7. Vulnerabilidad.

88 31 8
                                    

No era la primera vez que un suceso sanguinario sucedía repentinamente; Yeosang ha vivido cada mes el dolor del estruendo inconcebible que deja la maldición que padece: desde que fue marcado por el primer sol de primavera a tan solo veinte días de...

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

No era la primera vez que un suceso sanguinario sucedía repentinamente; Yeosang ha vivido cada mes el dolor del estruendo inconcebible que deja la maldición que padece: desde que fue marcado por el primer sol de primavera a tan solo veinte días de nacer, el mundo y su mundo cambió para siempre. Desde ese momento la supervivencia pasó a ser un juego con él para con él, como si el resto fuera solo un accesorio. Está maldito, no hay dudas, lleva un demonio que se ha apoderado de su cuerpo, que solo es libre en los Eclipses: mientras en otros días, solo es un humano que intenta controlar sus más puros y altos instintos.

Humano viviendo una lucha por treinta días con un demonio, demonio completo por los Eclipses, arrastrando sus pasos en una pelea infernal de cuerpo a cuerpo que quema las entrañas y enrojece los ojos, que crece las uñas y nubla el juicio. Colmillos falsos que caerán hasta que el primer augurio de humanidad natural se acune en su pecho, y sus fauces se cierren sobre el ser elegido hasta matarlo. Un camino que se bifurca hacia la vida eterna en el reino de las sombras o la muerte prematura por inanición. Pareciera fácil la respuesta: matar para sobrevivir, si fuera solo un demonio, sería igual a respirar el frescor de la mañana primaveral, pero es humano, es humano y demonio a la vez, es fuerte y es débil en igual medida.

— Ya debe estar pasando. Los humanos son voraces, pero Yeosang lo es también. El momento que hemos estado esperando llegó.

— ¿Desea que haga algo, mí señor?—El príncipe vampiro se recuesta sobre la aterciopelada silla, la media sonrisa es casi imperceptible pero allí se encuentra, marcada como victoria. Observa al esbelto y joven vampiro que se inclina frente a él, le acaricia el negro cabello y le permite la pose de pie.

— Mírame, Seonghwa— desde el mentón le alza el rostro, pero el vampiro no quiere ver, en cambio se retuerce— Aun tienes miedo— le suelta. Seonghwa regresa al piso en una postura de reverencia completa— Yeosang es débil por estos días, un simple humano sin dientes — ríe.

— Quiere que vaya por él, no podrá resistirse siendo humano.

— No, déjalo jugar. Quiere ser humano, que lo sea, el día del Eclipse su verdadero ser se apoderará de su cuerpo y tendrá que morder a alguien.

— Disculpe, mi señor YoonGi, pero no ha funcionado ni siquiera encerrándose en el calabozo con humanos— Seonghwa alza la mirada levemente, su príncipe le está dando la espalda, posiblemente contemplando la pintura donde se encuentra al lado de su padre.

—Durante todos estos años lo hemos estado haciendo mal. La maldición de Yeosang no se resuelve tan fácil como esperábamos. El primer sol de primavera tiene más secretos de los que imaginamos. Los humanos no hicieron las cosas porque si, hay algo más, algo oculto.

—¿Qué quiere decir mi señor?— Seonghwa se pone de pie y YoonGi se gira enterrando sus oscuros ojos en el joven vampiro—Siempre he amado a Yeosang, ha sido mi mejor amigo por años, si usted cree que hay algo más y eso nos lleve a la terrible resolución de que puede estar en peligro, quiero saberlo, no deseo que muera.

Colmillos falsos [YunSang]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant