Capítulo 33

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-Hola- me saluda.

-Hola- le saludo sin mirarle y sin ninguna expresión en la cara.

-¿Bailas?

-¿No te va a regañar tu sensei?- por su cara, sé que le he dado donde más le duele.

Pero lo siento mucho, estoy segura de que esto me duele más a mí que a él.

-Venga, al menos hasta que termine esta canción- insiste.

-Vale- digo rodando los ojos, al fin y al cabo no puedo resistirme a él. Pone sus manos en mi cintura y yo en sus hombros, nos miramos directamente a los ojos y siento una corriente eléctrica por todo mi cuerpo.

-Estamos muy lejos, así no se puede bailar- dice mirando detrás de mí, después tira de mi cintura y me acerca a él, casi me quedo sin aire por el movimiento. Más cercanía significa más nervios y más recuerdos, lo que significa también más dolor.

Vuelve a mirar detrás de mí con una sonrisa que no trae nada bueno, voy a darme la vuelta para mirar en su dirección pero él me da la vuelta rápidamente otra vez y me besa a la fuerza, al principio intento apartarme pero luego ni siquiera hago esfuerzo y le devuelvo el beso, porque es lo que quiero hacer desde hace mucho, sentirle de nuevo.

¿Qué sentido tendría negar lo que siento?

Alguien nos separa a la fuerza, es Ali.

-No vuelvas a hacer eso- exclama ella defendiéndome, poniéndome detrás de ella- No puedes hacer esto después de haberle dicho todas esas cosas a Amy, está sufriendo mucho por tu culpa, idiota

-Ali, déjalo- antes de terminar mi frase, escuchamos un estruendo que viene de la cocina.

No puedo creer lo que veo, en el suelo están Dani y el camarero cubiertos de comida, ahora entiendo que Johnny no me ha besado por gusto, si no porque sabía que mi hermano nos estaba viendo bailar, por venganza.

Todo el mundo se ríe, incluyendo a Johnny, las lágrimas están acumuladas en mis ojos, pero no salen porque no quiero llorar delante de toda esta gente.

Ali se da la vuelta rápidamente y le da en toda la cara una bofetada a Johnny, se lo merece, aunque el idiota sigue riéndose.

-¡Ali!- exclama su madre mientras ella se va detrás de Dani, que ha salido casi corriendo- ¿Te ha hecho daño?- pero Johnny no responde y sigue con esa sonrisa de idiota.

-Ojalá te haya dolido tanto como me dolieron a mí tus palabras. Eres un idiota, Johnny Lawrence- murmuro dolida, antes de ir por donde se han ido mi hermano y Ali.

Salgo a la calle y no hay rastro de Dani, pero sí de Ali, quien le está buscando por alrededor.

-Se habrá ido- dice Ali cuando me ve, asiento, su cara triste me hace saber que se me nota demasiado mi estado de ánimo- Lo siento, no quería que esto pasase- dice dándome un abrazo.

-No es tu culpa, ha sido el idiota de Johnny- digo devolviéndole el abrazo.

-Idiota se queda corto

-Se merece el golpe que le has metido- digo sonriendo, ella se ríe.

-Nunca había pegado a nadie

-Me alegra que él haya sido el primero- las dos volvemos a reír y nos separamos del abrazo- Tengo que irme, mañana te devolveré la ropa

-No te preocupes, quédatela

-Gracias- digo sonriendo triste.

-Ahora voy a entrar y le voy a decir un par de cosas a Johnny, no te mereces lo que estás sufriendo

-No hace falta Ali, no te molestes, no mereces malgastar tu tiempo con él

-Quiero malgastar mi tiempo con él, créeme, no tiene derecho a tratarte así, no eres un objeto

-Gracias, por todo lo que estás haciendo por mí y por seguir contando conmigo

-Para eso están las amigas- nos damos un abrazo de despedida y ella vuelve a entrar al club por otra puerta, mientras por la otra sale Johnny. Genial.

-Amy- me llama, ruedo los ojos y le doy la espalda dispuesta a irme de aquí cuanto antes- Amy, espera

-No quiero escucharte- me coge del brazo para pararme pero me suelto bruscamente- ¡Déjame en paz! No vas a querer entrar en una pelea conmigo, te lo aseguro

-Amy, no quería...

-¡Claro que querías hacerlo! Porque tu propósito es molestar a mi hermano sin pararte a pensar que yo estoy de por medio. Me duele que lo que has hecho haya sido por venganza y no porque realmente lo desearas- mi voz va bajando el tono poco a poco- Déjame en paz, Johnny- empiezo a andar de nuevo.

-Amy, espera, por favor, déjame hablar- al ver que me sigue, empiezo a correr- ¡Te sigo queriendo, Amy!- me paro enfadada y llorando, me doy la vuelta y me quito los tacones, lanzándoselos a él furiosa.

-¡Nunca me has querido! ¡Y si fuese así, hubieras peleado por mí!- la rabia invade todo mi cuerpo, decido correr antes de que esto vaya a peor.

Decido ir a casa del señor Miyagi, seguro que él puede ayudarme.

Cuando llego, paso la valla y veo que la puerta de la casa está abierta, dentro está Dani arropando al señor Miyagi en su cama, mi hermano se da la vuelta al escucharme llegar corriendo.

Suelto el bolso en el suelo y me abalanzo contra él, abrazándole muy fuerte. Él no se lo espera, por eso tarda unos segundos en devolverme el abrazo.

-¿Qué pasa?- pregunta en un susurro.

-Odio a Johnny

-Vaya, por fin te has dado cuenta

-Pensaba que él me quería, pero nunca lo ha hecho

-¿Eso te ha dicho?

-No, eso lo digo yo- nos quedamos un poco en silencio y vuelvo a hablar- Lo siento, Dani, siento mucho todo. Siento no escucharte cuando tienes problemas con Ali, siento no escuchar tu opinión sobre las cosas por mucho que no me gusten. Lo siento mucho

-No te preocupes, eso ya ha pasado

-Te quiero

-Yo más- dice abrazándome más fuerte.

Lo último que recuerdo es coger una botella de alcohol que estaba en la mesa del señor Miyagi y beber, haciéndome saber que él ha tenido una noche movidita y que por eso Dani le estaba arropando cuando he llegado.

Al día siguiente la luz del sol en mis ojos me despierta, estoy en una cama y una de mis piernas está destapada. Entonces me doy cuenta de que estoy abrazando un pecho desnudo, deseo que sea mi hermano y que me haya cuidado toda la noche al estar borracho. Pero no, cuando miro hacia arriba, veo a Johnny, al maldito Johnny.

¡Mierda!

Karate Kid (Johnny Lawrence y tú)Where stories live. Discover now