Extra 1

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El siguiente capítulo contiene escenas para mayores de 18; leer bajo vuestra responsabilidad. 

El sol brillaba resplandeciente, ni una nube era vista u opacaba la felicidad que el mismo tiempo se había puesto de acuerdo en compartir

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El sol brillaba resplandeciente, ni una nube era vista u opacaba la felicidad que el mismo tiempo se había puesto de acuerdo en compartir. Un camino de flores blancas y rosas pálidas separaban dos pequeñas filas de sillas de madera; a un lado la familia Jeon, al otro la Kim dejando espacio para los cuatro miembros de la familia Park invitados.

Jimin, en el centro de todo, entre sus destinados, miró hacia su espalda. Seguía y seguiría siendo inevitable sentirse ligeramente triste cuando veía que su familia sanguínea solo contaba con cuatro miembros que ni si quiera eren de su misma casa. Jimin podría tener a su tío SeongHwa como a su padre, al igual que ahora contaba con un tío cercano y cariñoso como HonJoong y sus dos primos/hermanos pequeños San y Woo; pero ninguno de sus padres estaba allí ni tenía hermanos en su día especial como TaeHyung y JungKook sí tenían.

Un movimiento a un lado captó su atención. Su suegra Kim le sonreía y señalaba al otro lado a su suegra Jeon la cual le lanzaba besos desde su lugar. No tendría a sus padres por azares o desgracias de la vida, pero tenía una gran familia arropándolo en ese instante. El rubio volvió a ver a su padre, SeongHwa retenía las lágrimas malamente con sus ojos rojos y una sonrisa temblorosa; sus labios gesticularon un inconfundible "te amo, hijo".

-A continuación, este trío que hoy se une en sagrado matrimonio lunar, ha pedido poder decir sus propios votos. -Alfa, Omega y Beta se colocaron en posición circular sujetando sus manos entre ellos. TaeHyung sonrió de forma nerviosa antes de carraspear y hablar bajo.

-Yo, Kim TaeHyung, Omega, quisiera en primer lugar dar gracias a mi profesor Min en el instituto. -En el jardín donde se celebraba la bosa rebotó una carcajada aguda de YoonGi de forma inevitable. -Gracias a que me suspendió se me ocurrió la maravillosa idea, y de la cual jamás me podré arrepentir, de llenar su coche de purpurina. -El pelinegro apretó las manos de sus destinados con fuerza. -Y eso me llevó como castigo hasta Busan, donde un bonito Alfa me recogió y llevó hasta mi bonito Beta. -JungKook lamió sus finos labios recordando su primer encuentro con su Omega como si estuviera volviendo a ocurrir. -Éramos a penas unos niños y sin embargo supimos que pasara lo que pasara, donde fuera que estuviéramos, juntos o no, éramos uno simplemente estando completos como un delicioso té de menta y anís.

-Yo, Jeon JungKook, Alfa. -Prosiguió el pelinegro de cabello más corto ahora. -Supe que mi lobo os amaba cuando correteó como cachorrito, ronroneó como minino y aullaba buscando vuestro cariño y atención solo estando ambos cerca. -Jimin besó la mejilla de TaeHyung al verlo comenzar a llorar. -Y supe, que os amaba infinitamente, que sois mi universo, cuando fui el causante de la sonrisas más bonitas que jamás he podido presenciar y las cuales me siguen pareciendo mágicas día tras día. -Soltó sus manos para acariciar el rostro de su Omega. -Tae, adoro tu sonrisa de cajita tan bonita. -Ahora acarició la mejilla de Jimin. -Minnie, adoro tu sonrisa de dientes pequeñitos tan bonita. -Volvió a tomar sus manos cuando esas sonrisas nacieron naturales solo para él. -Solo deseo seguir causando esas bonitas sonrisas.

-Yo... -Titubeó el Beta, tomando una profunda respiración y dejando que cada fibra de su cuerpo se relajaba al poder inspirar el aroma de sus dos destinados. -Yo, Park Jimin, Beta. -Sonrió con orgullo hacia su casta. -Agradezco a mis papás. A mí papá SeongHwa por quedarse a mí lado y no perder la razón cuando perdió a su lobo por querer cuidar de mí. -HonJoong abrazó al Alfa nombrado cuando comenzó a llorar más fuerte. -A mi papá Ken, porque sé, que él pidió a la Luna por unos destinados para mí y se encargó de darme fuerza cuando ya no la tenía hasta que ellos aparecieron en mi vida. -Jimin sollozó, TaeHyung también y JungKook tiró de sus agarres de manos para acercarlos más a él. -Hubo un tiempo en el que pensé que mis destinados me habían salvado la vida, pero no fue así. -Negó sonriendo chiquito, con sus mejillas siempre pálidas sonrojadas. -Mi Omega y mi Alfa, lo que ellos hicieron,  fue darme una razón para vivir, una vida, darme la verdad de quién y cómo soy.

