NOTA AUTORA: Holaaa!, bueno bueno, otro capítulo de nuestro querido JJ. Lo siento pero en cuanto se me ocurrió la idea solo podía verlo a él. Espero que no se os haga pesado que sea él todo el rato pero es que es mi personaje favorito y no puedo evitar compararlo todo con él. Os prometo que el siguiente será diferente.
Quería daros las gracias de nuevo a todos. Estamos cerca de las 11 mil lecturas y de los 600 votos. De verdad que jamás pensé que llegara a gustar tanto lo que escribo. Bueno no doy más la chapa, solo agradeceros de corazón que siempre entréis y os paréis a leer uno o todos los capítulos.
Disfruten, pista, es mi capítulo favorito hasta ahora. No pago nada de terapias por expectativas altas, aviso. No olvides comentar!
Os quiere, Cris.
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Viernes, 24 de septiembre de 2021.
20 días antes del remate final.
Me encantaría que tuvieran un botón de apagado, Kiara y yo nos mirábamos cansadas de escucharles hablar del mismo tema desde anoche que llegamos de la playa. Los tres JJ, John y Pope, discutían por quien había hecho un reentry mejor. Para quien no lo sepa, es una maniobra de surf que consiste en girar bruscamente 180 grados en la pared de la ola llevando la punta de la tabla a la zona de ruptura.
Llevaban así desde ayer por la noche. Cuando íbamos de camino a casa, después de un día agotador de clases, decidimos que nos vendría bien un descanso, así que quedamos después de comer para ir a surfear un par de horas. Un par de horas que se alargaron hasta la hora de cenar y que haríamos en casa de John B, como siempre. Cuando llegaron a la playa, los chicos decidieron que se encargaría de retarse los unos a los otros, para ver quién de los tres hacía las mejores maniobras y sobre todo y, lo más importante, las maniobras más difíciles. No pararon en toda la tarde, cuando se les metía algo entre ceja y ceja, no había quien los sacara de ahí.
Kiara y yo, los mirábamos mientras estábamos sentadas en la orilla. Aunque mis ojos no podían apartarse de la figura rubia que cabalgaba la ola. Tenía el pelo echado para atrás para que no le molestase y el bañador se le pegaba a sus delgadas pero musculosas piernas. Si te fijabas tanto como lo hacía yo, podías apreciar las gotas de agua que le salpicaban al surfear deslizándose por su abdomen bien definido. Me di una palmada mental al darme cuenta que, de nuevo, mis ojos iban detrás de él como si estuviera presenciando un partido de tenis y, mis ojos siguieran continuamente el recorrido de la pelota de un lado a otro.
El conocido cosquilleo, que se adueñaba de mi estómago cada vez que perdía la noción del tiempo mirándolo o perdiéndome en los pequeños detalles, hizo acto de presencia. Como si supiera que su sitio era cuando JJ estaba cerca. No se lo había dicho a ninguno de mis amigos y ellos no habían hecho ningún comentario al respecto, así que me convencía a mí misma diciéndome que era lo suficientemente buena escondiendo mis sentimientos.
Volví a centrarme en la discusión que llevaba presenciando desde hace diez minutos e intenté dejar a un lado las sensaciones que me provocaba JJ, sobre todo cuando hacía surf. Era una cosa que alegraba la vista. Yo lo sé y tú lo sabes. Kiara estaba terminando de pelarse una mandarina cuando alzó la vista y miró a los chicos con su mirada asesina. A veces me daba un poquito de miedo.
