Capítulo 44: Shen Yuan ha vuelto

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Es un despertar ordinario a pesar del suelo en el que casi se ahoga cuando abre la boca, jadeando. Shen Yuan lucha por escapar de este abrazo de barro, hojas y tierra. Y cuando respira el aire fresco del bosque de bambú, su primer pensamiento después de morir es: Shen Jiu va a matarme. Es un desastre que apenas parece una persona. Aunque su cuerpo es ágil y fuerte, su piel está cubierta de costras de barro y su pelo está sucio y enmarañado, tan largo que tropieza cuando intenta levantarse.

Sus primeros pasos se tambalean. Es un cuerpo que nunca ha caminado, que nunca ha comido ni hablado. Los latidos de su corazón son impacientes y temerosos, sus pulmones se expanden y el aire huele con una intensidad única que lo marea. Todos los estímulos que le rodean son más agudos que nunca, aunque Shen Yuan es alguien que ya ha muerto dos veces y ésta será su tercera vida.

Aterrorizado por ser descubierto en tan vergonzoso estado, se escapa a la casa de bambú. A pesar de sus planes de viajar por el mundo, Shen Yuan había elegido cultivar su semilla en el Pico Qing Jing. Son muchas las razones que él usará para justificar su decisión, pero lo cierto es que lo hizo por pereza: está cerca, es un lugar rico en qi y podía controlar el estado de su cuerpo sin alejarse. Y en ese momento, desnudo y aturdido por tantas sensaciones, Shen Yuan lo agradece.

De todas las personas que está evitando, el señor Shen Jiu perfecto es el primero. Shen Yuan atraviesa el bosque de bambú en silencio por un camino lateral. Respira aliviado al llegar a la casa de bambú sin ser descubierto. Se han arreglado los daños, observa. Es una buena señal. No hay guerras ni dramas. El Pico Qing Jing está tan tranquilo como siempre y pronto recuperará su vida pacífica. Su hermano ha escapado del destino original de PIDW y Luo Binghe aún no ha cometido ninguna atrocidad. Ahora todos pueden ser felices.

La casa está atrapada por un frío silencio. Todo está tal y como lo recuerda, así que su transición debe haber sido breve. Con suerte, Shen Jiu no le regañará mucho y sólo le castigará copiando algún poema. Shen Yuan recorre las habitaciones con cuidado para no ensuciar nada. Tras conseguir ropa limpia, se prepara un baño caliente y se entrega a ese reconfortante placer.

(Aunque arrancar toda la suciedad es costoso y pronto el baño se convierte en una tortura).

Shen Yuan sólo sale de casa cuando vuelve a estar presentable con su túnica verde, el abanico que le regaló Liu Qingge en la cintura y el pelo recogido con una horquilla regalada por su hermano. Al principio, quería esperar a que Shen Jiu volviera, pero los nervios le corren en el estómago. Presiente que se acerca un reproche en forma de tormenta. La espera es estresante y agobiante. Shen Yuan decide armarse de valor y salir al exterior para buscar a Shen Jiu y averiguar qué le ocurrió a Luo Binghe tras su autodestrucción.

No se imaginaba que, al verlo, sus discípulos correrían hacia él como un montón de patitos y se lanzarían sobre él. ¡Demasiado entusiasmo! ¡Nunca ha estado muerto! ¿Por qué esas lágrimas?

Aunque su alivio afecta a su corazón. Una felicidad parecida a una nube se extiende por su pecho mientras sonríe.

"Dejen de llorar, este Maestro ha vuelto". Intenta tranquilizarlos, repartiéndo palmaditas en la cabeza al azar. "¿Por qué esas caras largas? Sólo ha sido una ausencia temporal".

"Creíamos que Shizun había muerto", grita Ming Fan.

"¿Con lo aterrador que es Jiu-Ge? ¡Este maestro nunca se habría atrevido! Y no me habría dejado... Vamos, estoy aquí. Eso es lo que importa, ¿no?" Shen Yuan busca a alguien que no sea un desastre de lágrimas y mocos. El candidato perfecto es Gongyi Xiao, que permanece un poco distante, con los ojos húmedos y la cabeza inclinada por la vergüenza. "¿Cuánto tiempo he estado fuera?"

Luo Binghe causó mucho daño con su qI descontrolado, además de que sus discípulos no estarían entrenando tranquilamente al día siguiente de una casi-invasión, por lo que Shen Yuan deduce que el cambio de alma no ha sido inmediato. Tal vez sólo haya estado fuera unos días...

Hermano EncontradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora