mesa?
-Si… Gracias.
Me senté en mi mesa favorita, agradecía tener favoritismo en aquel restaurante.
-Buenas noches señor Kim… ¿Qué desea ordenar esta noche?
-Buenas noches Dani, hoy comeré langosta y para tomar una botella de enate chardonnay, para la entrada langostinos apanados en salsa holandesa y para el postre helado de chocolate, gracias.
El mesero se alejó de la mesa tomando la orden, mientras yo tomaba el celular en mis manos mirando la hermosa vista desde la ventana del restaurante.
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Miré por última vez la hermosa foto de mi omega mientras recibía la comida.
-Que coincidencia ¿Té molesta si me siento?
“Esa voz”
Alcé mi vista encontrándome con sus ojos negros, decidí ignorar el golpeteo nervioso de mi corazón.
-Claro que no, adelante – Le dije señalando la silla al frente mío. Se sentó sin apartar su vista de mi.
-¿No piensas comer? – Pregunté llevándome un pedazo de langosta a la boca.
-Ya comí.
-Entonces ¿Qué haces acá?
-Te vi entrar y no podía desaprovechar la oportunidad.
Mi mente divagaba entre el alfa que tenia sentado enfrente de mi y mi precioso omega que me esperaba en Seúl.
-Ya veo – Tomé la copa de vino llevándola a mi boca – Sus ojos se clavaron en mi mano izquierda.
-¿Y ese anillo? – Preguntó de forma directa.
-Mmmm – Quería ignorarlo él no tenía porque saber de mi vida privada.
-¿Tienes pareja?
-Eso a ti no te incumbe.
-Taehyung – Su voz sonaba amenazante, mi lobo gruñó.
-¿Qué Jungkook? – Mi voz molesta lo hizo gruñir.
-¿Tienes pareja? – Volvió a preguntar.
-Si Jungkook ¿Tienes algún problema con eso?
-Tu no puedes tener pareja Taehyung.
-¿Perdón?¿Quién demonios te crees para venir a darme órdenes?
Me paré de la mesa molesto, deje un par de wones encima de la mesa, lo suficiente para pagar la cuenta y un poco más para el mesero.
Caminé a pasos rápidos hasta mi auto.
-¿Qué demonios quieres Jungkook? – Lo confronté totalmente enojado.
-¿Ya me olvidaste? Porque yo no te e podido olvidar.
-Ja! ¿No has podido?....Dime cariño ¿A cuántos omegas y alfas marcaste mientras te los cogías? - Me acerqué a el de forma intimidante sin despegar mis ojos de los suyos.
-Ese no es el punto Taehyung, yo nunca te dejé de amar, nunca me olvidé de ti, siempre quise volver a tus brazos Tae.
-No me importa, vete a la mierda Jungkook.
Giré en mis pies, abrí mi auto, Jungkook se aproximó a la ventanilla diciendo mi nombre, encendí en auto y arranqué dejándolo atrás.
Mi corazón palpitaba como loco, mis manos sudaban, mis ojos empezaron a picar sintiendo como se nublaba mi vista a causa de las furtivas lágrimas.
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Solo diré que son unos dramáticos 😅 y jungkook no sabe que quiere jajaja y taehyung aveces tampoco, el único que tiene las ideas claras es jimin.
Pero el destino es complicado y caprichoso, nada termina como uno lo planea.
