Jeon JungKook es un chico adorado, impaciente, competitivo y ciertamente chulesco, pero un Alfa adorado y apreciado.
Kim TaeHyung es un chico brillante, divertido, alegre y demasiado tierno, pero un Omega brillante y apreciado.
Park Jimin es un chic...
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-YoonGi irá con Hoseok a mi casa y nos llevarán algo de ropa y dinero a la estación. -La voz de JungKook sonó cansada, tan agotada al igual que su suspiro cuando se dejó caer en el banco donde sus destinados descansaban.
Al salir del hospital fue que se dieron cuenta del mal estado físico de Jimin. Literalmente su lobo seguía drogado, su cuerpo entumecido y dolorido por la sobredosis y a la vez comenzaba a sufrir el síndrome de abstinencia en su organismo ante la falta de inhibidores y supresores a los que inconscientemente se había hecho adicto después de tantos años tomándonos. Así que, tuvieron que parar en una parada de bus, tomar uno y darse cuenta de que no llevaban dinero con ellos.
Entonces JungKook pensó que realmente el único que tenía dinero a mano y en ese momento era él, pero en su casa. Así que, ahora, sentados en un banco cercano a la estación de bus esperaban a que YoonGi les socorriera yendo a su casa y consiguiendo ropa de la maleta de TaeHyung, suya propia y cosas para vender y conseguir dinero.
Jimin, pensaba una y otra vez, que no estaba bien lo que le estaba haciendo a su Omega y su Alfa.
En él, de forma innata, estaba la necedad de protegerlos, cuidarlos, darles amor, tranquilidad y paz; y allí estaba causando que TaeHyung soltara lágrimas de vez en cuando y JungKook pareciera entrar en colapso en cualquier momento.
Y lo entendía, ellos también querían protegerlo y que estuviera a salvo y con ellos, pero era inevitable pensar en todo lo que dejarían atrás.
Jimin dejó caer su peso por inercia sobre el costado de JungKkok, este lo acomodó en su pecho y rodeó sus hombros hasta llegar al cabello de TaeHyung y pedirle que también se acercara a ellos. El Omega abrazó el pecho de su Beta e inspiró profundo volviendo hacer fuerza en contener sus lágrimas.
-Mamá y papá querían que yo me quedara con la granja de té porque se me da muy bien y me gusta. -Murmuró el Omega ante el aroma que desprendía el Beta.
-Yo entro el próximo mes a la universidad. -Susurró el Alfa.
Las manos de JungKook trataban de sostener a ambos, TaeHyung quería fundirse en Jimin para llegar también al Alfa y el Beta; Jimin solo quería que respirar no doliera. Estaba entrando en pánico y lo sabía. No se encontraba bien y ver devastados y preocupados a sus destinados solo aumentaba su angustia.
-¡Jeon JungKook! -El trío destinado alzó su vista, encontrando una escena que parecería de película y les haría reír si no fuera tan tétrica y diera tanto miedo a la vez. Literalmente, con YoonGi y Hoseok de fondo pidiendo disculpas con la mirada, los siete hermanos mayores y alfas Jeon corrían cruzando el parque hacia ellos.
-Mierda. -Murmuró JungKook poniéndose en pie, TaeHyung hizo igual y trató de ayudar a Jimin. El Beta tuvo que sostenerse de su Omega para no caer desmayado al suelo ante el mareo. -Minnie, sube a mi espalda. Iremos más rápido.
-Kookie, no se encuentra bien. -El Beta temblaba y sudaba frío, JungKook palideció al verlo sosteniéndose de TaeHyung al girarse.
Entonces es que los Jeon llegaron junto a ellos, manteniendo cierta distancia al ver al pobre chico rubio temblar de ese modo, al Omega llorar desconsolado y a su hermano menor tratando de sentarlo para abrazarlo y ofrecerle su calor.
TaeHyung se puso de cuclillas ante Jimin entre sus piernas, sosteniendo sus delicado y bello rostro para sonreírle aún si estaba llorando queriendo relajarlo. JungKook lo tenía semi sentado en su regazo y daba caricias amplias a su espalda tratando de trasmitirle calor para que dejara de temblar a pesar de estar en pleno agosto y al medio día.
Mas ese momento descorazonador se rompió más profundo, más hondo y atemorizante, ante la llegada de un nuevo grito.
-¡Park Jimin! -El llamado tembló con más potencia, tratando de esconderse y alejándose asustado de las caricias de su Omega. SeongHwa corría hacia ellos importándole poco por primera vez captar la atención de los transeúntes de la zona. -¡Hijo, por favor! Seguía gritando con forme más se acercaba.
-No. -La voz de Jimin salió sumisa e increíblemente baja, tan solo pudiendo escucharla sus destinados por la cercanía entre ellos. El menor trató de ponerse en pie, tambaleándose y siendo socorrido por algunos de sus cuñados Jeon para evitar que cayera al suelo.
SeongHwa llegó junto a ellos, apartado a esos Alfas de su hijo y siendo él quien lo sostenía. JungKook y TaeHyung queriendo arrebatarlo de sus brazos y Jimin forcejeando con sus pocas fuerzas contra su padre.
-¡Jimin! -Exclamó el Alfa Park dejándolo ir con los chicos que lloraban junto a su hijo. -¡Solo escúchame! -Pidió bajando la mirada, dejando un pequeño silencio por su grito socorrido y necesitado antes de finalmente dejarse caer de rodillas al suelo. -¡Te lo suplico!
El cuarto de Park SeongHwa se había inclinado por completo en una reverencia hacia el rubio mostrando así su ansiedad y necesidad de ser escuchado por el menor. Su frente estaba pegada al suelo arenoso del parque, las palmas de sus manos unidas sobre su cabeza y la rigidez en su espalda siendo notoria para todos.
Jimin miró a su padre, tan roto y frágil ante él suplicando como jamás un Alfa haría según las enseñanzas que había tenido. En su miserable vida jamás si quiera imagino una situación de sumisión similar por parte de su progenitor.
-Padre, ¿qué hace? -Habló, olvidando parcialmente su dolor y sintiendo lástima de ver a su padre en ese modo. -Levántese del suelo. -Pidió dudando en si acercarse o no a él.
-Jimin. -Le llamó JungKook a su espalda, tomándolo de la cintura y pegándolo a su pecho. TaeHyung sostuvo una de sus manos con fuerza. -Déjalo, vámonos.
Sin embargo, a pesar de sentir la mirada preocupada de sus destinados y saber que debía huir de esa situación para no volver obligado a una vida de mentiras y dolor, sus pies seguían anclados al suelo y sus ojos observando a su figura paterna.
SeongHwa era estricto, un hombre de pocas palabras serio y demandante. Mas Jimin creía conocer la bondad bajo ese halo Alfista de su padre, creía que ese hombre tenía un buen corazón y que a su modo, dejado y algo amenazante, le había cuidado toda su vida.
-Jimin, por favor. -Susurró SeongHwa aún en la misma posición. El Beta cerró sus ojos con fuerza recordando la primera vez, y la única a parte de ese día, que había escuchado esas palabras de la voz de su padre: cuando su madre le golpeó por haber hecho un amigo en el colegio con seis años. -Déjame contarte la verdad.
Jimin mordió su labio inferior hasta lograr que sangre brotara de él, el sabor metálico impregnado en su lengua y su corazón latiendo frenético.
De nuevo estaba dándole una oportunidad a su padre.
🍃🍵🌼
Nota: bien, le damos un voto de confianza al señor Park no?
