APETENCIA

Capítulo 28

Connecticut

Ava

Edan esta a punto de volcar algo con solo la mirada que me da, nos quedamos viendo por mucho tiempo hasta que él comienza a caminar de un lado a otro peinándose el cabello con una mano, parecía bastante decidido y molesto pero ahora parece más un leon enjaulado y lo peor es que el idiota se encerró solo.

Yo me despreocupo sirviéndome un vaso de agua viendo cómo camina de un lado a otro con los brazos en jarra. No puedo evitar reprimir una risa al verlo tan nervioso, vamos, sigo muy enojada pero me es imposible aguantar la risa con su actitud nerviosa, nunca lo había visto de esta manera.

Claro que me descolocó y enfureció enterarme de lo que hizo, me descontrolé y eso me confundió; con cualquier otra persona hubiera actuado de lo más fría y más orgullosa colocándome una coraza impenetrable pero no fue así y eso me descoloca, fui débil por primera vez en mi vida, no había soltado ni una lágrima delante de nadie que no haya sido mi hermana o mi nana. Pero fue distinto, con Edan me sentí vulnerable y me abrió los ojos de cierta manera, me di cuenta que era la primera persona capaz de llegar a lo más hondo de mis sentimientos a la vez con el poder de confundirme y eso no puede ser nada bueno.

Si no fuera que estoy delante de él ahora mismo entraría en pánico, siempre me sentí diferente con él, me confunde, me prende y enfurece con una intensidad indescriptible, y no me puedo resistir; soy consiente de que debería mandarlo a la mierda y salir por la escalera de emergencia pero aún así estoy aquí embobada ante su presencia esperando el momento en que suelte una palabra y me odio por esto, por no tener los cabales para ser como soy con el resto de las personas.

-Estás gastando mi piso.- Ironizo y solo me da una mirada reprobatoria.- ¿Vas a pasarte toda la tarde así? Si no para irme a tomar una siesta.

»Hace un mes ibas hablarme de esto ¿no? ¿Qué diferencia tiene ahora?.

Su mirada se centra en mi, no despega la vista y empieza a resultar incómodo.

-Bien lo haré.- Parece que se está convenciendo más a si mismo que a mí.

Le hago un ademán para que prosiga y por fin comienza a soltar algo.

-A mis 17 años estaba a punto de graduarme e ir a la universidad pero decidí vivir mi ultimo año a varios límites: drogas, alcohol, mujeres, ese tipo de actitudes de mierda que no tengo idea pero se me hizo fácil adoptar, ese mismo año conocí a Stacy y era la única con la que tenía algún tipo de amistad pero eso nos confundió y termine por estar con ella unas semanas, ella quería formalizar y me pareció no tan mala idea pero no estaba del todo seguro.- Lo relata serio pero puedo ver que está nervioso. Me sorprendió, jamás imaginé que Edan podría estar inmiscuido en drogas o Alcohol en exceso.

»Conocí a sus padres, apenas comenzaban con una pequeña empresa, nada importante pero cuando hablé por primera vez con su padre me miró como si se hubiera ganado la lotería, y en cierta forma lo hizo.- Endureció la mirada y los puños los cerró pero aún así siguió hablando.- Tenía bastante interés en mi familia y el que me viera con su hija lo ponía feliz, no dejaba de insistir en conocer a mis padres pero le daba la ignorada del siglo.

-¿Que fue lo que tenías con Stacy?.- Intente que mi voz no sonara recelosa pero no lo logré.

-Nada formalmente aunque si fue una aventura de varias semanas, siempre la vi más como una amiga, nos aburrimos al poco tiempo.- calló y se quedó pensativo.- pero aún así Izan Hamilton lo sabía, estaba muy atento a mis actitudes me hablaba sarcásticamente de mi comportamiento pero nunca le di señales de nada.

»Stacy me insistía en ser pareja pero sabía que yo no le importaba del todo o al menos no en el sentido amoroso, hasta ahora comprendo que fue por manipulaciones de su padre.- Se toma de la barbilla recorriendo mi expresión y no sé a qué tanto le teme.