"Lo mejor para el mejor."

Día 6: Ofrenda | "IronStrange."

Tony se plantó frente a la entrada del Sanctum, con el espíritu renovado y un regalo que esperaba en esta visita, sea aceptado.

Stephen en cambio le recibió con una sonrisa resignada.

.

—¿Qué tienes ahí? — cuestionó el omega, después de unos minutos, con disimulada curiosidad.

—La respuesta a mis problemas actuales. — aseguró confiado el alfa, mientras el hechicero entornaba los ojos ante sus palabras.

Se dirigieron a la biblioteca principal y ahí, cuando se encontraron frente a frente, Tony se aclaró la garganta cómo si fuera a iniciar una importante junta de negocios.

—Sólo quiero que me escuches. — pidió. —Se que no actué de forma debida pero eso no significa que no me importen tus sentimientos.

Ante la falta de reacción, el alfa decidió mostrar de una vez sus presentes.

—No puede ser. — Stephen que se había mantenido en silencio, comenzó a reír.

—Stephen por favor. — le suplicó al omega. —Capa, acepta esto que traje sólo para ti.

Levi pareció considerar eso último, por ello tomó la figura de peluche para "observarle" y luego apretujar entre sus pliegues, en un abrazo.

—Lamento haberle dado una bufanda a Stephen sin avisarte, debí recordar que tú siempre estás con él y que lo proteges incluso del frío, no quise ofenderte, por ello te traje este hechicero sin capa para que cuides mientras yo cuido al real de ves en cuando, cómo los martes por las noches y los fines de semanas. — Tony saco otro muñeco, con sus facciones y pulcra vestimenta. —Y si quieres, también te puedes quedar con este yo sin armadura.

El artefacto mágico no lo pensó más, tomó el otro juguete, abrazo a ambos hombres y salió de la habitación emocionada y sintiéndose querida de nuevo.

—No puedo creer lo que acabo de ver. — el omega negó divertido mientras se ajustaba la bufanda en cuestión alrededor de su cuello. —Tanto drama por esto. — menciono con las mejillas sonrojadas, mientras tocaba los bordados en ella con cariño.

Y es que, así había ocurrido, una semana atrás Tony se había aparecido en el santuario con un propósito: presentarle sus sentimientos y anhelos al omega que, a base de comentarios sarcásticos e ingenio, le enamoró.

Stephen aceptó la declaración sin dudar pero nunca imagino que esta no viniera sola.

—Me la hizo Ana, la esposa de Jarvis, cuando cumplí quince. — el alfa había extendido la bufanda frente a él y aunque el omega hubiera deseado que la conservara por lo que significaba, no pudo decirle que no por lo conmocionado que le dejó el gesto.

Sin embargo, a pesar de su alegría, un día después Levi comenzó una guerra contra ambos.

No le habría la puerta a Tony, ignoraba a Tony, no respondía a los llamados de Stephen a menos que estos fueran urgentes, revolvía los libros de Wong para que este regañara a Stephen.

—¿Que te ocurre? — le grito un día el hechicero, estresado, por los empujones que Levi le daba cada que se encontraban.

A pesar de lo que otros creyeran, la capa se dió a entender claramente.

Estaba herida.

.

—Vales completamente todo este drama Stephanie. — el genio lo atrajo por la inanimada prenda en busca de un beso. —Sin embargo, también mis hijos quieren conocerte, espero les lleves regalos bonitos, sobretodo a Dumm-E que sin duda sabrá de los muñecos de Lev.

Aún con lo vivido y por vivir, Stephen se alegraba de no haber rechazado la ofrenda de Tony.