Capítulo 35

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Dani invita al señor Miyagi a nuestra casa, no me lo dice pero estoy segura de que han preparado algo para mí. Mis sospechas son ciertas cuando llegamos a Reseda y Dani me obliga a taparme los ojos.

-No hace falta celebrar mi cumpleaños, por favor, no es para tanto- pido agarrando la mano de mi hermano para no caerme, ya que me está guiando él.

-Cállate- me manda callar Dani- Quieta aquí- me quedo quieta y escucho movimiento alrededor, Dani me quita la venda y, junto a mi madre y el señor Miyagi, empiezan a cantarme el cumpleaños feliz con una tarta en las manos y unas velas encendidas. Pido un deseo y soplo las velas, triste porque acabo de recordar a los chicos, les echo mucho de menos...

-Felices 18, Amy- me desea mi madre.

-Gracias- les abrazo y vamos dentro de la casa a comer la tarta, una verdadera delicia. En una esquina veo la bailarina que Johnny consiguió para mí en los recreativos y la sonrisa se me borra, recordando ese día como si lo estuviera viviendo de nuevo. Ojalá entre nosotros fuese todo bien, ojalá estuviera aquí ahora mismo.

Vale, Amy, deja de pensar en él. Es tu cumpleaños, es tu momento, no el suyo.

-Nada de pensar en él hoy- me regaña Dani poniéndose en mi campo de visión para que deje de mirar a la bailarina- A bailar- dice cogiéndome del brazo, mi madre pone música y ella y el señor Miyagi nos ven bailar felices. Incluso ellos se unen.

Cuando la fiesta se calma un poco, decido tomar el aire, pero cojo la bailarina sin que mi hermano se de cuenta. Salgo de Reseda y me siento en la hierba de la entrada, justo debajo de las palmeras. Miro la caja que contiene la bailarina y la abro para admirarla, sonrío nostálgica y triste, ojalá escuchar su música ahora.

Entonces, como si el cielo me hubiera escuchado, la llave se balancea delante de mis ojos, alguien la está sujetando. Levanto mi mirada y es quien menos me esperaba, Johnny. ¿Qué hace aquí? ¿No tiene prohibido hablar conmigo?

-Felicidades, Amy- me desea, me levanto en seguida y le miro confundida.

-Gracias- respondo confusa- ¿Qué haces aquí?- no busco pelear con él, pero tampoco estoy amable del todo, no olvido lo que le hizo a mi hermano y sobretodo, lo que me ha hecho a mí.

-Quería verte en tu cumpleaños. Bueno, y también tengo tus zapatos y tu bolso- dice dándome una bolsa, la cojo avergonzada al recordar que me he despertado en sus brazos.

-Gracias, y lo siento

-No pasa nada. ¿Te acuerdas de algo?

-Sí, claro- digo riendo nerviosa, después me pongo seria y digo la verdad- No

-Bueno, es una lástima- dice sonriendo de lado.

-¿Por qué? ¿Qué pasó?- pregunto ansiosa por saberlo.

-Será mejor que lo recuerdes tú

-Johnny- le llamo cuando se está yendo, él ríe y empieza a caminar más rápido, maldito rubio.

Entro de nuevo a casa y el señor Miyagi está por irse, así que nos despedimos de él y mi madre y mi hermano le acompañan a la puerta. Yo mientras coloco de nuevo la bailarina en su sitio, Johnny se ha llevado de nuevo la llave.

-Le has visto, ¿verdad?- dice Dani a mi lado, sobresaltándome.

-¿Qué?

-Has entrado con la sonrisa de tonta que pones siempre cuando hablas de él, piensas en él y como cuando estabas con él

Maldito Dani.

-Ha venido a verme por mi cumpleaños- digo triste, mirando de nuevo la bailarina.

-Y supongo que eso te lo ha dado él. ¿Qué es?- pregunta señalando la bolsa.

-Mis zapatos y mi bolso, lo que me dejé esta mañana en su casa- saco mi bolso y veo que dentro sigue la foto que me hice con Ali en su casa- Deberías hablar con ella, estaba disgustada- digo enseñándole la foto a Dani para que sepa a quién me refiero- Ahora estará enfadada porque has sido tú el que se ha enfadado

-¿Y qué quieres que haga? Fue todo culpa de Johnny

-Lo sé, pero tendrías que haber visto cómo Ali le pegó en toda la cara

-¿Qué?

-Lo que oyes, nos defendió a ti y a mí y luego fue detrás de ti pero tú ya te habías ido

-Mierda- se queja, me doy cuenta de que hay algo más en la bolsa a parte de los zapatos. Lo saco y es una caja pequeña, también hay una carta, más bien la mitad de un folio escrito.

-¿Qué es esto?

-Será el regalo de Johnny- le miro confusa- ¿Te pensabas que después de venir hasta aquí no te iba a regalar nada?

-La leeré después- digo metiéndola en la bolsa de nuevo.

-Amy- dice Dani, la cara le ha cambiado del todo, nuestra madre se acerca a nosotros- Mamá me ha dicho que te quieres ir de aquí

-Solo quiero irme para empezar a ser una bailarina de verdad, además estar aquí me recuerda cosas malas y no quiero sufrir más, está decidido

-¿Y vas a dejar aquí a Ali? ¿A tus amigos? ¿A Johnny? ¿A tu familia?- dice poniendo énfasis en la última pregunta.

-No quiero dejaros, solo es un tiempo, no me voy para siempre. Además Ali me ha contado que también quiere irse fuera a estudiar cuando termine el instituto, a lo mejor me voy con ella

-¿Con qué dinero? ¿Tú lo has pensado? Las escuelas de baile son muy caras hoy en día

-Conseguiré un trabajo y lo pagaré todo yo, no podría pedirle a mamá que lo pagase- digo mirando a la nombrada.

-Respeto tu decisión- dice mi madre con una sonrisa triste.

-Pues yo no. ¡No puedes irte y dejarme!

-No seas exagerado, que no me estoy muriendo- le digo riendo.

Pasan unos minutos y Dani y mi madre no tardan en irse a la cama, hoy ha sido un día largo.

Decido coger la bolsa de nuevo y sacar la caja y la carta, no sé si estoy preparada para leer la carta pero es lo primero que hago. Antes de empezara a leer, cojo aire repetidas veces porque estoy sensible y tengo ganas de llorar, las lágrimas desgraciadamente salen cuando leo la primera línea de la carta.

Karate Kid (Johnny Lawrence y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora