20. Decisión.

58 22 20
                                    

Encandilado por lo que su corazón siente, el vampiro acompaña el beso como si estuviera hambriento, sus nuevos colmillos cortan los labios ajenos y bebe sin querer de esa sangre tan tibia y efímera

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Encandilado por lo que su corazón siente, el vampiro acompaña el beso como si estuviera hambriento, sus nuevos colmillos cortan los labios ajenos y bebe sin querer de esa sangre tan tibia y efímera. Pelea consigo mismo como si fuera ajeno a la realidad que acontece. Sus manos exceden el límite de lo que alguna vez debieron y tiran de los negros cabellos de un amante dócil que parece querer entregarse sin pudor a lo que sea que venga. Sabe que no debe seguir compenetrado, pero su corazón está encontrando consuelo en el ferviente humano que, se ha logrado enterrar bajo sus uñas.

Nunca sería capaz de matar estando consciente de su cuerpo y sus pensamientos. Le gustaría huir tan lejos como le sea posible, llamar a Seonghwa para que lo salve y lo contenga, quiere alejarse de esto, pero es tan débil como los besos tímidos que abrazan su mejilla. El sabor a la vida en su cuerpo le gusta, esta noche en medio de todas esas luciérnagas, le parece lo más delicioso del mundo. Cuando Yunho le invita a descansar sobre su hombro disculpándose erróneamente luego de actuar, intenta probarse a sí mismo, si Yunho es de quién el destino habla, entonces tiene que alejarse, huir de la necesidad de permanecer al lado de su cuerpo, con el estruendoso latir del corazón llamando a su alma.

Su nariz se apoya en el cuello, cierra los ojos y relame sus colmillos con la falsa esperanza de que no estén ahí. No se atreve a decir nada a pesar de que la sensación imperiosa de gritar le está ahorcando. Nunca se había sentido de ese modo, era diferente, ligeramente diferente a lo que le pasa con Seonghwa, pero incluso el bosque lo supo, incluso las almas encadenadas a los árboles más viejos estuvieron seguras de que el sentimiento era genuino. Se atrevió a pensar que podría controlar lo que vendría, pero estaba tan sediento, tan cansado, y Yunho se había entregado como un obsequio de la noche.

— Es mi primer beso — Yunho ríe. Yeosang no responde—¿Pasa algo?

— No.

El vampiro aprieta los ojos, los aprieta tan fuerte que gime en el proceso, separa los labios y abre la boca tan grande como puede, sus lágrimas caen, siente repulsión de sí mismo, pero no lo puede controlar. Lo que acontece es tan prohibido como mirar a la cara a su padre o hablar de la maldición delante de su madre. Incluso si Yunho no es de quién el destino ha hablado, no puede hacerle esto, por eso lo abraza con toda la fuerza que le quedan y entierra sus colmillos tan hondo que cree haber traicionado a su ser, aun tiene control de sí mismo, no puede culpar al demonio que vive en él, y eso le retuerce. Sus ojos se abren, enrojecidos levemente, está parcialmente inmerso en su osadía, mientras su brazo chorrea sangre.

— Si fui imprudente... — Yunho cae sentado luego de haber sido empujado — ¿Qué haces?

— ¿Por qué lo hiciste? — grita. Los insectos se dispersan y los susurros del bosque se callan— No sabes lo que has hecho.

— Lo siento, yo no me pude contener.

— ¡Ese es el problema! — Se limpia la boca— Siempre es el problema.

Colmillos falsos [YunSang]Where stories live. Discover now