Capítulo 21

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Connecticut

Ava

Toda la vida he creído que existe el amor, no soy de esas personas que solo porque tuvieron una mala experiencia piensa que nunca encontrarán un buen amor, lo he visto y en muchas situaciones; por ejemplo, en mi hermana; su esposo la ama e idolatra cada segundo y es muy lindo ver cómo una persona puede llegar a tener sentimientos tan puros, hacer hasta lo imposible por la otra. Por otro lado esta la otra cara de la moneda, hay hombres que mienten, engañan y lastiman sin ningún remordimiento alguno.

Son palabras que rondan en mis pensamientos y no puedo evitar pensar. En tantas mentiras que me tragué por completo.

Soy la última en acercarse y comienzo con un fuerte apretón de manos hacia es señor Harris es como ver a Edan dentro de unos años, tienen la misma complexión con la diferencia de que el señor Harris tiene apenas visibles unas arrugas cerca de los ojos, pero en sí; muy bien puede hacerse pasar por el hermano mayor de mi profesor.

-Es un placer señorita Collins, ha crecido muchísimo todos estos años, espero que esté disfrutando de todo el evento.- Me regala una sonrisa y no recuerdo haberlo conocido antes pero debo admitir que esa sonrisa derrite a cualquiera.

-Que amable señor y no sabe cuánto lo estoy disfrutando.- Si, comienzo a desbordar veneno, pero no nota el sarcasmo.

Paso a la señora Harris y es mucho más impresionante el parecido, Edan es literalmente la mezcla perfecta de estas dos personas.

-Angeline pero mírate, tus padres han hablado maravillas y no te hacen justicia.

-Por favor sólo Ava, Es un placer estar aquí con ustedes.

-Estamos muy felices de esta asociación, seremos imparables, creceremos aún más.

Otra loca a la bolsa de obsesionadas con el trabajo, aunque debo admitir que me agrada ese brillo lleno de determinación en sus ojos. No es como mi madre, una apática máquina de hacer trabajo incapaz de bajar su máscara afable; en la madre de Edan se visualiza fuego puro, que con solo una mirada te hace sentir respeto por ella.

Paso a la siguiente persona que me ve con una mirada de lástima y eso me enfurece más.

-Lo siento Ava... pensé que todo iría diferente...

-No tienes que explicar nada Elliot, es suficiente.- Trato de cuidar la dureza de mi tono sin éxito.- ¿Dónde está Kalen?.

-Es tarde, abrió la bienvenida con nosotros y se fue con su niñera.

-Dale un beso de mi parte.

Corto toda conversación, no es que esté molesta totalmente con él, al final es su hermano y tendrá sus razones.

Llega el momento infernal, el momento que se me retuercen todos mis órganos pero no flaquearé, no ante él.

-Profesor Harris, ¿Quién lo diría? es una gran casualidad.

Me mira y estoy tan enfadada, pero he aquí una cualidad Collins: somos capaces de enmascarar todas nuestras emociones y da la casualidad que soy una experta gracias a mis años de práctica, así que lo único que le doy de mi inminente desprecio es la fogosidad que irradian mis ojos. Él no dice nada solo se queda estático sin poder soltar ninguna palabra.

»Muchas felicidades por su compromiso.- Me dirijo a la mujer que está a su lado que nos observa a ambos a la vez que yo destilo hipocresía.- Soy Ava Collins.

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