"Lo mejor para el mejor."

Día 25: Prendas con aromas | "WinterIron."

Cuando Peter llegó a la torre Stark, todos ya estaban esperándole y es que, aunque muchos ya estaban emparejados, él era el único cachorro de la manada hasta el momento.

Si, era divertido darse regalos entre todos los adultos pero había algo mágico en consentir al recién presentado omega y es que, seguía sorprendiendose cómo si tuviera cinco años.

Así pues, apenas puso un pie en el edificio fue recibido con sendos regalos de todos los adultos ahí presentes: había de Nat, de Steve, de Bruce, de Clint e incluso del Doctor Strange que no había llegado aún, también del tío Rhodes, de la tía Pepper y del gruñón Happy.

El jovencito estaba muy agradecido y lo de devolvió de la misma forma porque a todos les había hecho un regalo especial en la casa de acogida dónde vivía.

Sin embargo, aún con toda esa atención, él sólo quería al par que lo había aceptado cómo suyo desde el primer día que se conocieron.

Para su alegría, el alfa que internamente reconocía cómo padre apareció.

—¡Chico! — James Barnes le saludo con el mismo entusiasmo que él ya desprendía en el aire. —Es bueno verte.

Se fundieron en un abrazo y Peter no pudo evitar sonreír aún más, cuando sintió el aroma de su segundo padre en la prenda.

—Huele al señor Stark. — murmuro aún escondido en el pecho del mayor, el alfa enrojeció para diversión de ojos observadores. —Me alegra estar aquí.

—Bucky, ¿ese suéter es nuevo? — Clint cuestionó divertido. —No recuerdo haberlo visto en tí, hace una hora. — el rubio beta comentó mientras le sonreía ladino.

El alfa le mal miro pero antes de siquiera poder responderle, su pareja apareció.

—¡Señor Stark! — Peter se soltó de él para apresurarse a ir a saludar al otro hombre. —¡Feliz Navidad, gracias por invitarme!

—Este es tu hogar también Peter. — la sonrisa en ambos castaños lo hizo imitarles.

—Ese suéter si te lo había visto. — murmuro de nuevo Clint cuando paso cerca del alfa castaño.

Bucky esta vez le ignoro estando más ocupado admirando a su pareja y sus dos hijos.

Porque sí, habían estado intercambiando sus prendas para que nadie notara el aroma dulce de su omega encinta mientras al mismo tiempo agilizaban los papeles de adopción de Peter.

—¡Buckaro, ven! — los hermosos ojos de Anthony brillaron ante la emoción por los secretos que escondían. —Ya es hora.

Él asintió, mientras se unía al abrazo antes de ir con los demás miembros de su familia para dar a conocer las albricias de este festivo día.

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No puedo dejar pasar la oportunidad de desearles una muy feliz navidad gente ❤️ pasenla bien pero sigan cuidadose mucho, por favor.