Jeon JungKook es un chico adorado, impaciente, competitivo y ciertamente chulesco, pero un Alfa adorado y apreciado.
Kim TaeHyung es un chico brillante, divertido, alegre y demasiado tierno, pero un Omega brillante y apreciado.
Park Jimin es un chic...
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TaeHyung echó su cabeza hacia atrás con una gran carcajada, su gran mano tapando su boca mientras reía viendo a un JungKook que lo miraba confundido en mitad de la calle.
En el campamento les habían dejado las horas libres y los que eran mayores de 16 podían ir al pueblo si así lo deseaban. TaeHyung y JungKook no dudaron en tomar un par de bicicletas e ir a por unos helados.
El Alfa le había llevado a su heladería favorita y de esa zona de la ciudad y TaeHyung parecía encantado con la idea de que a menos de media hora en coche estuviera la playa cuando ellos estaban en un campamento de montaña. Sin duda Busan era hermosa y no solo por ser la ciudad de su bello Alfa.
-¿De qué te ríes? -Preguntó JungKook alzando sus cejas. TaeHyung trató de hablar en varias ocasiones pero la risa se lo hacía imposible. El Omega cerró sus ojos y tomó una gran bocanada de aire antes de al fin explicarse.
-¿Por qué soplas el helado? -JungKook hizo un puchero viendo y escuchando a TaeHyung reír de nuevo.
-Es una manía extraña. -Susurró, TaeHyung sujetó sus mejillas con su mano libre del helado y las apretó hasta hacer un poquito los labios finos del Alfa.
-Eres un bebé chiquito. -Rió leve sin poder apartar la vista de los labios rosados abultados.
Las miradas oscuras de ambos conectaron, viéndose bajo sus pestañas y con brillos en sus ojos. Las mejillas pálidas del Alfa se tiñeron de rojo cuando TaeHyung abultó también sus labios y dejó un pequeño beso sonoro e inocente sobre los suyos.
JungKook tomó la mejilla de TaeHyung y se inclinó para devolverle el beso, siendo sin saberlo, los primeros besos de ambos. El Alfa juraría morir de ternura al descubrir el sonrojo por primera vez en la piel bronceada natural de TaeHyung.
Sonrisas cómplices fueron entregadas entre ellos aún en esa posición en la que se acariciaban las mejillas y se veían con todo el amor del mundo a los ojos. Hasta que, de nuevo por instinto, ambos miraron hacia la acera de enfrente encontrando una cabellera rubia.
-¡Jimin! -Exclamaron a la vez, soltándose y cruzando la calle hacia el chico que ataba su bicicleta a un poste de luz.
El rubio se giró buscando tal vez a algún compañero de clase con los que realmente no se llevaba muy bien, pero que eran amables. Pero se llevó una gran alegría al ver a los chicos de sonrisas bonitas. Por unos leves segundos olvidó su dolor se cabeza y malestar.
-Hola Tae, hola Kookie. -Saludó con su manita. La pareja destinada se habría quedado algo avergonzada o sorprendida ante los apodos utilizados, si no fuera porque algo más captó su atención.
-¡Tu manita! -Exclamaron ambos a la vez, tomando esa mano con la que los saludaba y observando los varios cortes, hematomas y esa infección. TaeHyung elevó su vista al rostro del chico y volvió a gritar mientras JungKook haciendo puchero viendo el pequeño dedo hinchado y con pus.
-¡Tu naricita! -Con cuidado TaeHyung sacó un tubo de cacao de su bolsillo y, con cuidado y delicadeza, comenzó a pasarlo por la nariz pelada y roja del rubio.
-Estoy bien. -Murmuró cohibido, dando un paso atrás de ellos y rompiendo la conexión de sus cuerpos que le habían sentir extraño.
-¿Has tomado algo? -Preguntó JungKook volviendo a soplar su helado, TaeHyung rió levemente y Jimin lo miró extraño habiendo reír más fuerte a Omega.
-Voy a la farmacia. -Señaló tras ellos la tienda.
-Te acompañamos. -Dijo el Omega dejando el resto de su helado en una basura y obligando a JungKook a hacer los mismo.
