Capítulo 11

1.5K 117 3
                                    

Mi madre va a por hielo, porque no quiero que me cure la herida, así que tendré que conformarme con eso.

-No enseñan bien el karate en ese dojo- dice Dani, sabía que iba a decir algo.

-Las reglas que tienen son buenas, y la técnica también

-¿Crees que ellos ganan siendo justos?

-No, pero eso no les hace menos buenos- les defiendo.

Él se encoge de hombros y nuestra madre entra en el baño con el hielo, dado por finalizada la conversación ya que los dos sabemos que no la gusta vernos pelear por el karate.

-¿De qué te vas a disfrazar mañana?- pregunta Dani.

-De vampiresa. ¿Y tú?

-El señor Miyagi me ha hecho un disfraz bastante gracioso, voy a ir de ducha- dice riendo, yo río pero luego frunzo el ceño.

-¿Quién es el señor Miyagi?- pregunto.

-Oh, lo siento, es que pasas tanto tiempo fuera con tu novio que se me olvida decirte las cosas- dice Dani para molestarme, yo ruedo los ojos.

-No es mi novio

-Lo que tú digas. El señor Miyagi es el manitas de Reseda, le ayudo a cortar sus bonsais, tienes uno en tu mesa al lado de tu cama, me dijo que te lo diera como regalo

-Vaya, qué amable- me levanto del retrete con el hielo en la boca y voy a mi habitación, efectivamente hay un bonsai en mi mesa- ¿Y cómo es eso de que te vas a disfrazar de ducha?

-Sí, es una especie de mochila que tiene una cortina, si se cierra no veo por dónde voy pero así nadie podrá verme o reconocerme- dice riendo y haciéndome reír, mi hermano siendo mi hermano.

Por la noche, me voy a dormir pronto, pero no tengo nada de sueño y acabo mirando al techo con la luz de la lamparita de mi mesa encendida.

-¿Estás bien?- pregunta Dani desde su cama, tumbado de lado para mirarme, pero yo no le miro.

-¿Te he despertado con la luz?- pregunto sin moverme.

-No, yo tampoco puedo dormir. ¿Qué te pasa?

-Quisiera contártelo sin que te enfadases, pero sé que eso no va a pasar

-Está bien, no me enfadaré, lo prometo, pero cuéntamelo

Suspiro y le confieso lo que me da miedo afirmar desde hace días.

-Creo que me está empezando a gustar Johnny- respondo, mi hermano da un respingo y se sienta de repente en su cama, mirándome.

-¿Qué?- pregunta asombrado, después se ríe- Me ha parecido escuchar que te está empezando a gustar el mismo idiota que tiene unas grandes ganas de asesinarme

-Dani, has escuchado bien- digo mirándole un segundo antes de mirar al techo de nuevo.

-¿Crees que él siente lo mismo?

-Nah, eso es imposible, es el típico chico que solo quiere a las chicas para jugar con ellas. ¿Por qué iba a ser diferente conmigo? Además, seguro que prefiere ir detrás de Ali antes que ir detrás de mí

-No le voy a defender, porque tienes toda la razón, así que ten cuidado con él

-Lo sé, y debería hacer algo para que estos sentimientos se vayan

-Puedes conocer a otros chicos- me aconseja- El otro día un chico me preguntó que si yo era tu novio, cosa que no sé por qué lo siguen preguntando, y me dijo que le parecías alguien interesante. Es uno de los amigos de Freddy, él no estaba en la playa el día que pasó todo eso con Johnny y Ali, me dijo que nunca hubiera hecho lo que hicieron sus amigos, que me hubiera ayudado

-¿Que yo le parezco interesante?

-Sí, se llama Liam. ¿Quieres que te lo presente mañana en la fiesta?

-Claro, lo que sea para dejar de sentir lo que sea que estoy sintiendo por Johnny. Si me ves haciendo algo estúpido con él, por favor, haz algo al respecto

-No me lo pidas dos veces- dice riendo.

-¿Puedo dormir contigo?

-Sí, claro- me hace hueco en su cama y yo no tardo en meterme en ella. Así en seguida nos quedamos dormidos.

Al día siguiente tenemos que ir al instituto aunque sea la fiesta. Cuando llegamos, todo el mundo está entusiasmado con ella y es lo único de lo que se habla durante todo el día.

Dani y yo nos reunimos con Ali en la entrada, felices y entusiasmados también.

-¿De qué vais a ir disfrazados?- pregunta Ali.

-Sorpresa- canturreamos los dos a la vez.

-Hermanos teníais que ser- dice Ali haciéndonos reír.

-Hola Ali, tengo que hablar contigo sobre el proyecto que tenemos que entregar- dice un chico de la edad de mi hermano a nuestro lado. Me mira y aparta la mirada rápidamente por lo menos tres veces, está nervioso.

-Claro, vamos, nos vemos en el almuerzo chicos- se despide Ali, el chico me mira por última vez antes de irse.

-Ese- dice Dani dándose la vuelta para mirarme, con una sonrisa en su cara- Era Liam

-Vaya, es bastante guapo- admito.

-Y los más importante es que no dejaba de mirarte- dice antes de irse por el pasillo, me río y me doy la vuelta rodando los ojos con una sonrisa, pero me choco con el pecho de alguien.

-Lo siento- se disculpa Johnny.

-No pasa nada- digo sonriendo, tengo que mirar un poco hacia arriba para mirarle a los ojos, porque es más alto que yo- ¿Alguna vez te han dicho que eres muy alto?

-¿Alguna vez te han dicho que tienes que crecer?- pregunta para molestarme.

-Ja ja, muy gracioso. Eres tú el alto, no yo la bajita- los dos reímos.

-¿Qué tal llevas el labio?- pone su mano en mi barbilla y algo dentro de mí se remueve, además el movimiento ha hecho que su cara se haya acercado más a la mía. No, no y no, Amy, querías olvidar este tipo de reacciones, maldita sea.

-Bien- respondo nerviosa, cuando pasa un dedo por encima de la herida sin apenas rozarla, mantengo mi respiración por un segundo. Mi mente me dice que me aparte, pero mi cuerpo no se mueve ni un centímetro y me enfado conmigo misma por haber perdido el autocontrol.

Piensa en Liam, sí, eso, piensa en él y se te pasará.

No, no funciona. ¡Pero si ya no me acuerdo de su cara y le acabo de ver!

Necesito alejarme, necesito que estos sentimientos se vayan, y desde luego Johnny Lawrence solo está empeorando el proceso.

Karate Kid (Johnny Lawrence y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora