Karate Kid (Johnny Lawrence y tú)

Capítulo 39

Los siguientes días tampoco me despego del baño, por suerte los dos últimos días antes del All Valley son mejores, ya que solo tengo mareos.

En estos días mi madre ha dejado que me tiña el pelo de rubio y también ha encontrado una escuela de baile, a la que llamará cuando tenga un momento.

Las cosas están yendo demasiado bien.

-Tienes fiebre, no deberías ir a la competición- dice mi madre tocándome la frente cuando estoy preparando mis cosas.

-No voy a desperdiciar todo lo que he aprendido, y tampoco le voy a dar ese placer a Kreese- respondo, me coloco mi bolsa en el hombro, Dani y yo nos vamos con el señor Miyagi, mi madre, Ali y Liam.

Nos inscribimos en la entrada y el señor Miyagi miente diciendo que somos cinturón negro, así que Ali y Liam se ocupan de robarlos para nosotros, o bueno, tomarlos prestados.

Nos vamos a los vestuarios para cambiarnos de ropa, pero no puedo ponerme bien el Gi y necesito ayuda, así que voy a buscar a mi hermano, pero me encuentro con Dutch, Tommy, Jimmy, Bobby y Johnny molestándole.

-Te estoy hablando, idiota- dice Dutch enfadado al ver que Dani le ignora, empuja a mi hermano y se ponen en posición de combate.

-¡Oye!- digo entrando y poniéndome entre los dos, mirando a Dutch, los dos nos miramos fijamente- Mantén tus ganas de pelear para dar todo de ti en el campeonato, Dutch

En seguida entra el árbitro del campeonato, parando la casi pelea.

-Eh, eh, eh. Dejad el karate para el tatami- dice el árbitro, Dutch se relaja y deja a un lado su posición de combate.

-Bonitas trenzas, LaRusso- se burla Dutch, aunque no está mirando mis trenzas, está mirando mi pecho, el Gi se ha abierto sin querer por el movimiento y se me ve un poco la ropa interior. Enfadada me cubro, sin dejar de mirarle a los ojos.

Los chicos salen del vestuario, todos menos Johnny, quien me hace una señal para que hablemos.

-Ahora vuelvo- le digo a Dani, él asiente. Voy detrás del rubio y nos quedamos en un pasillo.

-¿Estás nerviosa?- pregunta Johnny acercándose demasiado a mí.

-¿Por qué estabais molestando a Dani? ¿Es que no podéis esperaros ni un segundo? El campeonato va a empezar ya

-Ha sido Dutch, yo no he tenido nada que ver, lo juro- dice cogiendo los bordes de mi Gi y colocándomelo bien con el cinturón- Te queda bien el pelo rubio

-Gracias- digo hipnotizada, yo le miro a los ojos pero él está atento a atar el cinturón.

-¿Al final tu madre te ha dejado?- pregunta con una sonrisa, yo también sonrío, le conté que mi madre no quería que me tiñese porque la encanta mi pelo.

-Sí, he insistido tanto que se ha cansado de mí

-Nadie podría cansarse de ti nunca, LaRusso- dice mirándome a los ojos con una sonrisa.

-¿Tú estás nervioso?

-Nah, he hecho esto muchas veces. Si estoy nervioso, es por ti

-No te preocupes por mí, estaré bien, no creo que nos toque enfrentarnos porque no creo que llegue tan lejos como tú, no soy tan buena

-Eres muy buena, Amy, llegarás lejos. Nos vemos ahí fuera- se da la vuelta para irse, estoy a punto de llamarle para que vuelva pero es él quien se da la vuelta y me mira.

Sin decir nada viene corriendo y me da un beso muy rápido en los labios, dejándome sin habla, después se va corriendo.

-¿Estás lista?- pregunta Dani a mi lado cuando Johnny se ha ido- ¿Por qué pareces un tomate?

-Estoy lista, vamos- le cojo del brazo ignorando su pregunta.

Salimos y nos encontramos con el señor Miyagi. Mi madre, Ali y Liam están sentados en las gradas y Dani y yo junto al señor Miyagi nos vamos a donde nos indican los altavoces, a Dani le toca pelear en el tatami tres.

Las dos primeras veces el oponente le saca fuera a Dani, por lo que mi hermano se lleva dos advertencias, a la tercera estará fuera. La tercera vez Dani ataca y le deja en el suelo al oponente. Todo el mundo le aplaude y eso es lo que le anima para que la cuarta vez también le deje en el suelo.

-Todo el mundo te adora- le halago.

-Porque todavía no te han visto a ti

Ahora es mi turno, me toca batirme en duelo con un chico que para mi suerte no es mucho más grande que yo. La primera vez pego primero, él esquiva todos mis movimientos, aunque consigo dejarle en suelo finalmente. Lo mismo pasa la segunda vez, haciéndome así la ganadora de este tatami. La gente me aplaude y me grita para animarme, eso sube mis ánimos.

Miramos por curiosidad un combate de Cobra Kai, vemos cómo Bobby se enfada porque la primera vez pierde, aunque la segunda vez consigue derribar a su oponente, aplaudo feliz llevándome una mala mirada de parte de Dani y el señor Miyagi, aunque el que sí está sonriendo disimuladamente desde su posición es Johnny, al haberme visto aplaudir, yo evito sonreír al verle.

Ahora es el turno de Dani, se enfrenta contra un chico de Cobra Kai que no conozco tanto, así que me permito animar a mi hermano. Es difícil, ya que Cobra Kai juega sucio, pero mi hermano logra vencerlo, chocamos nuestras manos felices y los de Cobra Kai nos miran mal, sobretodo Kreese, así que aprovecho para sonreír victoriosa.

Entonces me toca contra Kevin, el mismo chico de Cobra Kai con el que me enfrenté la primera vez y le gané, en el dojo de Kreese, ese tío mucho más alto y mucho más grande que yo.

El árbitro da la señal y la primera vez actúa él primero dejándome en el suelo, pero mis fuerzas siguen a tope. La segunda vez soy yo quien le deja en el suelo con una patada en el estómago. La tercera y última vez le dejo de nuevo en el suelo, ganando. Veo a Johnny sonreír de nuevo disimuladamente, le miro y asiente un poco con la cabeza haciéndome saber que está orgulloso.

Así pasamos Dani y yo una y otra vez de fase, ganamos a todos nuestros oponentes cada vez que peleamos. Nos llevamos a la mitad de Cobra Kai por delante, por ejemplo él a Dutch y yo a Tommy.

-Señoras y caballeros, un poco de atención por favor- pide el presentador, hago una mueca y me llevo la mano a la cabeza, me duele un poco por el accidente- Dentro de un momento va a tener lugar la primera semifinal de la tarde. El campeón John Lawrence de Cobra Kai se enfrentará a...- todos hacen el momento suspense y suenan unos tambores, cruzo los dedos para que no diga mi nombre.

-Que no me diga a mí, que no me diga a mí, que no me diga a mí- susurro mientras el hombre cambia los nombres en la gran pared de los concursantes.

-Amy LaRusso, de Miyagi-Do

Entonces dejo de respirar.