Había sido una boda preciosa y demasiado emotiva sin duda, flores y confetis habían volado sobre ellos cuando dieron el sí quiero mientras se ponían unos a los otros los anillos en sus dedos anulares. Confetis, que en ese momento, Jimin en su cabello rubio liso y TaeHyung en el suyo negro azabache aún tenían. JungKook sonrió viendo como algunos de estos caían sobre su cama matrimonial con cada enviste que daba a Jimin.

TaeHyung estaba brillando por la capa de sudor por toda su piel, su cabello negro estaba oscurecido por la misma razón, sus labios hinchados y febriles soltando gemidos lastimeros y jadeos que mostraban ansiedad cada vez que Jeon o Park tocaban su piel, sus ojos siendo prácticamente dos esferas negras por lo dilatadas que estaban sus pupilas al estar tan excitado. TaeHyung gimió quedo inclinando su cabeza en señal de sumisión también por instinto cuando JungKook gruñó posesivo y animal demandando más rapidez. Pero es que Jimin estaba disfrutando del ardor tan maravilloso, era ese tipo de dolor que te invita a pedir más y más.

Al inicio de todo, tras desnudarse con lentitud y caricias fuertes pero suaves a su vez por sus pieles calientes. Jimin había llegado a TaeHyung a colocarse a su antojo, con sus piernas flexionadas colocando las plantas de sus pies al borde de la cama y su trasero sobresalía parcialmente del colchón. Park se había inclinado sobre él para besarlo con esmero y lascivo mientras Jeon se encargaba de sujetar su pene erecto e introducirlo en la entrada resbaladiza y abierta de forma natural de TaeHyung.

Al gemido de TaeHyung por ser llenado se acopló rápidamente el de Jimin cuando JungKook comenzó a entrar en él de pie a su espalda. De nuevo ese dolor abrasador se convertía en placer cuando JungKook comenzó a pellizcar sus pezones y TaeHyung seguía besándolo y soltando más y más lubricante calentando más su polla. El juego de caderas en sincronía comenzó con lentitud. Jimin, de modo absurdo para él, dirigía el ritmo y el placer a su antojo. Cuando sus caderas se movían hacia atrás se autopenetraba en Jeon y cuando lo hacían hacia delante era él quien se enteraba en Kim.

Lo que comenzó lento, mientras esas paredes le apretaban la polla y el pene de Jeon le abría y golpeaba en su punto de nervios haciéndolo delirar, avanzó por minutos hasta convertirse en un desastre demasiado delicioso y que supo repetiría el resto de su vida. Y no era solo por el placer del nuevo orgasmo próximo, no era el deseo carnal tan solo. Lo que estaba llenando a Jimin y haciéndolo sentirse feliz por ser Beta era escuchar a JungKook gruñir a su espalda mientras besaba su nuca, escuchar a TaeHyung gemir alto y agudo de forma descoordinada en su oído mientras él lamía su morena clavícula y como en el ambiente a sexo podía respirar y sentir ese amor mucho más espiritual y real de sus tres lobos y humanos entre sí.

Sus colmillos nacieron en el instante en que los grandes y sangrientos de JungKook hicieron mella para siempre en su pálida nuca, con fuerza e intensidad marcó a Jimin como su Beta. Que el Omega se corriera no fue suficiente para ninguno de ellos, que lo volvieron a moldear a su gusto hasta dejarlo empalarse a sí mismo en sus ambos miembros que friccionaban entre ellos en su interior. En esa segunda ronda fue que Jimin clavó sus colmillos en el lado izquierdo del cuello de TaeHyung y JungKokk en su lado derecho.

Se sintió a la perfección, como si una ponzoña entrara por sus venas y arrasara todos sus sistemas. TaeHyung no podía dejar de temblar y gemir, su orgasmo alargándose al ser marcado a la vez por sus destinados. Jimin también sufriendo una hipersensibilidad por estar conectado a los orgasmos de los contrarios y JungKook aullando con sus ojos con rojo al cielo como muestras de lealtad, orgullo y agradecimiento a la luna.

Al cerrar sus ojos buscando regular sus respiraciones, los tres pudieron conocer todas esas veces que habían visto, hablado o escuchado de sus destinados desde la perspectiva de los contrarios; desde esos tres años que estuvieron alejados, hasta cuando se conocieron o incluso antes de ellos soñando como niños sobre su destinado que resultaron ser dos. 

Pero sin duda, lo que hizo a los tres romper en llanto, fue perder percibir ese gran amor puro e idílico, que sus tres espíritus lobos se encontraran en el páramo y se besaran restregando sus hocicos; esos tres lobos estaban gritando un claro: 

"a pesar de todo, de las adversidades, lo logramos, estamos juntos y pudimos con todo"



Nuestro Trabajo es estar contigo ~ VKookMin ~ JungKook, Jimin y TaeHyungWhere stories live. Discover now