18. Luna llena.

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Aunque finge sorpresa, por dentro arde

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Aunque finge sorpresa, por dentro arde. Su cuerpo desea estrangular a HongJoong como nunca; incluso sabiendo que no sería capaz de matar, el deseo que le invade es tan impropio que le causa rabia. Su ímpetu se ha vuelto loco, pero no es el demonio que dirige sus emociones. Con todos los ojos puestos delante de él, solo puede esperar el golpe, tiene algunas palabras encerradas en la boca, pero no cree que vaya a funcionar. La vista rápida le deja ver qué no no hay un arma cerca, al menos la familia no la tiene, sin embargo, HongJoong parece hurgar en el bolsillo, ve el brillo de un cuchillo asomando, da pasos hacia atrás, pero es realmente tarde; el lanzamiento es perfecto, la distancia es corta, Yeosang atinó a cubrirse, percibe las intenciones ocultas, un filo envenenando es obvio para él, al final piensa en NamJoon, no quiso hacerle daño, y aunque sabe que no fue directamente él, cree que lo merece y se resigna, pero el impacto nunca llega.

— Protegelo de él, de ella... de mí— murmura Yunho. Su mano sostiene el cuchillo con una dureza de otro mundo justo desde la empuñadura. Las gotas de sangre caen al piso como lluvia, pero no parece inmutarse.

— ¡¿Qué haces?! — grita Soobin.

El vampiro se descubre la cara, ve la escena y espía por detrás del alto humano. Lo primero que encuentra es la expresión desorbitada de HongJoong, con esos orbes salientes y los labios separados; posiblemente atónito por la osadía. Petrificado como una estatua de otro tiempo, resaltando sus habilidades de caza y el inconcebible odio que le tiene. Yeosang avanza por delante mirando con miedo a su salvador, apoya su delicada mano en la ajena con la esperanza de quitar el arma, pero las fuerzas no le alcanzan. Es entonces que un viento espectral abre el libro, pasa páginas, el ruido es ensordecedor, la puerta principal estalla y Seonghwa aparece. Nadie más que Yeosang es capaz de verlo.

—¡No! — alude directamente hacia el espacio vacío, sabe lo que su amante ancestral hace ahí, pero está en contra de todo. Ya se ha manchado las manos de sangre, no quiere más muertes, está cansado de ver heridas, cansado de ver a todos enloquecidos cada vez que está presente. 

— ¡Lo está controlando! — grita HongJoong cubriéndose con el brazo para evitar que las astillas se incrusten en los ojos— ¡Es el demonio!

«Mátalo, protege a tu Rey» susurra Seonghwa. 

Está parado al lado de Yunho con una elegancia magistral, como si posara para ser retratado en una pintura que con el tiempo se haría maldita. Sus labios tocan la oreja, es como un beso del inframundo: levemente frío, lleno de maldad y muerte. Sus manos redirigen las acciones sin tocarlo, es su títere. El humano permanece con la mirada fija en su objetivo, enervado. Aunque todos hablan gritando, ninguno es capaz de detenerlo cuando corre y besa con el filo el cuello.

— ¡Yunho, no! — grita nuevamente Yeosang.

El humano suelta el cuchillo al instante, mientras HongJoong lo lanza a un lado y corre directamente al vampiro, pero Seonghwa no le permite ni tocarlo, lo eleva en el aire desde el cuello y lo mantiene pataleando. YeonJun se pregunta qué es lo que pasa mientras Soobin intenta bajar del aire al Marcado. Es una situación que ha sacado a todos de sus casillas. Para Seonghwa todo es risas, disfruta percibiendo la vida saliendo del cuerpo, pero se desconcierta al ver las lágrimas abundantes de su amado. Posiblemente no haya cosa en el mundo que percute tan intensamente como aquella lluvia de súplicas humanas de un cuerpo tan marchito.

Colmillos falsos [YunSang]Where stories live. Discover now