Capítulo 10

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Connecticut

Ava

Han pasado dos semanas desde la cena en la que Edan me pidió conocernos, en sí en este tiempo ninguno de los dos ha tenido tiempo para acercarse al otro pero no me molesta, en realidad me gusta cómo está surgiendo la situación. Edan tuvo que ausentarse una semana por el trabajo en la empresa, regresó esta semana y ha estado acomodándose con la universidad, hoy hablará de cómo se hará la presentación final del curso.

Es viernes y tengo una hora libre antes de mi clase con Edan y aprovecharé para estar con él al menos un momento, en esta semana apenas lo he visto.

Llego a su oficina, toco dos veces y sin esperar respuesta me adentro cerrando tras de mi; quedo hecha piedra con la imagen que veo.

En la silla me encuentro con un niño pequeñito no ha de tener más de cuatro años, lo que me deja de piedra son sus ojos grises brillantes. Son iguales a los de Edan y siento como mi corazón corre frenéticamente.

¿Tiene un hijo? ¿Cómo puede ser? Jamás he visto a este Niño cerca de Edan, Me lo hubiera dicho ¿cierto?.

Repaso al pequeñito y es demasiado lindo, tiene unos enormes ojos, nariz pequeñita, boca redondita, su cabello es mucho más claro que el de Edan, pero en sí es una ternura. Él me inspecciona con un brillito en sus ojos.

Me acerco al pequeñito y él solo me observa.

-¿Hola?

El Niño no responde, sólo me mira con un poco de duda.

-¿Como te llamas? Yo me llamo Ava.- Le digo con una sonrisa tierna para que no me tema.

-Kaen- Me dice y por la dificultad en que lo dice descifro que es "Kalen", toma una hoja entre sus pequeños dedos y un color. -Eres muy bonita.

-Gracias Kalen, tú también eres un pequeño muy guapo, ¿Cuántos años tienes?.

Se sonroja y con dificultad cierra dos deditos en su mano derecha indicándome que tiene tres años.

-Wow, ya no eres un pequeño ¿cierto?.

Asiente enérgicamente y me da una sonrisa

-Mi papi dice que soy un niño grande.

Mi corazón se estruja, si es su hijo... ¿Estaré interfiriendo en una familia?.

-¿Dibujas comigo?.- Kalen me saca de mis pensamientos y me da ternura su forma de hablar.

-Conmigo cariño, y si, me gustaría mucho.- Me acerco a él y alza los brazos de la silla hacia mí, lo tomo y es muy ligero, tomo su lugar en la silla y lo siento en mi regazo.

Me sorprende como tomó confianza tan rápido, es muy inteligente para tener tres años y habla muy bien, con dificultad, pero hace oraciones completas. Kalen me da un color y comenzamos a dibujar juntos.

-¿Por qué estás tú solito aquí Kalen?.

-Espero a mi papi.- Me dice simple y mi corazón se estruja aún más.

¿Qué estoy haciendo? ¿Debo hablar con Edan?, Dios... no tengo idea que hacer. Le pregunté miles de veces si tenía algún compromiso y me confirmo que no, ¿acaso no cree que tener un hijo es un enorme compromiso?. No puedo creer que me haya mentido, sé que tengo que hablar con él del tema y darle el beneficio de la duda, pero no puedo evitar sentirme mal al enterarme así.

APETENCIAWhere stories live. Discover now