Capítulo 4

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-¿Te han hecho mucho daño?- pregunta Ali preocupada.

-Déjame en paz- dice Dani molesto.

-¿Pero estás bien?

-Sí, pero déjame en paz

-Vamos Ali- dice Susan, ella se levanta y se va con sus amigas, no sin antes susurrar un "lo siento".

-Dani, volvamos a casa- le cojo del brazo y le obligo a levantarse, se apoya en mí para poder hacerlo- ¿Estás bien?

-Sí- dice con dolor, cuando ya está del todo de pie, suspiro y le abrazo, él se queja un poco por el dolor pero me abraza igual.

Escondo mi cara en su pecho para evitar llorar, y asombrosamente lo consigo.

-Tienes arena en el pelo- dice quitándome arena del mismo.

Me calmo y empezamos a andar lejos de la playa. Estamos un rato en silencio, mientras nos acercamos a Reseda.

-¿Por qué te has metido?- pregunta Dani, cojeando un poco.

-¿Has visto cómo te estaba tratando antes de que yo interviniera? Además le ha roto la radio a Ali, incluso sus amigos nos estaban reteniendo para que no hiciésemos nada, ellos no son mejores que el tal Johnny ese- me quejo.

-Pero imagínate que lo que me han hecho a mí te lo hubieran hecho a ti

-Pues mejor, así no hubieras acabado herido- estamos ya en la puerta de casa, Dani se para antes de entrar. Por suerte nuestra madre está dormida y no tendremos que explicarle el gran moratón que le está saliendo a Dani en el ojo.

-¿Qué pasa contigo? ¿Siempre quieres huir de los problemas y ahora te metes en uno? No te entiendo, Amy- se queja, bajo la cabeza triste.

-Lo siento, solo quería defenderte, sabes que no me gusta que te hagan daño- Dani suspira y pone una de sus manos en mi hombro, me atrae a él para abrazarme.

-Sé que quieres protegerme, pero no te metas cuando a ti también te pueden hacer daño

-Está bien, pero esos idiotas no me dan miedo. Y por una vez que no tengo miedo, pienso defenderte

-No lo harás, me dejarás a mí el asunto y tú te mantendrás al margen como buena hermana pequeña que eres- dice dándome cariñosamente con su dedo en la nariz, ambos reímos.

-Eso se verá- respondo entrando en casa, él rueda los ojos y me sigue. Los dos nos vamos directos a la cama después de cambiarnos de ropa y sacudirnos un poco la arena que tenemos encima. Lo bueno de todo es que compartimos habitación.

Al día siguiente me despierto antes que Dani y me doy una ducha, después voy al salón y saludo a mi madre, me siento en la mesa mientras ella termina de hacer el desayuno.

-¿Qué tal ayer?- pregunta mi madre mientras vemos a Dani salir de la habitación. Finjo una sonrisa y miro a Dani pidiendo ayuda, me fijo en que lleva puestas unas gafas de sol que tapan su ojo seguramente morado.

-Bien- respondo sin darle mucha importancia, mi madre se sienta a mi lado después de servir el desayuno, yo empiezo a comer.

Mi hermano va directo a la nevera.

-¿Amigos a la vista?

-Sí, un par de ellos- responde Dani, coge el desayuno y va hacia la puerta- Tengo que irme- mi hermano me hace una señal para hacerme saber que me esperará fuera para ir juntos a clase.

-Anda, siéntate y come- le dice mi madre.

-No, no tengo ganas

-Venga, necesitas fuerzas para el primer día- exacto, hoy es el primer día de clase.

-No hace falta, en serio- me apresuro a terminar mi desayuno para escaparme de esta conversación.

-Hazme un favor, quítate las gafas- pide, abro los ojos un poco más de la cuenta y me meto todo lo que puedo de desayuno en la boca para huir.

-¿Por qué?

-Porque yo te lo digo

-Venga mamá, estamos en California- dice abriendo la puerta.

-Quítate las gafas. ¿Por qué escondes los ojos?

-No escondo los ojos- dice, aprovecho para levantarme de la mesa.

-Pues quítate las gafas

-Venga mamá- se queja Dani.

-Vamos- mi hermano resopla y yo voy sigilosamente hacia mi habitación, Dani se quita las gafas dejando ver el gran moratón que le ha salido en el ojo, que está peor que ayer.

-Oh dios mío- dice mi madre acercándose a mi hermano- ¿Qué te ha pasado? Amy ni se te ocurra dar un paso más- me ha pillado, estaba a punto de llegar a la habitación.

-Tomé mal una curva y me caí de la bici, me puse las gafas porque no quería preocuparte- miente, entonces mi madre me mira.

-¿Tú lo sabías?

-Claro que lo sabía, pero no iba a decírtelo si él no quería- me defiendo.

-¿Entonces está diciendo la verdad?

-Sí- evito ponerme nerviosa para que se crea que es mentira.

-¿Ves bien?- le pregunta a Dani.

-Sí, no me duele nada, en serio, tenemos que irnos. Amy, te espero fuera- le da un beso a nuestra madre y sale.

Entro en la habitación y mi madre me persigue.

-No me habrá mentido, ¿verdad?- pregunta mientras saco ropa del armario para vestirme.

-No mamá, le vi en el suelo cuando se cayó- miento metiéndome en el baño, mi madre se queda detrás de la puerta.

-¿Harás las pruebas para animadora?- me pregunta.

-No creo, quiero centrarme en los estudios y luego dedicarme al baile profesionalmente

-Bueno, si es tu decisión la respeto. ¿Pero no quieres hacer nada como hobbie?

"Karate" me hubiera gustado decirlo, pero no quiero que se gaste dinero en mí, y tampoco en Dani porque él también querría.

-Voy a lavar los platos, cuida de tu hermano como él cuida de ti

-Lo haré

Me termino de vestir, cojo mis cosas y salgo de casa después de darle un beso a mi madre en la mejilla.

-¿Lista?- me pregunta Dani con su bici, asiento y me pongo detrás, ya que en las ruedas traseras sobresalen unos tubos para que yo me pueda poner de pie ahí, esto es así desde que Dani aprendió a montar en bici.

Llegamos en cuestión de minutos, ya que vivimos prácticamente al lado del instituto.

-Voy entrando, nos vemos luego- le digo, le doy un beso y recorro la calle hasta llegar a la entrada del instituto.

Me tenso porque veo a los chicos de ayer de la playa admirando la que parece la nueva moto de Johnny.

Karate Kid (Johnny Lawrence y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora