16. Él.

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Luego del funeral de NamJoon, la Villa se sumió a un pequeño luto

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Luego del funeral de NamJoon, la Villa se sumió a un pequeño luto. Los frágiles ojos de cada anciano recargaron sus mayores miedos y esperanzas en los nuevos jóvenes que habían llegado, en especial sobre Kim HongJoong, la persona que parecía llevar las riendas de todos, quién implícitamente había tomado un lugar importante por su forma de actuar y accionar con sabiduría. No había dudas de que él era el más apto para tomar el cargo que el doctor había dejado; todos estaban de acuerdo incluso sin decir nada, ninguno de los mayores podría oponerse, ya que no poseían la fuerza ni el saber para hacerlo. Una ayuda como la suya era algo que no deseaban perder.

Sin embargo, había algo que condujo al joven Kim a una encrucijada, algo que lo mantuvo rascando su barbilla un largo tiempo. Su desafío tenía que ver directamente con Yunho; ante sus ojos la posibilidad de recuperar la conciencia de este no era inmediata, su acotado conocimiento no lo ayudaba a llegar más allá del maligno umbral, y no era un secreto para sus compañeros que necesitaba respuestas. Estuvo metido en el único lugar que poseía manuscritos, el sitio que, escondido entre tanta naturaleza casi divina, alberga misterios insospechados para toda la comunidad de ancianos.

Luego de dos días de tormento para la familia de Kanji, donde su hijo mayor yacía en la misma posición sin despegar la vista vacía de la pared, HongJoong asomó un libro en las narices de todos, palabras escritas con pintura procedentes de las plantas tras su trituración, carbón y tinta de ignota procedencia. El diario del doctor Kim NamJoon estaba frente a ellos brillando en misterio y desconcierto. Soobin lo levantó de la mesa y lo observó, era el único en condiciones, además de Yeosang, que podía tomarse el tiempo para leer. A la expectativa estaban Kanji y YeonJun, que se recostaba despierto sobre una de las sillas con la penetrante mirada en los nuevos visitantes.

Había recobrado el conocimiento medio día más tarde de lo sucedido con Yunho, y aunque lo primero que hizo fue intentar clavar el cuchillo de caza sobre el cuello de Wooyoung cuando este limpiaba sus heridas, sus fuerzas no fueron las necesarias. Tuvo que resignarse a oír y padecer la debilidad y el dolor corporal, mientras le llenaban los oídos de las terribles noticias a su alrededor. Se puso del lado de su hermano Soobin al ir en contra de la presencia de Yeosang en la casa, pero el vampiro estaba bajo el ala del ciego Kanji, que atesoraba su estadía con ellos.

— ¿Qué significa esto?

— Léelo.

— Solo dinos si ayuda a Yunho, ¿por qué cargas con tanto misterio? — resolla YeonJun.

— Sobre eso... Solo puedo decir que el vampiro no ha abandonado estas tierras, por eso él sigue así. 

— Entonces hay que sacar a Yunho de aquí — resolvió YeonJun—. Lo subimos a una carreta, los caballos pueden guiarlo lejos para romper el hechizo.

— No podemos arriesgarnos a perder los caballos, y es muy peligroso ir junto a Yunho— dijo Soobin.

— Puedo ir con él— Yeosang se adelanta un paso, su rostro se hace visible luego de estar en las sombras de las velas —. Puedo hacerlo.

Colmillos falsos [YunSang]Where stories live. Discover now