La pareja entró con sus manos entrelazadas y a un lado del rubio que miraba si unión de reojo con un sentimiento tan raro como el que había notado al ser tocado por ellos. Estando parado a su lado, entre ambos, al hacer la cola se pudo dar cuenta de la gran diferencia de altura que tenía con ellos así que sonrió leve.
-Haceis buena pareja, los dos sois altos y guapos. -JungKook se sonrojó y TaeHyung sonrió.
-¿Qué necesitan? -Preguntó la señora tras el mostrador, Jimin la saludó educado con una reverencia.
-Necesito algo para el resfriado y alcohol de desinfectar. -La mujer miró al chico y tomó el alcohol.
-¿Qué síntomas tienes? -Preguntó viendo como los chicos que lo acompañaban tomaban más cosas de los estantes para traerlos al mostrador.
-Mocos, dolor de cabeza y malestar en el cuerpo. -La mujer le tendió una caja de pastillas y recibió el resto del Alfa y el Omega.
Al salir de la tienda Jimin se dirigió con la bolsa a su bicicleta, pero la pareja se plantó ante él no dejándole quitarle el seguro.
-Ven. -Pidió JungKook señalando el pequeño parque al otro lado de la calle y dónde él junto a TaeHyung habían estado tomando el helado.
-Tengo que volver a casa. -Susurró el rubio apretando las asas de la bolsa con sus manos.
-Veinte minutos no hará la diferencia Jiminnie. -Aseguró TaeHyung, tomando su mano más sana y tirando de él hacia un banco del parque.
Al comenzar a cruzar la calle, JungKook tomó su otra mano con cuidado de su dedo meñique y los siguió en silencio. La sensación única y jamás sentida de estar a salvo entre esos ambos cuerpos grandes y que dejaban huellas calidad de sus manos en las suyas le hizo obedecer sin contemplaciones.
Una vez sentados en el banco, con Jimin en medio de ambos, TaeHyung comenzó a sacar una de las pastillas para entregársela mientras JungKook curaba su dedo.
-Ash~. -Siseó del dolor el rubio cuando la capa de pus cayó y comenzó a volver a surgir esa espuma blanca. JungKook sopló en su herida para calmar el picor y TaeHyung le ofreció de la botella de agua que portaba en su mochila. -Puedo tomarla así. -Dijo negando el agua.
-No digas tonterías. -Murmuró ofreciéndole de nuevo el agua. -Aquí dice que tienes que tomarlas después de las comidas. -Leyó el prospecto, arrebatando la pastilla antes de que la tomara. -¿Has comido algo? -Jimin negó tranquilo haciendo a TaeHyung arrugado sus cejas. -Ten. -Le tendió ahora una de sus barritas de cereales.
-Eres un temerario por salir con el sol que hay en bicicleta y sin haber comido nada. Omega rebelde. -La frase de JungKook, siendo adorable verlo concentrado con su lengua chocando contra su mejilla interna, al limpiar si herida hizo a ambos contrarios reír.
Jimin se reía porque era sobrecogedor tener tantas atenciones en él, un trato con tanto cariño sin que se sintiera forzado. Su risa salió burbujeante y aguda, ligeramente ahogada cuando tapó su boca y sus ojitos desparecieron en dos tiernas medias lunas.
TaeHyung dejó de reír de golpe y JungKook elevó su vista hacia el rubio. Jimin se echó hacia atrás en el banco al perder ligeramente el equilibrio al reír sintiendo su lobo ronronear en sueños por los inhibidores y dejando que la pareja se viera en silencio.
TaeHyung y JungKook se sonrieron amplio al ver al chico bonito reír.
-Oh. -Murmuró Jimin limpiando las ligeras lágrimas en sus ojos por la risa. -Me encantan vuestras sonrisas de cajita y conejito.
La ternura con la que lo había expresado, sin realmente intentarlo, llevó a los contrarios a consumirlo entre sus brazos en un estrecho abrazo.
🍃🍵🌼
Nota: Jimin modo pánico. TaeHyung y JungKook super rayados porque a su destinado y a él mismo les gusta otra persona.
