Capítulo VIII

11.9K 1K 2.3K
                                    

Lo miró furioso escuchando con atención las palabras que había sido encargado de transmitirle, y suspiró con rabia.

—Tienen que estar por algún sitio, joder. ¡No pueden haber desaparecido así sin más, han tenido que dejar algún rastro! —gritó.

—Seguimos buscando, pero llevamos un mes sin obtener respuestas. —se excusó el hombre, temblando y miedoso ante la posible reacción de su superior.

—Cómo si lleváis un año. Quiero que los encontréis y me los traigáis con vida.

—Está bien, Styles.

Los dos hombres se marcharon de su despacho, dejándolo a solas con su hermano y Niall. Este último lo miró con diversión.

—¿A qué se debe tanta rabia por esos dos, Styles? pareces un animal rabioso y baboso en busca de su hueso perdido. —vaciló con gracia, riéndose de él. Zayn palmeó su trasero mirándolo serio para que no continuara provocando a su hermano, pero el rizado se giró hacia él.

—Vuelve a abrir tu maldita boca y te juro que te quito lo teñido de un puto balazo.

—¿Lo teñido? ¿en serio? ¿es lo mejor que se te ocurre para amenazar? —estalló a carcajadas.

—Zayn, saca a este mamón de aquí ahora mismo si no quieres asistir a su funeral mañana a primera hora. —trató de controlarse.

—Vámonos, loco de mierda. —rió Zayn, agarrando su mano para salir de allí.

—Espérate, quiero hablar con él. —frenó ante la puerta, antes de salir por ella. Harry suspiró profundo, tratando de no meterle un tiro en la cabeza para que dejara de joder.

—¿Qué mierda quieres?

—Quiero ir a ver a tu rehén.

—¿Cuál?

—Tu favorito. —hizo ojitos. Sabía que estaba jugando con el capo de la red en la que se encontraba sumergido, pero le dio igual. Tener a Zayn a su lado hacía de él alguien intocable, y sabía como aprovecharse de eso.

—Deja de joder, hijo de puta. —exclamó furioso, llegando al colmo de su paciencia—. Ves a verlo si quieres, pero solo tú. No quiero a nadie más ahí.

—Mucho insulto, pero con solo decirte que me refiero a tu favorito, has sabido de quién te estaba hablando. —vaciló de nuevo, con una sonrisa divertida formulada en sus labios—. Se te ve el plumero, Styles.

—Ya, hasta aquí.

Abrió el cajón que mantenía bajo la mesa de su despacho, y agarró una pistola que guardaba siempre ahí. Niall comenzó a reír en cuanto la cargó, y salió corriendo cuando vio su mano alzarse en su dirección.

—¡No me mates al niño, cabrón! —lo defendió Zayn, cruzándose de brazos frente a la puerta.

—¡Pues contrólalo y que deje de joderme, a la próxima me lo cargo! —lo encaró.

—¡Niall! —corrió tras él.

—¡Pero cierra la puerta, joder! —se quejó.















Louis se sobresaltó cuando la puerta se abrió sin previo aviso, de una forma brusca que consiguió asustarlo. Sin embargo, cuando fue la figura de un rubio divertido y ahogado la que se mostró ante él, no pudo evitar reprimir una risa.

—Otra vez tú.

—Maldita sea, he tenido que escapar del loco de tu novio. ¿Sabes que quería dispararme? ese imbécil está mal de la cabeza. —habló con dificultad, apoyándose en sus rodillas flexionadas para recuperar el aire que había perdido en la carrera desde el despacho de Harry hasta llegar allí.

Rehén Donde viven las historias. Descúbrelo ahora