Día 31: Cachorros | "IronStrange."

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Stephen dejó que Levi buscara las cosas mientras él lidiaba lo mejor que podía con las contracciones de su omega.

Había llegado el momento de conocer a sus cachorras, sus pequeñas que al igual que Tony parecían gustar de robarse la atención.

Era treinta y uno de diciembre, estaban a nada de concluir el mejor año de sus vidas de la mejor forma posible, se convertirían en padres.

—Aguanten pequeñas hechiceras. — Tony jadeaba intentando seguir con las respiraciones que había practicado en el curso psicoprofilactico, se negaba a tomar sus manos para evitar herirle. —Nunca me vas a volver a follar Steph.

El alfa puso los ojos en blanco pero desistió de discutir con él, no importaba si apenas unos días andaba pidiendo que lo tocara.

—¿Tienes todo? — la capa asintió con maleta en mano, mientras se abrazaba a su pareja para acariciarle la espalda.

Abrió el portal directamente en la bodega de suministros en el Hospital Metro-General, Christine ya estaba ahí con una camilla.

—Hora de recibir a mis sobrinas. — la doctora sonrió emocionada, tenía un sombrero festivo, delatando que estaba con las enfermeras esperando el nuevo año. —Vamos, vamos.

Tony se sintió feliz por tener a la beta con ellos. Alcanzo la mano de Stephen pero cuando la contracción llegó lo soltó rápidamente.

El alfa soltó sus feromonas tratando de confortarlo un poco, se sentía mal por no poder sostener su mano en este momento.

—Quiero que me abran, no voy a poder con las dos. — soltó el omega nervioso, en su pequeño lapso de paz. —Una cicatriz más no me matará, además esta si la quiero.

—Esta bien. — el alfa beso su frente. —Así será, ¿Christine puedes encargarte de eso? — la pelirroja asintió enternecida por las palabras del omega.

Veinte minutos después, tras la incisión su primera cachorra nació con un llanto ensordecedor que hizo reír a Tony.

Eran las 11:57 p.m.

—Ella es Donna. — miro sonriente a Stephen que abrumado comenzó a llorar. —Espera alfa, nos falta una. — el omega intentó mirar sobre la improvisada cortina que le cubría su corte.

El silencio de pronto hizo que el corazón del alfa se hundiera, abrazo a su pequeña para acercarse dónde Christine.

Lo que vio le acelero el corazón de mala forma.

La beta quitaba el cordón umbilical del cuello de su segunda bebé, su bebé que no lloraba y se veía azul.

—¡Christine! — le grito Stephen, causando que Donna llorara al igual que su padre omega.

—¿Está bien? ¿Está bien? — pedía una y otra vez sin obtener respuesta.

La pequeña entonces, después de que liberarán su garganta, comenzó a toser para luego al igual que su hermana, llorar con fuerza.

Eran las 12:01 a.m. 

—Ella está bien. — miro a su amigo con cariño. —Sé lo que hago. — se acercó donde Tony para entregarle a su hija.

—Morgan, me asustaste. — el omega abrazo a su cachorra que se calmo apenas lo sintió. —Tienes prohibido volver a hacer algo así en toda tu vida. — Stephen le entrego a Donna. —Las dos lo tienen prohibido.

Comenzó a llorar con su alfa, besando sus cabellos.

Una hora más tarde, cuando ya les dejaron en una habitación, los nuevos padres disfrutaron de su momento a solas antes de que su familia llegara a conocer a las nuevas integrantes de su manada.

Casi podían escuchar los balbuceos de Peter cuando tenga a las niñas en sus brazos, así cómo imaginar a Rodhey haciéndose el fuerte al verlas o la devoción de Pepper por ellas, que sólo la misma Christine igualaría.

Incluso esperaban con ansias cuando Clint y Laura llegaran a verles.

Al final, Tony y el arquero se habían reconciliado, mucho de ello gracias a Laura que también le había perdonado siendo así, Tony el único que lo tenía abatido.

Era un alfa arraigado a sus seres queridos a pesar de haberlo arruinado tanto con estos mismos.

—No van a querer festejar sus cumpleaños juntas. — comentó alegre el omega.

—Yo creo que tú querrás festejar dos veces. — le beso Stephen mientras dejaba a Donna durmiendo. —Gracias por esto Tony, he estado tanto tiempo solo y ahora tengo una familia.

—Gracias a ti Steph, por armarme de nuevo. — unieron sus manos mientras veían a Morgan comer del pecho de su padre. —Nunca creí sentirme completo en ningún momento, te amo.

—Y yo a ti Tony. — el hechicero beso a su omega. —Feliz vida nueva.

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¡Dioses, terminé el reto! 🥺❤️

Que emoción, realmente espero les hayan gustado cada uno de estos 31 cortos, gracias por todos sus votos, comentarios y enlistados.

Quiero agradecer y dedicar este libro a Yales Red, por creer en mí.

Espero pronto traerles algo más.

¡Feliz año nuevo! 🎊❤️ Les deseo mucho Tony xAll en su vida.

"Lo mejor para el mejor."Where stories live. Discover now