¿CUÁNDO HE PERDIDO EL CONTROL? - POGUES

1.6K 31 7
                                    

Mantente alerta. Que no te vea nadie. Que no te reconozca nadie. Mira a todos lados mientras andas. Evita hablar con gente. No pises el centro de la isla sola. Escucha lo que dicen en la radio. No te gires si oyes tu nombre. Mantén la mirada gacha. Anda a paso ligero, pero no corras si no es necesario. Controla la distancia a la que se encuentran las patrullas. Intenta ocultarte cuando veas que las cosas no van bien. No uses el móvil, solo en momentos de emergencia. Entra en casa por la parte de atrás, nunca por la principal. No queremos llamar la atención de posibles periodistas. Quedamos en el muelle de John B siempre a media noche, nunca de día. No pueden vernos juntos. Eres cómplice de asesinato, por lo que todo lo que hagas o diga va a ser usado en tu contra.

Eres cómplice de asesinato.

Cómplice de asesinato.

Asesinato.

Así han sido las últimas cuarenta y ocho horas de mi vida. Un completo caos en el que no se donde tengo que esconderme para que no me lleve por delante. Eres complice de asesinato. Un asesinato que nosotros no hemos cometido. Un asesinato que yo no presencié, pero que aun así se me ha adjudicado. Se me ha adjudicado a mí, a John B, a JJ, a Kiara, a Pope. A los cinco. Llevándose la peor parte John B. A John B lo habían acusado directamente de asesino.

Asesino, persona que priva de la vida a otra.

Mi mejor amigo no era un asesino. Él no había empuñado un arma y había disparado para quitarle la vida a nadie. Él había visto cómo le habían quitado la vida a alguien. Como otra persona había cogido el arma y había hecho lo que habían acusado a John B. Sin problemas. Sin dudar. Sin ningún miedo. Había cogido y con un simple movimiento había disparado a otra.

Pero nadie nos iba a creer. Nadie nos cree nunca por ser simples pogues. Ward Cameron había jugado bien sus cartas. Sabía lo que hacía en todo momento y, cuando las cosas se le han complicado, solo le ha bastado chasquear los dedos para que todo vuelva ser como él quería. Es el poder que tiene. Es el poder que tienen todos los kooks. Nadie va a dudar de su palabra nunca. En cambio, con nosotros, ni siquiera nos van a dar la oportunidad de explicarnos. Porque no nos creen. Para ellos, no merecemos la pena. Y siempre va a ser así.

Mantente alerta. Que no te vea nadie. Que no te reconozca nadie. Mira a todos lados mientras andas. Evita hablar con gente. No pises el centro de la isla sola...

Es lo único que me queda pensar. No hay otra cosa que pueda hacer para que podamos salir de esta. Es imposible. Nos la han jugado pero bien. Nadie va a ayudarnos. Nadie va a sacarnos de esta trampa que nos han tendido. Estamos justo donde querían. En el punto de mira para que ellos no sean los que ocupen nuestro lugar. Para que ellos salgan ilesos de esto. Sin ser vistos. Sin ser acusados. Para que sean libres y puedan hacer todo lo que tenían planeado desde que se enteraron de que íbamos detrás del oro.

Voy de camino a casa. Sé que no debería salir de día, pero necesitaba tomar el aire y dejar la cabeza despejada durante un rato. Los chicos y yo hemos quedado esta noche para ver cómo salimos de esta. Porque si hay una cosa que nos caracteriza a mí y a mis amigos, es que no vamos a rendirnos. Por muy hundidos en la mierda que estemos. Lo vamos a intentar. La esperanza es lo último que se pierde, dicen. ¿Por qué vamos a tener que perderla nosotros?

Camino con los ojos pendientes de cualquier movimiento. No quiero que nadie me reconozca y se ponga a armar jaleo. Lo que menos quiero es que la gente se de cuenta de que andamos por aquí, pendiente de todo y buscando soluciones para salir de esta. Hundo las manos en los bolsillos de mi sudadera, en un intento de mantener los nervios a raya. Solo me quedan diez minutos para llegar a casa y volveré a estar resguardada de todos los comentarios y de cualquier mirada que se digne a reconocerme, pero, en vez de decirme algo con palabras, me mire con malas formas o, incluso, con terror. Eso es algo que llevo fatal. Que la gente me vea con terror a pesar de que solo tenga dieciséis años.

ONESHOTS - OUTER BANKSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora