"Lo mejor para el mejor."

Día 26: Anidados | "IronStrange."

Amaba cada nido que había tenido durante su relación con Stephen, desde ese primero que el mismo alfa había hecho para él hasta ese improvisado que armaron en su laboratorio.

Si, cada uno era especial y más cuando su pareja mandaba al diablo sus deberes para acurrucarse con él aunque sea, dos días enteros.

Esta vez en especial, el nido era todo magia y le alegraba tanto ya poder lidiar con esta porque sin duda el Tony del pasado no lo hubiera podido disfrutar cómo él lo hacía ahora.

—Luego dices que no estudiaste en Hogwarts. — Tony rodó sobre las mantas y las túnicas de Stephen para envolverse cómo un burrito humano. —Todo esto parece salido del mundo de Harry Potter, incluso estoy esperando que alguien más entre en esta casita, debajo de nuestras mantas. — el gruñido de su pareja le hizo reír.

—Nadie más va a entrar aquí, a menos que sea Peter con donas. — el omega se carcajeo mientras su alfa lo atraía así envuelto a sus brazos.

—Estoy disfrutando tanto que tú también estés teniendo antojos. — el beso en su mejilla se repitió muchas veces más hasta llegar a su cuello. —¿Crees que también te salga panza? Leí de casos extremos dónde los alfas hasta sienten las contracciones. — el estremecimiento detrás suyo sólo hizo reír más al omega.

—Por los Vishantis, no digas más. — el hechicero escondió su rostro en el cuello de su pareja. —Estoy casi seguro que esto es culpa de Wong.

La pareja siguió disfrutando de la compañía del otro hasta que la voz de Peter se escucho fuera de la habitación.

—Pasa niño. — le dijo el alfa a sabiendas de que Leví debía estar empujando al menor dentro, mientras él respetuosamente lo evitaba. —Sabes que tú puedes pasar.

Y era verdad, Peter se volvió sin planearlo, el cachorro de Tony y por ende, el de Stephen.

—Señor Strange traje las donas, ¿dónde las dejo? — cuestionó el menor mientras observaba curioso el bulto encima de la cama pero sin ninguna extremidad de sus mentores a la vista.

—Entra el Peter, quiero un abrazo. — el joven omega se sonrojo pero rápidamente se despojo de sus zapatos para obedecer al embarazado.

Pronto el muchacho entro debajo de las mantas, encontrándose enseguida con una inmensidad de sábanas, almohadas y túnicas.

—Wow, esto es cómo Harry Potter en el torneo de Quidditch. — Tony comenzó a reír mientras extendía los brazos al muchacho. —Señor Strange, esto es fantástico. — murmuro el joven ahora disfrutando de las caricias del omega mayor.

Y Tony no pudo diferir, este nido se llevaba una nota sobresaliente en su historial.